
La posibilidad de continuar a través del tiempo en este incesante andar de relojes, climas destruidos y agonicas miradas de personas gritando un "auxilio" ahogado, dan cuenta a mi corazón de su necesidad imperiosa de sentirse cada vez más fuera de sitio, de querer ser aún más si vale, altruista, diferente y casi extinta.
Soy de esa especie de la que ya nadie habla, que desea olvidar o que considera pasada de moda. Una especie que no tiene cabida para este mundo, pero si mucho que hacer en él.
A diario me pregunto ¿aman la vida?, recuerdan la libertad o peor aún, ¿recuerdan a sus héroes?
La lectura me ha demostrado que los heroes siempre son recordados y enaltecidos, cada vez que se puede (además porque aquello les significa un día sin trabajar). Eso no lo pongo en duda, pero ¿recuerdan porque han sido heroes, por qué lucharon o que creían tan ciegamente que su vida no importó en favor de pelear por ello?
Que tristes respuestas he recibido. El hombre recuerda a sus heroes por simple formalismo y olvida porque alguna vez les honró.
Lo peor de este indiscreto y extraño pensamiento que he decidido publicar aqui, en mi jardin (y amén de saber que nada publico últimamente por simple desazón o a falta de causa) es que mi gente y yo, jamás seremos percibidos siquiera, ni recordados, mucho menos enaltecidos por cuanto hacemos a diario. Nosotros como tantos otros que dan su vida defendiendo libertad y salvando a otros de opresiones que "el mundo" no percibe en su actual y propio "Ego y yo" no tendremos siquiera la necesidad de ser olvidados, porque siemplemente para el Mundo, no existimos y si somos vistos generalmente se habla de nosotros como los "desadaptados"
Amén nuevamente de ser como todos ellos, ir a Mc Donalds, consumir y trabajar como esclavos por las miserias de este mundo gobernado por tiranos.
Bien dicho esto, hay algo importante. No olvidaré la mirada de aquellos que no supieron lo que era tener esperanza y ser libres hasta que lo vivieron, ni a aquellos que han dejado todo por esas causas borradas del principal noticiero de televisión y por ello, yo no ni los mios, ni esos que saben la verdad. Jamas cesaremos.
La extinción nos amenza a diario, pero a diferencia de los heroes, quizás nadie sabra nuestros nombres pero si nuestras luchas y causas.
Eso si vale la pena escribirlo hasta en la pared de un callejón olvidado y como una frase que, sacada de un libro de guerra, díce así:
¡Gloria eterna para los héroes y larga vida a los seres anónimos!
Como siempre, un placer escribir para ustedes mis constantes locuras expresivas.
K de T.