lunes, 3 de septiembre de 2007

El beso de una gata.


En medio de las sombras los besos nacen y mueren...

Nacen, por necesidad, otras veces por simple deseo...

Y mueren, porque no tienen vida

Son semillas no destinadas a crecer en el corazón.

Cuando el corazón es tierra infertil donde sembrar.


Sí, es cierto. Las gatas sabemos de aquello...


De la tierra infertil, del atardecer rojo y las noches

con su aire tibio.

Un aire embrujado de sueños y ojos cerrados

dónde nada importa, solo sentir.

Y se siente bien, dulce y agradable.


El beso prestado, el beso robado...


Y no importa cuanto desees retener ese momento

es inevitable; la noche llega, el frio cae y la niebla borra la marca

esa, que queda fragilmente tibia al roce y el abrazo

aquella, que parte en distintas direcciones tratando de olvidar

que el beso, ese intenso beso solo fue un préstamo


El pago inmortal para las felinas de negra noche como yo, que sabemos inalcanzable el beso de amor como la luna...



K de T.

3 comentarios:

Ciel dijo...

Ciertamente que los gatos anhelan un beso de la luna, por eso están en los tejados mirandola.
Me ha gustado tu escrito, llevaba tiempo sin leerte y veo que mejoras!!!

PD: Conocemos a alguien muy especial que adora la luna, y diría que de no ser lo que es, habría nacido gato. Y de los dulces. Miau.

Anónimo dijo...

No hay nada màs efìmero que un beso...
escrito en prosa poètica, no hay mejor forma de expresar un sentimiento; ¡Felicidades!

Ciel dijo...

Eso también es verdad!
Lo cierto es que nuestra amiga, como ya dije y dijeron, mejora día a día. Quizá algun dia veamos un libro suyo con todos sus versos y textos. Y no lo digo por peloteo, es que la verdad escribe bien y transmite a los demás lo que ella siente y escribe. ¿Alguien me entendió?