domingo, 6 de enero de 2008

Los ojos del Dragón

La niña tenía seis años; no más.
Y cantaba en el transporte público todos los días, sabía antes que yo que era el trabajo y por supuesto, maduraría antes de lo que yo hice en mi tiempo.
Aquel hombre que conocí trabajaba diez horas al día, no tenía seguro social, mantenía una familia de siete y un día cayó de un tercer piso cuando realizaba una labor de pintura.
Supe que aún su esposa le llora y él sin saberlo; No ha salido del hospital.
Las mujeres, unas treinta, que trabajan en la fábrica de camisas se quejan día con día del bajo sueldo y las condiciones en las cuales trabajan; Sin embargo, aquella vez, les indiqué que podía formar un sindicato y exigir sean tratadas con dignidad.
El silencio es hermoso a veces, cuando se refiere al amor; más cuando el silencio es para otorgar y no luchar, se convierte en algo decepcionante.
Una persona muy querida por mi, despues de trabajar veinte años planchando ropa está imposibilitada de seguir en esa profesión por el desgaste fisico que ha sufrido. Su salud es delicada y el sistema dice que no cubre dichas enfermedades y su pensión actualmente no le alcanzá siquiera para el arriendo de su piso.
Ese es mí país
El país que abusa de los suyos, el país enfermo, el país donde los niños trabajan y "y el gobierno lo permite"
El país de los abusos, el país de las enfermedades, el país de la discriminación
El país de las injusticias...
El país que vivo a través de mis ojos, el país del cual me quisiera olvidar.
Ya se, no soy nacionalista. Soy justa y no ciega
Y ahora no voy a enumerar la cosas buenas, porque eso es una barata escusa para lo que sucede.
No tolero el golpe a una mujer ni el abuso con los más débiles; El hombre es un ser maravilloso, digno de muchas cosas y culpable tambien de tantas otras y a raíz de ello creo que puede superarse.
Veo a través de los ojos de un dragón, he sido bendecida (o maldita) con el don de ver através de la mirada del hombre y yo tengo fe en ellos.
Por mi país haré mucho, por mi pais enseñaré, y por él cambiaré todo cuanto pueda, porque el cambio solo proviene a raiz del apredizaje y la esperanza radica en el cambio .
Y haré esto no por amor, sino, por deber. Tambien por orgullo y otras tantas cosas dignas del ser humano, de la parte noble del ser humano.
Mi país, al que no volveré a llamar como mío me ayuda a anhelar más el regreso a casa.

No hay comentarios: