miércoles, 13 de diciembre de 2006

Espada V/S Paciencia

La extraña sensación del día; una espada en mi mano y el poder de vencer a mi enemigo.
Es primera vez que siento algo parecido, esa sensación era tan intensa que llegaba a ser asfixiante y poderosa.
Toda las piezas al alcance de mi mano, solo debía levantar en alto la espada de sombras y todo sería como el perfecto deseo de los ángeles y demonios; el fuego consumiendo a mi enemigo.
Pero recordé, mientras disfrutaba de aquella innexplicable excitación, a la paciencia que justamente estaba en mi mano izquierda, era mi reloj.
Jamás uso reloj, era el primer día desde hace 10 años que no usaba uno y éste maldito aparato me hizo recordar el tiempo y a la paciencia.
Una espada de Gris en sombras en una fiera batalla contra un reloj de pulsera.
Al final, me quité el reloj y llevo todo el día observando en su vaina a la espada. Me he comunicado con todos mis aliados y les he contado esto. Extraño...ninguno ha sabido explicarme por qué he tenido esta visión tan real y caótica o que significa...
Kitshia

Secuencias

Hace unos días, algunas de aquellas personas a las cuales llamo "desocupados de siempre" estuvieron siguiéndome, lo hacían desde lejos, esperando, observando...
Pero ¿qué? yo solo era una mujer en una gran tienda observando ropa y pensando friamente si aquel modelo de vendrìa bien o no, sin embargo, para esos desocupados era lo de mayor importancia del día, su preocupación y misión.
Al final, los perdí o me perdieron, no lo se. Ya llevo tantos años así que no me importa, aunque debería importarme.
Sin embargo, el hecho que toque y exponga dicha situación de mi vida común es una extraña secuencia, Me explico; Aquel desocupado giró varias veces a mi alrevedor, se acercó lo suficiente como para quizás leer mis pensamientos, luego, al notarse descubierto huía como lo hace un animal carroñero, luego de la misma forma, hizo lo mismo.
Anoche, un de aquellos tres realizó las misma secuencia, idéntica. La única diferencia y que, no afectaba a la mencionada cita era aquella extraña sombre que me protegía.
¿Secuencia o coincidencia?
Rosa.

lunes, 11 de diciembre de 2006

Entre Penumbras

Sucedió hace demasiados siglos...
Sucedió en un lugar tan maravilloso como los que no se han visto aquí jamás...
...Sí, lo sentí intenso.
Corriamos de las bestias que nos perseguían, un documento que llevaba el sello del Reino oscuro debia ser entregado a nuestra señora a toda costa, la niebla nos atrapó en el bosque. En medio de una encarnizada batalla, dónde mi compañero luchaba con fiereza, yo protegía aquel documento y, a la vez, le ayudaba a terminar con tan repugnante enemigo.
La niebla era cada vez más espesa y no había alternativa; debíamos refugiarnos hasta que la noche nos diera su cobijo.
Pedimos ayuda a unos aldeanos que, muy asustados de ser descubiertos por el enemigo, nos dejaron estar en una habitación pequeña, donde guardaban el heno. El lugar estaba tibio y seco, asi que me dejé caer mirando el techo de aquel lugar mientras mi compañero vigilaba.
Le observé, preocupado y agotado, cerró bien la puerta y fue hasta dónde yo estaba; sonrió, el siempre lo hacía a pesar de todo. Se sentó junto a mí y fue que noté que había sido herido en su brazo izquierdo, era una herida profunda, pero que no necesitaría más de unas horas de descanso. No pude entender mi reacción, natural, insospechada, necesaria o extraña...pero mi corazón pareció doblarse al verle así, rompi parte de mi traje y bendé fuerte esa herida para que dejará de sangrar, mientras yo no cesaba que gritarle el por qué no se había cuidado más. Solo respondió con un - Está bien, no ha sido nada... le das más importancia de la debida - y molesta apreté fuerte y él se quejó riendo, fue cuando vi sus ojos...aquellos ojos y aquel momento que aún me persigue siglos despues.
Así nos quedamos, no se cuanto tiempo...no se cuantas horas....pero su cálida mano rozó la mía, mientras sus labios rozaron los míos. Era como el cauce del río, natural y siempre fuerte e intenso, caudal que no puede detenerse. Asi fue, no hubo nada que nos detuviera y cada delicado movimiento era acompañado por la más primaria pasión, quizás retenida, quizás obviada y olvidada por deberes más allá de nosotros mismos.
Cada parte de mi cuerpo, piernas, muslos, cintura, labios y caderas le fue reconociendo, le fue guardando en la memoria.
Así llegó la noche con sus estrellas, esas que tantas veces admiramos desde alguna colina o en el campamento de resguardo en algun sitio. Así llego ese momento tan amado por los dos, la oscuridad en su más espléndido momento.
Cuando abrió los ojos yo vigilaba por la puerta y sumergida en mis pensamientos, sentimientos de culpa y aquello que habia brotado en mi corazón como agua desde un manantial y no comprendia y aceptaba. Él trató de hablar, pero al verme no dijo nada.
Partimos inmediatamente a nuestro castillo, pero justo antes de llegar sobre el precipicio más alto de nuestro Reino, tomó mi mano y la besó largo rato y luego aún muy cerca de mi piel susurró - Te estás equivocando... luego de eso besó mis labios como si al hacerlo besará a los más sagrado en su vida.
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Tantas cosas sucedieron después de eso, tantas....y aún, aún busco el motivo que me lleve a la conclusión que se es verdadera, que aquello si fue una equivocación.

