lunes, 6 de agosto de 2007

Humanidad.



La oscuridad y el sub-mundo. Lugares donde, admito, por diversión me radico en algunas noches.

Me quedo a observar cómo son y que será de ellos, pensar que en mi tierra antigua eran una raza de admirable devoción por los valores y tradiciones, más aquí, no son más que pobres almas en desgracia.

Conozco a dos, una Abogada y un ingeniero civil, ambos, amantes de la oscuridad y por sobre todo, del poder que pueden ejercer sobre otros. Su mayor diversión es jactarse de su educación y considerar al resto de los suyos como lacra e imposibilitados, riéndose de ellos con palabras en latín o recordándoles que han de irse pronto del lugar que frecuentamos ya que podrían gastar su miserable sueldo mínimo. Odiados por todos e ignorados viven en su pequeño mundo de perversiones dónde más de alguna vez me han confesado sentirse poco aceptados e imcomprendidos. Yo me quedo a su lado y observo indolente su actuar y el de otros hasta el momento en que me canso o mis caballeros regresan por mi.

El sábado pasado quedé para reunirme con dos de ellos y al llegar por mi ambos se encontraron con una conversación muy poco convencional entre mis faranduleros conocidos y sus victimas, uno de ellos me extendió la mano para retirarnos del lugar, sin embargo, le pedí a ambos que se quedaran y observaran detenidamente la acción mientras yo sonreia y bebia de mi copa un delicio licor de color rojo sangre.

- Somos extranjeros en esta tierra, ellos, son la prueba de nuestro fracaso y a lo que nuestros enemigos llevarán nuestra tierra si olvidamos quienes somos y por qué continuamos. Miradlos, un ejemplo de grandeza disfrazando la verdad; envidia, soledad e incomprensión. No os enojéis con ellos, sino, abrid los ojos y recordad quienes sois. Entonces, solo podreis sentir por ellos nada más que lástima. Nuestro enemigo se alimenta de seres como ellos, engrandece a su ejército y le da la fuerza que estos seres con su maldad y arrogancia desmedida le entregan sin darse cuenta. Ellos no saben cuán perdidos están, ni nuestro enemigo imagina que pronto ha de llevarse una gran sorpresa.-

Luego de decir esto, uno de mis caballeros me dijo que cómo podia yo estar sentada a su lado, todos pensarian que era como ellos y me confundarian; que estaba en peligro y era mejor salir de ahi. Le observé, acaricié su rostro y le respondí - La justicia siempre es ciega y desconfiada. Ve mas allá de los ojos, traspasa la carne y notarás qué, como tú me has visto, otros lo harán. Nuestros hermanos vagan en la oscuridad en busca de la luz que está en sus sueños y los guiará hacia el camino de regreso a su alma. Sin darse cuenta, ellos me buscan y yo debo hacer todo lo que esté en mis manos para que despierten y me encuentren -

Ambos asintieron con la cabeza y luego sonrieron. Dejé mi copa a un lado y, tras despedirme de los seres de turno abandoné el lugar en compañía de mis hermanos camino a nuestro lugar de reunión, dónde, desde hace ya algunos meses podiamos sentirnos un poco más cerca de casa.


K de T.

2 comentarios:

Huellas tristes dijo...

Tan fragil sea mi alma ya que con el solo leer de tus palabras mas le temo a la vida...
Siempre pense que ese tipo de personas solo se encontraban en los cuentos de horror...
Me equivoque
Lo mejor de la lectura es saber que todo lo que dices es cierto
¡Sigue asi!

Reina de espadas dijo...

Hemos tenido la oportunidad de conocernos más allá de este frio mundo virtual, más ahora solo podría decirte que hay de eso y más; que son muchos aquellos que actúan de manera destructiva y terrible.
Sin embargo, existen personas como tú que mantienen el fragil equilibrio de la humanidad.
Voy a dedicarte una frase favorita mia:

""Ad nocendum potentes sumus""
"Para hacer el mal todos somos poderosos"

K de T.