martes, 21 de agosto de 2007

Lo inevitable.


Una noche fria como cualquier otra de invierno. Recuerdo muchas de aquellas, dónde solo una copa de vino podía controlar el dolor de ver a los mios humillados y vencidos.


Su voz rápida, temerosa del entorno y de si mismo. Lo vi, ahi estaba, despues de tantos meses volvía a ver su rostro antiguo y conocido.

La niebla parecia cobijar lo que por tanto tiempo habia sido solo un supuesto, una antorcha de luz en medio del inmenso mundo en el cual nos perdemos a diario, sí, en ese minuto pude sentir como el aire se impregnaba del dulce triunfo y la conquista obtenida; en mis manos estaba aquello que con ferviente inteligencia habia esperado por tantos meses.

El enemigo bajo mis pies, donde el mundo era el ciego manipulable. Donde ví como mi ejército se unía fuerte, como uno solo. Dónde no había razón alguna para retrocerder.

Frente a mi se forjaba el camino cumpliendose así lo escrito desde hace tantos siglos.

Mis huellas marcadas por la fuerza del destino serán vistas desde el lugar más impensable, hasta cruzarse con los senderos de cada uno de los que forman parte de mi sangre y tierra.

Pero sus ojos aún me miraban espectantes, esperando un algo, necesitando una respuesta a las dudas sembradas en el corazón débil que había adquirido desde que aceptó el dolor como forma de vida, cuando olvidó quién era, cuando traicionó a quienes amaba.

-¿quieres todavía enfrentarte a mi, a MI?- respondí mirando a sus ojos.

El valor escapando en medio de aquella noche me respondia con un simple gesto de negación acompañada de una suave solicitud de cumplir mi palabra - Suerte que mi palabra se cumple, suerte que lo que digo se hace -

Mientras me daba la espalda y desaparecia aquella figura delgada en medio de la niebla, tras de mi aparecia la silenciosa escolta de los señores del tiempo, sonrientes, emocionados...anhelantes.

Todo comenzaba a cambiar, las cosas que siempre debieron ser ahora tomaban un rumbo irremediable con la fuerza y convicción de la antigua alianza..

Aquello por lo que se había callado, aguantando la humillación y aceptando derrotas que no nos pertenecían llegaba a su fin.

Tanto tiempo...

Tanto trabajo y sangre hecha lágrimas derramadas por este momento, para llegar hasta aquí....
- Esto es - dije mirándolos a todos - el comienzo del fin, la hora avanzar y aplastar ha llegado.

El momento de ocupar nuestro sitio en el órden de las cosas, establecido desde antes de la creación del mundo que nos vió renacer.

La niebla comenzaba a disiparse como otras tantas cosas, y en ese minuto único de soledad cuando mis compañeros avanzaban recordé al caballero negro de Orhius - aún ahora, aún para mañana presente en mis pensamientos - Era simple, era yo misma en el camino hacia lo inevitable y él, siempre a mi lado.

Kitshia de Tharens.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerdos...
Que bello es recordar, pero más es ver que existe gente que pueda ver el pasado y alistarse para enfrentar al presente, eso es algo envidiable que admiro de ti.
ahora el presente es el reto, y el futuro la promesa. Siga así noble dama de la luz

Huellas tristes dijo...

Camino a mi casa pense - algo debo de hacer- meti mi mano a mi bolso y comenze a leer- Una noche fria como cualquier otra de invierno. Recuerdo muchas de aquellas, dónde solo una copa de vino podía controlar el dolor de ver a los mios humillados y vencidos....- dije son muy pocas las personas que hacen de escudo defensor su vida..., tu eres una de ellas, siempre todos, proteges he incluso a quienes no se merecen ser protegidos eso es admirable..., eres un camino a seguir te admiro, puedes manejar, puedes llevar una alianza.
besitos de Capullito...

Anónimo dijo...

Querida Dama
Cuentos como este me recuerdan a los mapas maritimos de Alan Garcia.
¿Y mi carta firmada por quienes corresponde cuando?
Creo prudente esperar como fecha tope el aniversario de nacimiento de Nhia Zai Drago. Si no hay solución al asunto para aquella fecha deberemos acordar nula la alianza.

Un abrazo.

Reina de espadas dijo...

jajajajajaja...

Alan García,ja, veo que tiene tiempo para ver las noticias.
No se preocupe, dado el caso que se de una guerra, aunque le pese, le duela y sea como la espina clavada en el pecho, estaremos peleando por el mismo fin y en el mismo lado.
A no ser que tenga la muy mala idea de, por capricho, ayudar a tan noble y célebre presidente...

Reviso mi agenda, veo el día "D" y le aviso, o, me llama.
Todavia no muerdo caballero.

Atte.
Kitshia Zahidrago de Tharens.