jueves, 2 de julio de 2009

30

Bien, es un momento especial.
A 15 días de un nuevo ciclo, uno importante.

Han pasado tantas cosas en estos últimos 10 años, algunas que hubiese querido jamás vivir y otras por las cuales vivo sabiendo quién soy.

Mi corazón y espíritu son un mundo en constante batalla, una carrera para evitar sentirme parte del entorno, el ideal de no querer ser más de lo que ya soy.
¿Recuerdas, mi amigo, aquellos fríos días bajo la lluvia dónde éramos nosotros mismos y nada nos unía a esta realidad?
Aquellos días definen quién soy, porque para mi la lluvia siempre ha sido simpleza, fuerza escondida, vida y muerte, lo sagrado e inmaculado, mi única conexión con este mundo.
¿Dónde estoy y qué soy ahora?
A veces temo responder a esa pregunta.
Quería luchar, aún anhelo tanto hacerlo y mi espíritu agarrotado de espera no consigue cumplir con aquel tan profundo deseo porque las raíces me han impedido volar tan lejos como siempre he debido.
Quería ser yo misma más que cualquier otra cosa en este mundo, lo logré, pero a raíz de ello me quedé sola.
Quería regresar a casa… ¡ese sí era un sueño!
¿Has visto alguna vez una flor en una fría mañana?
Sino es así, deberías verlo para saber con quién vives y a quién tratas.

Cuantas cosas más deseé y tengo que decirlo; a ti te deseé como nada en este mundo. Y resultó que no eras para mí. Algún día, mi amigo, te diré que cuando estaba en tu compañía en aquel café que duraba horas regresaba inevitablemente a ese que era nuestro verdadero hogar.
Me he convencido gracias a él de que mis ojos brillan con una luz especial. Jamás lo creí, pero es así y eso significa que soy más de lo que quiero llegar a entender.
Quise escribir mil cuentos y no he terminado el primero. Una de las razones para creer que la muerte no ha de venir pronto es querer dejar algo de nosotros aquí, sí, tengo 10 años más para hacerlo.
Quería olvidarte, dejarte de lado como tú a mí, quería ser siempre esa gata en el tejado...
Aún quiero hacer todo aquello y lo lograré…

Pensé que mi vida sería más solitaria de lo normal al ser yo misma, pero, en un mundo de constantes batallas apareció él, quién se convirtió en espera y descanso, en un lugar dónde descansar las heridas, un momento dónde no me retienen más de lo necesario y me dejan volar libre anhelando mi regreso. Él es paz, así lo defino, un ser heroico que soporta mi presencia extraña y ambigua, que logra saber quién soy y no se asusta por ello.
Un “… De ja vù…”

¿Dónde estoy y qué soy ahora?
Estoy dónde debo estar y soy yo misma, con el alto precio que pagué y pagaré aún por ello.
(continuará...)

2 comentarios:

J. Cary dijo...

30, la vida es simple con sus complejidades, y 10 años donde ensayamos lo que vamos a vivir definitivamente han pasado para ti...

30 años, seguro de urgencias, disimulos y rutinas, de principes azules que se marchaban antes de llegar...

30 años que deseo cumplas en mis brazos...

Me ha tocado estar contigo en esta etapa que termina siendo definitiva, en la que quiero compartir lo mejor, y hasta lo malo, de mi contigo; he visto en poco tiempo lo mucho de ti que siento conozco desde una eternidad, sera que eres lo que siempre pense?..o lo que siempre esperaba?...

30 años... me alegra saber que puedes comenzarlos con paz y tranquilidad, y mas aun sabiendo que hay quien te ama con infinito deseo...

30, mi amor, y lo mejor de tu vida aun esta por venir y vivirse, porque todo lo demas solo fue un ensayo...

30, y espero poder contar por otros 30 los lunares de tu espalda, y poder sostener tu mano y tu mirada para un dia camino del terminal quedarme ya siempre contigo...

30, y el tiempo augura buen viento...

LEÓN dijo...

La primera vez que cumplí 30 juré lealtad eterna a quien tú ya sabes...

La segunda vez bebí hidromiel hasta perder el conocimiento, navegando en un Drakar rumbo a saquear costas Sajonas.

La tercera vez no alcance a cumplirlos, a los 22 me desangraba en medio de un bosque nevado en Rusia, con una bala en el estomago, abrazado a una hogaza de pan negro que Lirihël me había dado un poco antes.

Y ahora, la cuarta vez, cumplí los 30 a 3.000 metros de altura camino a una cumbre Andina… aunque hubiese preferido celebrarlo con una gran orgia, mucho alcohol y el Métal sonando a millones de decibeles…. En fin, queda pendiente para los 40.. jejejeje.


Espero que sus 30 los celebre haciendo lo que mas le gusta ;-) y que se de cuenta que mas vale una vida corta pero llena de experiencias, en vez de una larga y aburrida existencia desapercibida.


Apropósito, creo que tengo un regalo de cumpleaños pendiente…….