domingo, 27 de julio de 2008

29




Un año más.

Un prueba dificil de pasar...

El regreso a casa

Los instantes de soledad que no se olvidan

Las deudas que cobraré y las que me cobra el alma.

Tu recuerdo constante, indestructible, inolvidable e insensible. Aquel que deseo perder intensamente.

La extención de mis raíces en ella, su bella voz que me dice "que lindos son tus ojos..."

Violeta, Violeta... ¡búscate y encuéntrate!

La esperanza forjándose bajo mis pies, convertida en camino de tierra sembrado de antiquísima lluvia...

La alegría de ver mi vida tejiendose, formándose, fortificándose para nuestro Sueño...

La tristeza de esperar ansiosamente esa llamada que jamás llegó.

Las pruebas superadas, el valor que no sabia existia en mi ¡El vacío de saber que mi mano nunca estuvo con la tuya!

Decepción al ver tus ojos volver de la muerte, solo para irse más lejos y desear que no regresen más.

Reír hasta el dolor de estómago...

Escribir cosas maravillosas que gustan al mundo.

Escribir...¡que delicia!

¿Quién eres tú?¿Porque me hablas como si me conocieras hace 5 años? No eres a quien recuerdo.

Madre, deja el orgullo y se libre.

Lo siento, el corazón lo entregué todo hace un tiempo y no me lo han devuelto...



(...Creo que es todo, quizás por eso tardé tanto en escribir sobre este año...)






viernes, 4 de julio de 2008

De regreso a casa (3)


La catedral de Jerhis es o era una de las grandes obras de la época de Dragones. Sus altas paredes y forma alargada era lugar de peregrinaje dónde hombres de todos los sitios podian observar las obras de luz hechas en espejuelos, los cuales lograban asimilar las formas de los dioses de antaño, tambien, era el lugar de resguardo para todos los libros escritos desde los primeros días de los reinos, desde el corte de la primera piedra del castillo blanco hasta los días en que el fuego lo consumió todo. Es imposible no verme cuando niña corriendo entre sus pilares intentando huir de Canehs, el viejo encargado de la casa de mi madre.


Eran días felices, sin duda.


Ahora, mientras camino entre sus ruinas, no puedo evitar la tristeza. La nubes son oscuras y el agua comienza a caer, la noche, tan parecida a los días en Orhius, llega hasta mi. Mientras busco un lugar para el refugio puedo decir a pesar de no haber estado ahí, de cómo la catedral más hermosa de Akrhos sucumbió ante el fuego.


- Las puertas siempre fueron de un hermoso material tallado en lirce, el árbol de flores rojas que solo crece en el bosque de ergoneth, pero su contextura era frágil. Cuando el pueblo se enfrentó al primer ataque, debió creer que aquí, en este lugar santo, hallaría refugio.

El fuego empezó en la parte posterior, propagándose rápidamente por las paredes que hacian a la vez de estanteria. Los libros comenzaron a quemarse, el humo llenó la estancia, los hombres desesperados por salir comenzaron a romper los cristales, algunos cayeron por las estampida, otros rogaban a los dioses...


La cúpula era de madera y cristal, fue lo primero en caer sobre sus víctimas...es como si hubiese estado aquí, pero, no estuve -


La caida del mismo, entre piedras y roca, había formado un estrecho espacio en el cual se podía estar sentado y además, por fortuna, encender una pequeña fogata.

El crepitar de los pocos leños conseguidos en el camino junto a la lluvia creaban la principal melodia de todo Akrhos, de la noche y el silencio, mezclado con la vida intentando abrirse paso y el golpe del viento en los aun presentes pedazos de cristal, el retazo, del orgullo de un pueblo.

Quizás era en ese minuto la mejor opción cerrar los ojos y volver a las carreras desde el mercado hasta la catedral, esconderse tras los enormes pilares, reir detrás del viejo gruñón y escapar nuevamente hasta el bosque más hermoso de Ethirion, subir a mi árbol favorito y llenar de sus flores mi largo cabello ondulado, volver solo por unos instantes, a ser la pequeña Dama del imponente Reino de Luz.


(Continuará...)

jueves, 3 de julio de 2008

De Regreso a casa (2)


Para comenzar una historia se necesita siempre de un buen lugar donde poder concentrar los pensamientos y recuerdos, sin duda, no hay mejor lugar que frente al camino de tierra que marca tus pasos. Recuerdo bien las ruinas que ahora observo, lo hago después de pedir cortésmente ayuda a una escueta sombra de un árbol para descansar unos instantes.


