Ay ! mi piel,
que no haría yo por tí
por tenerte un segundo,
alejados del mundo y cerquita de mí
Ay ! mi piel,
como el río Magdalena
que se funde en la arena del mar,
quiero fundirme yo en tí.
Hay amores que se vuelven resistentes a los años,
como el vino que mejora con los años,
asi crece lo que siento yo por tí.
Hay amores que se esperan al invierno y florecen
y en las noches de otoño reverdecen
tal como el amor que siento yo por ti.
Ay ! mi piel, no te olvides del mar
Que en las noches me ha visto llorar
tantos recuerdos de tí
Ay ! mi piel,
no te olvides del día que se paró en tu vida,
de la pobre vida que me tocó vivir
Hay amores que se vuelven resistentes a los años
como el vino que mejora con los años
así crece lo que siento yo por ti
Hay amores que parece que se acaban y florecen
y en las noches del otoño reverdecen
tal como el amor que siento yo por tí
yo por ti...por ti...como el amor que siento yo por tí
El silencio eterno pide justicia a Gritos. El perdón no se vende ni la Voluntad es para olvidarla. "La lealtad, con amor. El valor, con honor. La deslealtad, con venganza"
miércoles, 30 de enero de 2008
miércoles, 16 de enero de 2008
Marchitas
¡Cuantas flores marchitas en el mundo, cuántas!
Ay de amores que no florecen!
Y en presencia de tu faz las lunas regresan
¡Cuantas horas deseando el color de tus ojos, ¿lo sabes?, ¡tantas!
Ay de amores que no florecen!
Y en presencia de tu faz las lunas regresan
¡Cuantas horas deseando el color de tus ojos, ¿lo sabes?, ¡tantas!
Y de mis sueños que no logran ser fertil palabra en tu boca
La amarga locura arrebatándome lagrimas del alma
¿Qué será de ti, Rojo corazón?
Yo se: Vivirás en soledad, a cada minuto con cada herida
y tú, seguirás en mi, Eternamente como la muerte.
La amarga locura arrebatándome lagrimas del alma
¿Qué será de ti, Rojo corazón?
Yo se: Vivirás en soledad, a cada minuto con cada herida
y tú, seguirás en mi, Eternamente como la muerte.
lunes, 14 de enero de 2008
El piano y yo.

Me estremecí al verlo al final del salón - será posible? - al acercarme noté su forma, su cuerpo y fue inconfundible; era él.
Quite aquella indigna cubierta que opacaba su majestuosidad y entonces sonreí, llevaba un hermoso traje negro y solo al roce de mis dedos por sobre sí llamó a mis sentidos su dulce voz como si de pronto en vida su osadia le hubiese permitido hablar a mi oido y conquistarme.
Me senté junto a él temerosa, enamorada, alerta al exterior y a las miradas de otros pero absolutamente esclava de su imagen. - Tanto tiempo le soñé y ahora será al fin más que mio, pues nada lo quitará de mi cuerpo, su existencia en este corto tiempo será como las marcas que una sonrisa deja en el rostro -
Atrevida, volvi a rozarle, pero esta vez cerca de su boca. Y entonces su encanto me perdió en el cielo, reanimó por un segundo lo muerto en mi y me entregué a él, mis dedos se unian a los suyos !Ah, cuanto amé ese momento en que fuimos solo uno!
No hubo más bella melodia que la de nuestro encuentro fortuito; nos envidió el viento, el tiempo y las horas; el hombre, la mujer y todos aquellos que nos vieron ser felices porque al mirarnos nos recordarán por siempre.
Por un pensamiento, por un sentimiento o lo que duré aquello en el cuerpo dejé mi corazón sientiendo al suyo y mi rostro descansó sobre su antiguo cuerpo, tan viejo como el roble o el cerezo !como el amor que le profeso!.
Podré volver a escribir como entró su voz a la sangre y al cuerpo, a la flor y al anhelo?
Le cubri otra vez, no pude llorar y él lo merecía....
El inolvidable sonido de sus labios me robó el alma guardandola cerca de las suyas, en cada una de sus cuerdas....
Él me enamoró.
domingo, 6 de enero de 2008
Los ojos del Dragón
La niña tenía seis años; no más.
Y cantaba en el transporte público todos los días, sabía antes que yo que era el trabajo y por supuesto, maduraría antes de lo que yo hice en mi tiempo.
Aquel hombre que conocí trabajaba diez horas al día, no tenía seguro social, mantenía una familia de siete y un día cayó de un tercer piso cuando realizaba una labor de pintura.
Supe que aún su esposa le llora y él sin saberlo; No ha salido del hospital.
Las mujeres, unas treinta, que trabajan en la fábrica de camisas se quejan día con día del bajo sueldo y las condiciones en las cuales trabajan; Sin embargo, aquella vez, les indiqué que podía formar un sindicato y exigir sean tratadas con dignidad.
El silencio es hermoso a veces, cuando se refiere al amor; más cuando el silencio es para otorgar y no luchar, se convierte en algo decepcionante.
Una persona muy querida por mi, despues de trabajar veinte años planchando ropa está imposibilitada de seguir en esa profesión por el desgaste fisico que ha sufrido. Su salud es delicada y el sistema dice que no cubre dichas enfermedades y su pensión actualmente no le alcanzá siquiera para el arriendo de su piso.
Ese es mí país
El país que abusa de los suyos, el país enfermo, el país donde los niños trabajan y "y el gobierno lo permite"
El país de los abusos, el país de las enfermedades, el país de la discriminación
El país de las injusticias...
El país que vivo a través de mis ojos, el país del cual me quisiera olvidar.
Ya se, no soy nacionalista. Soy justa y no ciega
Y ahora no voy a enumerar la cosas buenas, porque eso es una barata escusa para lo que sucede.
No tolero el golpe a una mujer ni el abuso con los más débiles; El hombre es un ser maravilloso, digno de muchas cosas y culpable tambien de tantas otras y a raíz de ello creo que puede superarse.
Veo a través de los ojos de un dragón, he sido bendecida (o maldita) con el don de ver através de la mirada del hombre y yo tengo fe en ellos.
Por mi país haré mucho, por mi pais enseñaré, y por él cambiaré todo cuanto pueda, porque el cambio solo proviene a raiz del apredizaje y la esperanza radica en el cambio .
Y haré esto no por amor, sino, por deber. Tambien por orgullo y otras tantas cosas dignas del ser humano, de la parte noble del ser humano.
Mi país, al que no volveré a llamar como mío me ayuda a anhelar más el regreso a casa.
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