martes, 26 de abril de 2011

Dormido

¡Tamaña belleza!
yo afirmo, no se ha visto.
Increible el fuego ardiendo,
incontenible pues el aliento
en suspiro convertido,
como suave brisa aviva, si,
aviva esta llama que arde por dentro.
Oh, criatura piadosa,
quieta, suave, de color canela
la belleza que te han dado me perturba.
Estás sumergido en mis envidias,
yo anhelo, más que a la vida
estar pegada tras tus párpados
y ser solo cuanto veas.
Oh tú, belleza
tanto me enloqueces
que las palabras se esfuman ahora de mi cabeza...

A falta

Si extraviara mi voz,
por Dios, si la extraviara,
besos mudos te ahogarían
la piel de palabras.

Si perdiera, por casualidad
la luz de mis ojos que por ventura,
Dios sabe, te encantan,
en la oscuridad tu imagen grabaría.

Perder el oído sería locura,
no sentir tus palabras fluyendo aquí dentro,
Dios mío, si aún así fuera,
las cantaría hacía dentro para levantar al cuerpo.

Más, yo se, podría perder todos los sentidos
pero la piel no la perdería,
Dios es sabio, mi amor,
cuestión sería me tocaras.

Porque cuando aquello ocurriese,
Voces gritarían por mi, Ruidos
y miradas convergerían solo
y únicamente solo,
por ver amor saliendo de los poros de mi alma.