Tras mirarlas con detenimiento me he dado cuenta de las tantas veces que pasé por su lado sin reparar en lo quizás fue en algun momento.


Fijando la mirada en el pasado glorioso de la tierra de luz, he podido ver el comienzo de mi narrativa o de la historia que nos lleva a este precioso momento de retorno.




... Todo comenzó el día en que, sentada frente al hermano de mi madre, azoté con mis puños la mesa alrevedor de la cual estábamos reunidos. Sin duda, no aceptaría sus razones para decir o separar ambos reinos nuevamente - ¿Acaso venceremos así a los magos de Ethirion, con una disputa interna? -


La natural pasividad que sin duda no heredé de los Zahidrago se vió reflejada en los ojos de ese hombre mientras el nerviosismo se apoderaba de mi tan acalorada madre


- Los caballeros de ese Reino pecan de orgullosos, sus pasos e intenciones solo se dirigen al encuentro de la princesa y no hacia los problemas reales que ahora nos aquejan - dijo bebiendo con calma el poco contenido que tenía su ya cansina copa


- No volverás con la loca idea de mencionar a esa dama en este momento ¿o si? - respondí, y al minuto, imitando y bebiendo de mi ansiable copa de agua.


- Lo que yo diga o haga en breves instantes dejará de ser algo de lo cual usted, princesa, dejará de enterarse. Si usted no desea aceptar su destino y legado como heredera de Orhius no hay mucho que podamos hacer como hijos del templo de los cielos -


La paciencia nunca fue una de mis virtudes, tampoco la tolerancia y si la impulsividad que, a modo de confesión, me llevó a cometer tantos aciertos como errores.


- Eso es lo que tú díces, no lo que yo siento. Zainer ha renunciado a su derecho como senescal de esa tierra y dime ¿te preocupa quién ocupará el trono o la verdad es que te preocupa perder el control? Si me díces que he de partir a cumplir con la palabra de mi familia lo haré sin duda alguna, pero, a modo que insistas en esa mentira sobre mi derecho como princesa estás equivocándote, yo no soy esa princesa ni nunca lo seré -


Eso era más de lo que podia soportar, no aceptar la verdad evidente y utilizar el poder para corromper todo otra vez no era mi idea de un nuevo comienzo. Tomé mi pequeño bolso y muy bien dispuesta me dirigi o quise dirigirme hasta la puerta, cuando la mano de mi madre me retuvo


- Aún eres princesa de Akrhos, debes y puedes hacer más que solo negar la verdad aunque esta sea pasada. Tú lo sabes, lo recuerdas y lo has sentido. Esas vivencias son la respuesta que tanto has buscado - dijo aquel que, nuevamente, levantaba su copa pidiendo la llenaran otra vez.


Ante la petición de mi madre, regresé al asiento "para oir" como ella me había dicho, más, yo ya habia oido suficiente ¿otra vez tiempo perdido, otra vez un engaño?


- La princesa de Akrhos es mi hermana, vosotros la habéis nombrado heredera y por tanto, su responsabilidad. La mia es como caballero de Akrhos y te equivocas profundamente, las respuestas que busco no las he encontrado aún ni las hallaré aqui, con ustedes, por lo que veo. Si un día tengo el honor de dirigir el destino de esta tierra espero tengáis algo en claro; no será en su compañía -


La verdad es que, luego de aquello, mi regreso a aquellas citas habría quedado sellado para mi. ¿Realmente importaba? solo lo hacía el tiempo perdido, las ganas y las fuerzas puestas. Se puede tener dentro del cuerpo un espiritu fuerte, pero a nuestro pesar, el cuerpo es tan fragil como el entorno, como la majestuosidad de las ruinas bañadas por el sol, bellas, pero ruinas al fin y al cabo.


En eso pensé me convertiría al salir de aquel lugar, llovía, la tierra regalaba ese implacable aroma a cenizas y me pregunté ¿por qué siempre llueve cuando...?

Cuando algo me entristece, esa es la respuesta, pareciera que el cielo lo percibiera ¿y ahora qué? elegí el destierro, elegí no obedecer, elegí libertad. ¿Acaso libertad no es soledad?


