martes, 4 de octubre de 2011

Noche

Mi amor, mi dulce amor,
en este instante que me desconsuela,
hay una llama que arde en deseo
de contar con tu presencia.

He estado sumergida entre sombras,
las siluetas oscuras bailan en un
estado de encanto que mi constancia,
fría, no encuentra.

Ansío todo el tiempo los ocasos de tu boca
y el vacío que provoca cuando se aleja.
Quisiera siempre estuvieras en este instante
que siempre constante, me consuela.

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