martes, 18 de mayo de 2010

Silencio




¿Por qué no me hablas?
es todo un desconsuelo de silencios,
ya no me hablas y mi voz se ahoga
con el llanto del gorrión en invierno.
Esa, que era melodía viva,
me la niegas como canto al duelo,
buscando mi muerte, sí, mi muerte.
Porque ya no me hablas, ¿por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?...
Los minutos pasan, la noche acaba,
yo he derramado una gota
sobre la piel oxidada,
buscando un pequeño sonido
me recuerde el roce,
las palabras en espejos marrón de la mañana.
No me hablas ¿por qué?
las aves emprenden la retirada.


1 comentario:

JC dijo...

Hace bien leerte, como te dije, aun con ese contradictorio encanto que se halla en la tristeza tuya. Se extrañan tus letras cuando no se tienen por mucho tiempo.

A veces el silencio es el signo mas claro de estar doblegado, pues no necesariamente se busca causar daño con el, sino mas bien se busca evitar lanzar alguna de esas dagas que se deben guardar solo para los enemigos...

No habran mas silencios...