- Defintivamente no soy parte de la manada ni mucho menos el pastor; no tengo el espiritu de quién guia a seres manipulables -


Un insecto vuela frente a mis ojos, eso, distrajo mi atención de las ruinas culpables de que cuente esta pequeña historia. Siempre es necesario volver sobre los pasos antes de seguir, recordarle al corazón lo que nos ha llevado al instante marcará la vida y las acciones que hablarán por nosotros.


- Creo que después de esto podré avanzar un poco más, para regresar a la realidad, pero antes -


Nada es tán pesado como una piedra, aun, esta tenga un significado especial.

Tomaré un pequeño pedazo de estas ruinas, las llevaré siempre conmigo, ellas me ayudarán a recordar mejor y a no olvidar que debo continuar con esta historia y parece (mirando el cielo) el sol se escapa y lloverá ¡bendita agua que limpias nuestra tierra!


- Lo agradezco, dioses dragones, en nombre de mi amada Akrhos -


(Continuará...)

miércoles, 2 de julio de 2008

De regreso a casa...


¿Hace cuanto tiempo dejé de respirar el aire tibio de mi tierra?

¿Cuánto tiempo llevo caminando y vagando por tierras altas y frias en busca de respuestas?

Las respuestas que solo estaban aquí, conmigo. Las respuestas que a nadie más importaron y fueron una búsqueda personal de mi espíritu ahora solitario y desterrado a voluntad propia.


He esperado pacientemente al tiempo, entre susurros reveladores y gritos silenciosos de aquellos que son como yo, soñadores al fin y al cabo, esperé a encontrar los motivos me llevaran de regreso a casa. Puedo confesar que no los encontré, solo hallé en medio del camino verdades que nadie aceptó y dejó en medio de la nada, a que desaparecieran en la tierra sepultada por los pasos de aquellos que ignoraban lo que estaba bajo sus pies.


He visto cuanto pude ver, cuanto soporté ver, cuanto decidí aceptar; más, aun aquello a lo cual cerré mis ojos entró por mi corazón ya casi hace 12 años y tiene una raiz pronfunda.


Regreso a casa sin nada entre mis manos, sin nada que decir a los míos, sola, no habiendo podido hallar a nuestros compañeros y hermanos, con un titulo dejado por mi familia al azar. Imaginé que tratando de conocer más las tierras de nuestros vecinos, viviendo con ellos y compartiendo sus historias y vidas, comprendería los por qué. Pero no, solo hallé dudas, reclamos, ira, abandono, rencor. Todo el tiempo, todo durante estos últimos dos años esperé a que comprendieran que solo buscaba ideales que sin duda ninguno de ellos está dispuesto a seguir.


Lo sé, lo comprendí. La ausencia de su princesa es más terrible para ellos que para nosotros.

Regreso a casa y ¿que puedo decirles de nuestra Dama?


Pertenezco a la casta real de Akrhos, soy también parte de ellos, pero no fue a mi a quien dieron el trono. ¿Sumergo entonces a nuestra ya golpeada tierra en una guerra interna?

¡Jamás! No, por mi, ni por mi espada. Una hermana comprende a otra ¿un pueblo, un caballero, entiende un abandono?

Antes de regresar le dije que nadie puede vivir dividido entre dos mundos, siempre, se debe elegir un camino a seguir; Un reino al cual proteger, una misión a la cual entregar el vivir.

Cuando partí de mi tierra a las busqueda de mi misma, ellos, ya tenian todo de mi. Mi lealtad, mi amor, mi corazón y vida. Es terrible saber que ya nada tengo para darles al regreso.


Y me quedo de pie, a los límites, observando, soñando con los buenos años. Sin embargo esa ya no es nuestra realidad; somos lo que somos y en medio de la ceniza el bosque de Ermerath vuelve a nacer ¡lo he visto!, en medio de las piedras rotas el sol aparece dando brillo a lo que no se ha perdido. Donde la vida del pueblo de Akrhos halló la muerte, desde las sombras, vi marchar a quienes sobrevivieron, a levantarse orgullosos, a oponer resistencia, a decír ¡No seremos vencidos!.


He caminado como un mendigo, he llorado tantas mañanas vertidas en rocío, he sido firme ante la adversidad, implacable en lo que pienso y siento, orgullosa de mi gente, deseosa de cumplir mi destino, más, aún con todo esto no me siento digna de pisar nuevamente la tierra de mis sueños y de mi gente.


K de T.

(De la narración "Origen")