lunes, 16 de mayo de 2011

Trazos.


Añejas de juventud, así son.
Tienen esas curvas que obsesionan
y trazos de vida que emocionan.

Son oscuras, con marcas de aquella
que también has amado
y que no olvidarás nunca.

Sostienen con fuerza lo que quieren,
se mueven por mi rostro como burbujas
y lo dejan temblando para tu boca.

Así son, con dedos que se mueven
como piruetas en el aire,
y una fiereza inigualable.

Así son, íntimamente responsables
de sonrisas, risas
felicidad.

Fiera.

¡Ay de quién ame a una fiera!
heridas, rojas heridas,
tan grandes como el mar
y tan saladas las gotas
que recorren su mirar.

¡Ay de quién las ame!
porque yo se, desde mis adentros
al que la quiera no sentir le costará.
Valiente sí, el que se atreva,
su corazón a la fiera entregar.

Pobre de aquel que no entienda
que amor más grande no habrá.
Tras la fiereza está la belleza
de un amor incondicional.

¡Ay del que por temor no ame a una fiera!
¡Ay!

miércoles, 11 de mayo de 2011

Compañero


Por favor entiende, hombre,
lejos de ti hay desiertos,
murmullos, silencios,
anarquía por la falta de sentimiento.
Largos senderos de desidia
que recorrería con desilusión.
Sin ti la vida acaba, no hay fruto
no hay promesa,
ni risa, más sí llanto.
Cuando vas a entender, mi hombre,
calles vacías, manos frías,
ojos hundidos y mente dispersa.
Me volvería locura, tortura
de por vida,
ansiaría, con lo último del recuerdo
llenar de vida la agonía
Entiende ¿si?
lejos de tí no hay latido, ni sonrisa.