Kitshia Zahidrago

Lo que aún sigue ahí.

¿Cómo aprendes a Ignorar a tu desafortunado corazón?
Supuse que despues de ir y volver varias veces del infierno se habria quemado en el camino. Pero no fue así, hoy lo noté ...
Lo supe cuando senti una herida, provocada por un relato recientemente leído. Un ser de ojos verdes me dijo que le daba demasiada importancia a esa herida, o mejor dicho, a quién la causó y que, siendo yo tan delicada flor debia dedicar mi rocío a algun flamante caballero de brillante armadura.
Pero ¿acaso no ven que soy una Rosa tan roja como la sangre misma?
Quería que mi corazón se quemara, así hubiera llevado de paseo al infierno a unos cuantos enemigos y al traidor, pero nunca se cumple lo que deseas.
Nada pierdo con seguir intentandolo, además, cuanto más sangre creo que más rapido se secará.
El infierno que visito se parece tanto al de los sueños de antaño, como el castigo por el cual fueron creados.

Kitshia de Tharens

jueves, 7 de diciembre de 2006

Aquellos tres

Cuando sueñas, las cosas suelen ser dulces y pasivas. Estas en un momento en el cual las situaciones parecen conocidas y percibes en el ellas, a veces, recuerdos desconocidos.
Eso es una historia que muchas veces se ha contados, demasiadas.
Sin embargo están ellos tres, esos, que te atrapan despues de cerrar los ojos y antes de dormir. Cuando pareces tan frágil...
Pero, no hay que confundirse. La fragilidad demostrada por aquellos que estamos "señalados" por el destino es distinta. Es el límite de nuestras capacidades, ellos nos tientan a luchar, nos muestran la facilidad con la que puedes acceder a ese mundo de sueños o realidad en que no tienes límites y eres tan perfecto, tan alto y fuerte....que nada te importa. El limite entre la oscuridad primaria y la oscuridad imperfecta. La inperfecta es aquella inundada de demonios y bestias despreciables, y la primaria, aquella que llevamos "algunos de nosotros" en el corazón y que bien sabemos ocultar, pues, nosotros sabemos que ese momento aun no ha llegado.
He sufrido heridas tras estos encuentros, unas que no puedo explicar la despertar...termino tan agotada. Hay veces en que no me controlo y logran sus objetivos, pues los alejo. Toman formas extrañas, niños, bestias...oscuras sombras que siempre estan ahí, vigilandote. Es extraño, los que son como yo caminan por el mundo tratando de aislarse de los ruidos, del tiempo y gente. Buscamos la soledad de la noche y la compañia de los de nuestra especie. Sin embargo jamas conseguimos estar solos, nisiquiera despues de morir.

martes, 5 de diciembre de 2006

Finales que comienzan

El tiempo es tan largo y tedioso...
Quisiera cada día y a cada minuto poder regresar a aquel bosque y Catedral de mis sueños, pero no hay peor castigo que el seguir aqui, en este constante ruido.
Lo único bueno ha sido al fin encontrar sus ojos claros...los busqué por tanto tiempo. Eso me llena de tranquilidad, por lo menos, ya hice mi parte justa en la historia de Dragones y Magos.
Y ahora ¿qué?...
... seguro la respuesta no va a agradar a mis nobles sentidos de paz.