miércoles, 9 de mayo de 2007

Carta de una princesa

Ya hace tiempo que tengo esto guardado en mi alma, dentro, muy dentro, escondido en mis huesos cubiertos por mi carne, mi piel, pasando incluso por mis venas junto a mi sangre la cual llega a mi cabeza y se detiene en mi corazón. ¡Oh! querido príncipe mío, tan mío que no lo eres, que de ti tengo todo y a la vez nada, tan cerca tu cariño, tan lejos tu amor, tan dulce tu sonrisa, tan amargos tus besos...Aquellos besos que siento pero que son solo fantasías mezclados a la realidad, una realidad que quiere ser pero que no es. Una utopia mezclada de sentimientos encontrados, la lucha interminable entre el corazón y la razón, entre mi cuerpo y mi alma.
¡Oh!, principe mío, tú que me has dado alegrias y tristezas, tú que me ayudas y desprecias, que me cuidas y me engañas, que me deseas y me alejas...¿Por qué haces sufrir a esta princesa, que sin serlo te desea?, esta princesa que sufre y ríe al verte cerca, que sin querer se enamoró de ti y sin querer dejó de hacerlo...dime principe que no eres mío ¿por qué no quieres ser mi amigo, si siempre lo eres?¿qué es lo que te asusta ocurra contigo o que ocurra conmigo?.
Principe que no eres mío, tantas veces te confundí con un ángel que olvidé que tan solo eres humano, con defectos y virtudes, con tantas alegrias y tristezas, con tanto amor en el alma, con tanto sufrimiento el cual te ahoga...dime principe que no es mío ¿por qué he de pagar el pecado de otras doncellas?¿por qué has de castigarme sin tu cariño?¿por qué no me dejas tocar tu alma?esa alma que has cubierto con una coraza dura la cual me impide entrar en tus entrañas así como yo impido que entres en las mías. Sí, querido ángel y príncipe, así es, el sufrimiento que llevo en mi alma no quiero compartirlo contigo, es tanto lo que te quiero que mis penas no las comparto para que esa sonrisa nunca se apague , aunque nunca sea mía.
Bueno querido Príncipe que no es mío, quiero que sepas desde el fondo de mi razón tu felicidad junto a la mujer que amas será la mía... y que desde el fondo de mi alma tu felicidad será un alivio oculto en tristezas...
Me despido príncipe, que el viento lleve mis palabras a tus oídos pero que no las borre de tu mente porque son sinceras dentro de toda fantasia y llenas de magia en la realidad. Me despido con un beso suave, pero con la pasión de una tormenta en pleno apogeo de esta princesa que se conforma con verte y no estar a tu lado...
Ledhyan de los bosques del silencio...
Orhius.
(Texto transcrito integramente según los deseos de una muy querida amiga mía, doña Ar.)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmmm....
Estimada Rosa, digale a su amiga Ar. que si sigue firmando cartas dirigidas a humanos con su verdadero nombre y origen puede asustarlos y alejarlos (y dudo que sea eso lo que ella busque).
Es alentador ver que algunos de nuestra misma especie y sangre aún conservan sus corazones latiendo.

Reina de espadas dijo...

¿cierto que es alentador?
Pensé lo mismo, aunque respecto al nombre quizás ella tenga la certeza de que aquello a él no le molestará o importará...al final, siempre es ella.
Me enorgullece que uno de nosotros sea lo suficientemente valiente como para aceptar que aún tiene corazón

Anónimo dijo...

No se trata de ser o no ser valiente, se trata solo de una fria constatación de hechos, nada mas.

Reina de espadas dijo...

...Cierto, la frialdad. Lo había olvidado.
Bien, corregimos

donde dice:
Me enorgullece que uno de nosotros sea lo suficientemente valiente como para aceptar que aún tiene corazón

debe decir:
Me enorgullece que uno de nosotros acepte a su corazón.

Saludos
K de T

Anónimo dijo...

el amor... eso es algo increible.... lo mejor es que le digas a tu amiga que busque en los bosques... a veces la mente puede buscar a su principe... pero puede ser que su corazòn vea un sapo... (o viceversa)