No se mucho en realidad sobre qué he de escribir, quizás, de lo que siento. Pero últimamente lo que siento es algo demasiado repetitivo que parece no tener solución. Si hablo de que he pasado la noche en el infierno y que me he cansado de la cantidad de sombras y luces que se dirigen al lugar de las eternas torturas y penitencias, y que por lo que soy, tengo la capacidad de ver en sus corazones, el hartarme de su tontería, de sufrir solo porque sí o elegir la oscuridad...la corrompida oscuridad.
Si alguno de ellos tuviera que enfrentarse a un enemigo que esté más allá de sus narices, estoy segura los hallaría bajo sus camas en vez de verles camino al purgatorio. Es una pena, una gran tristeza que me llena de rabia y dolor. Anoche, desenvainé mi espada, sus piedras rojas ardían y acometí contra ellos; ninguno se defendió, entonces, dejé caer mi espada a la tierra y vi como sus cuerpos tomaban forma otra vez y continuaban su camino.
Aún si les ataco para que reaccionen en mi contra, no quieren ver, aún si fuera yo la que era antes con mi luz en la oscuridad se negarían a verla.
En todos ellos veo a uno solo que se ha perdido...
Me dí cuenta que aun siendo lo que ahora soy, cometo el error de continuar tratando de salvarles. No puedes salvar a quién no quiere ser salvado, ni amar a quien no desea ser amado, ni mucho menos tratar de ver a un buen hombre dónde nisiquiera hay hombre y solo se ve una fria estutua de piedra.
Se que al final de mi camino he de volver a mi origen, pero hace algunos siglos cuando todo había comenzado cedí ese derecho del cielo a alguien, que ahora veo, no merecía.
Siempre cuando escribo sobre esto recuerdo que todo ciclo es un circulo interminable que debe cerrarse para comenzar otro proceso y que los nuestros no han concluido otra vez y a raíz de esto y lo que siento respecto a una situación en particular, en la cual en el proximo proceso no quiero encontrarme con ciertas personas me pregunto ¿las otras tantas veces desee lo mismo?
Kitshia de Tharens
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