lunes, 31 de diciembre de 2007

Cantico.




Un, dos, tres...
Así llegaron una vez
Un, dos, tres...
Un, dos, tres...
Arrasaron sin piedad
Un, dos, tres...
Un, dos, tres...
Cantan los niños huérfanos de nuestra tierra
Cantan canciones de tristeza y dolor
cantan la derrota de los nuestros

Un, dos, tres...
Un, dos, tres...
Los magos sus bocas han de silenciar
porque en cada uno de ellos un guerrero que derrotar.

Un, dos, tres...
tantas veces fue
siglos de cautiverio
señales de un pueblo que se resiste a llorar

Un, dos, tres...
Un, dos, tres...
Cantan los hombres esclavos,
Cantan, cantan los magos la victoria de hace años
Cantan orgullosos, cantan demasiado...

Un, dos, tres....Un, dos, tres...
Hubo una vez la desdicha de un corazón en el infierno atrapado
Un, dos, tres...
Un, dos, tres...
Cantamos desde hace ya muchas noches.
Sintiendo el clamor de los nuestros
Esperando, esperando...siempre esperando
Cantando, cantando...
Un, dos, tres...
Un, dos, tres...
El enemigo duerme desde entonces en pesadillas oscuras...
Un, dos, tres...
Un, dos, tres...
No saben que pasará
¡ Gritan al despertar...!
Un, dos, tres...
Nosotros, nuestra venganza.
(1,.2,.3 son los golpes que el ejército da a sus corazas cerca del corazón mientras marcha a la guerra)

jueves, 27 de diciembre de 2007

Anhelos




Toda la verdad que conozco, todo lo que se es más de lo que alguien podría llegar a comprender.
No soy feliz. No puedo estar en medio de esta tierra llena de falsedades, odio, abusos y malditos en el poder. Extraño en demasia a mi tierra, sus muros oscuros y el aire frio... Extraño su calidez, sus bosques, su gente honorable. Extraño a los hombres con valores y tesón, extraño tanto a mi amor...
Es inevitable, pero me silenciaré.
Porque no puedo desistir, jamas me rendiré, porque de ello dependen muchas cosas. De ello depende que aparezcan quienes estan aun por venir.
¿Quién en verdad podria sospechar los anhelos mas profundos de mi alma?
¿Quién sabe lo que hay en mi corazón que apenas late?
Si existiera ese alguien sabria que al final de este camino, de este dificil camino que he decidido tomar donde aquellos a quienes amé mienten, se atreven a enjuiciarme sin haberse mirado siquiera a si mismos, me atacan e intentan vencer sabría que aún queda un honorable triunfo para mi.
Que al final me desharé de mis espinas, que las heridas sanarian, que al fin saldría del infierno...
Pero las palabras son invisibles y se oye solo lo que se desea escuchar, y la rosa sigue siento tan roja como siempre.
Estoy rodeada de personas que no me oyen, que no quieren escuchar lo que he de decir. Lo grito en palabras, lo he dicho en susurros....he mirado a los ojos y solo he encontrado un vacío y egoismo propio de este mundo. No tengo amigos, no hay familia, no hay hombres leales.
Solo estoy yo y las espinas. Y aún asi, todos ellos no duelen tanto como tú....
Y podria declarar con franqueza y fuerza, firmando con sangre directamente de mi alma lo siguiente:

" (Mira ahora a mis ojos y sabrás quién soy, pero miralos libre de deseo y pensamiento. Aquí estoy...)"
¿Habrán quienes aún puedan escuchar, existirán aquellos que podrán ver mis intenciones?
Dios....Dioses, alguien. Tengo anhelos importantes que decir sin palabras, de mostrar sin gestos...
Quiero pensar que aún estan esos guerreros excepcionales, esos que no se dejan llevar por las apariencias, que no se rinden...que no abandonan.
No se si mis anhelos tendrán esperanza, solo me ayuda a continuar saber a ciencia cierta que lo que hago es por un bien aunque cuanto aquellos caballeros lo sepan, yo ya estaré lejos.
Con el orgullo del guerrero que soy, con lo que hay aún vivo en mi replico;
Me silenciaré para ustedes...y eso es inevitable


