lunes, 11 de diciembre de 2006

Lo que aún sigue ahí.

¿Cómo aprendes a Ignorar a tu desafortunado corazón?
Supuse que despues de ir y volver varias veces del infierno se habria quemado en el camino. Pero no fue así, hoy lo noté ...
Lo supe cuando senti una herida, provocada por un relato recientemente leído. Un ser de ojos verdes me dijo que le daba demasiada importancia a esa herida, o mejor dicho, a quién la causó y que, siendo yo tan delicada flor debia dedicar mi rocío a algun flamante caballero de brillante armadura.
Pero ¿acaso no ven que soy una Rosa tan roja como la sangre misma?
Quería que mi corazón se quemara, así hubiera llevado de paseo al infierno a unos cuantos enemigos y al traidor, pero nunca se cumple lo que deseas.
Nada pierdo con seguir intentandolo, además, cuanto más sangre creo que más rapido se secará.
El infierno que visito se parece tanto al de los sueños de antaño, como el castigo por el cual fueron creados.

Kitshia de Tharens

1 comentario:

Anónimo dijo...

no te preocupes por situaciones que no merecen tu preciado interes.

es imposible detener el río con tus manos.