K de T

jueves, 20 de diciembre de 2007

Víctimas

¿Por qué?
Sí, me lo has dicho. No comprendes el por qué de lo que hay en mis ojos, no entiendes mi alma.
Me observas, amante de las rosas, diciendo que no hay otra como yo.
Te he pedido no preguntes, que no intentes conocer el lugar dónde ya no hay nada.
Pero insistes en querer ser el héroe de la historia, salvando lo insalvable, tratando de ser quien no eres. Queriendo por amor, ser quién no debes.
¿Por qué no entiendes?
Atravesaste el umbral de mis secretos y encontraste el infierno de espinas que tienen mis palabras, caíste herido y sangrante ante ellas y yo, yo solo te observaba.
¡Malvada criatura, sin corazón! - gritabas mientras aullabas siendo victima - ¡indolente y orgullosa! - exclamabas cuando la vida se te escapaba.
Y yo, solo te observaba...
Y te dije, - Ahora sabes quién soy -.
¿Por qué? ¿Por qué no has visto cuanto te apreciaba y te advertia de tus heóricas acciones?
¿Por qué tuviste que conocerme y saber quién soy?
Las Rosas del infierno hoy son más rojas que nunca... ¡felicitaciones! al final, si llegaste a ver por un instante mi alma...

K de T.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Flor de Cielo.




(ésto lo había escrito hace ya casi un año, pero en honor a el recuerdo de alguien lo publicaré otra vez...._"Gracias por ese momento tan importante que ambos compartimos, caballero)



Flor de Cielo



Lunes 29 de enero de 2007

Orhius, tierra sagrada, del más antiguo recuerdo surgen imágenes en mi memoria, imágenes de belleza escondida y a veces olvidada.Su tierra, húmeda y dócil como el mismo anochecer nos hace pensar que la vida recorre cada centímetro a lo ancho y largo de sus latitudes. Al sur, imponente, se alza el castillo sagrado de Therión. Sus paredes y torres de piedra negra, extraída de las profundidades del bosque del silencio lo hacen convertirse en un lugar de belleza impresionante. Los colores que puedes encontrar en estas tierras son diversos, desde el apasionado rojo de las tierras del este, de los verdes colindantes de los bosques etéreos hasta la claridad del mar que separa a Orhius de Akrhos.El cielo, normalmente cubierto de una niebla cautivadoramente asfixiante, advierte al enemigo de tener cuidado con sus intenciones, ya que Orhius, siempre, parece tener vida propia.El cielo solo logra verse por las noches, donde las estrellas se convierten en la luz que hace a Orhius más que una tierra sagrada.Sin embargo, había olvidado algo importante, una flor.Cerca del castillo de Orhius, hacia el norte, se divisaba un enorme campo de espigas largas que bailaban con el viento. Al recorrer las enormes paredes puedes encontrar algo maravilloso e increíble, me refiero a una flor. Su tallo largo que puede alcanzar hasta tu rodillas es de un color negro, como el de su tierra y sólo puedes ver la magnificencia de la misma durante el día. Fácilmente puedes confundirte con la espesa niebla que a veces recorre centímetro a centímetro dichas tierras y pensar que son luces de antorchas, pero no, son los pétalos blancos de esta flor que brillan como las estrellas pero a la luz del día y son una guía y a la vez un guardián que te maravilla y recuerda que estás en tierra pura y soberbia.No se bien cómo es que encontré estas flores, cuando me acerqué a una de ella pensé que alguien había perdido una antorcha, pero al llegar ahí, supe que era lo más hermoso que mis ojos pudieran haber visto. No hay cosa en el mismo Akrhos que se compare a su ancestral belleza y pureza. Había alguien que me acompañaba, era un hombre quién me contó que aquellas flores no podían ser tocadas por nadie y que si lo intentabas, éstas automáticamente cerraban sus pétalos y jamás volvían a abrirlo. Él también me contó que no había nacido nadie que pudiera mostrar a otros ojos dicha belleza, sin embargo, quise tocar uno de sus pétalos y me acerqué. La flor efectivamente cerró sus hojas, pero a pesar de ello seguí acariciando cada pétalo muy feliz y aquella flor, como un acto de bondad hacia mi persona, abrió nuevamente sus hojas. Sonreí y tomé una cinta de mi cabello atándola al tallo de esa hermosa flor que brillaba como ninguna otra en esa hermosa oscuridad regalándolos a mí y a mi caballero la oportunidad de observar tal milagro. - Flor del cielo - ese es su nombre, dijo aquel hombre - entonces es mi flor, y ella perdurará en esta tierra aún cuando mi sangre se halla perdido y ya no le sea permitida disfrutar de esta hermosa tierra, por eso dejo aquí, cerca de ella, una de mis prendas para que ella nunca deje de guiar a nuestros caballeros a casa y me haga sentir a mi viva para seguir luchando contra lo que nos asecha - dije, levantándome y haciendo reverencia a una de las más grandes bellezas que tiene la sagrada tierra de Dragones.




Kitshia de Tharens "Recuerdos inconclusos"

martes, 11 de diciembre de 2007

A Erish



Esta carta la he escrito muchas veces, esperando en alguna vida puedas leerla.

He sabido cada una de esas veces de tu existencia y nadie, nadie comprenderá jamás lo que podría yo sentir. Una y otra vez he escrito el único vestigio que dejé para ti en el principio de los tiempos, palabras en papel para que supieras quién soy, aún cuando yo misma no sabía más de ti que el movimiento de tu pequeño cuerpo dentro de mi.


Solo una vez, solo está vez escribiré lo que siento, solo hay esas pocas palabras que segura estoy en esta vida ya no podrás leer.


A ti, Pequeño:


Hijo mío, cuando todo lo había perdido, los dioses me han entregado tu latir.

Creces dentro de mi y me pregunto a diario si despues de ver tus pequeños ojos tendré al valor y la fuerza suficiente para hacer las cosas que debo. ¿Acaso es un mal temor querer ser solo tu madre? Yo en verdad solo deseo verte.

Pero la guerra se vierte poderosa sobre las tierras que conocerás un día, se desata implacablemente sobre todo Ethirion. Aún recuerdo como si hubiese sido ayer a la pequeña hija de Nhia, mi hermana, en sus brazos tan frágil. ¿Dónde estará? ¿qué habrá sido de ella?¿Tendrás tú su misma suerte?. He encomendado mi cuidado y el tuyo a los Elfos, los últimos seres en paz de estos tiempos; más se que eso no durará por mucho, pronto me hallarán.

He encomendado a ellos tu cuidado y crianza, te darán la sabiduria necesaria para comprender el pasado y vivir de mejor manera tu futuro, yo deberé dejarte para presentarme a la batalla.

¿Comprenderás tú mis motivos?¿entenderás el por qué de esta guerra?

¿Sabrás algún día quién es tu padre...?

Perdóname hijo.

Aún no puedo si quiera escribir sobre ello, aún me es dificil hablar de tu padre sin llorar, qué terrible es aprender del dolor con tanta frecuencia y sin poder evitar que lo sientas.

Pero esto no se trata de mi o lo que yo sienta, sino, de lo que puedo decirte de él si es que el destino nos separa. Hablarte de manera justa para que tu juicio sea el indicado en su momento.

Él es un gran hombre, valiente y decidido. Orgulloso de su tierra y de su nombre. Hábil y astuto, pero por sobre todo; Noble.

Ese es tu padre, mi amado hijo. Eso más que nada necesitas saber de él.

Si tiempo despues cuando ya seas un hombre te encuentras cara a cara con él, quizás no comprendas mis palabras, creerás que me he equivocado. Pero no será asi, lo que te escribo es verdad. Dependerá de ti comprender sus motivos, de lo libre que esté tu corazón y lo fuerte de tu espritu. Se que también deberia dejar en esta carta su nombre, pero es imprecindible por tu seguridad y preservar tu existencia que por ahora, no lo sepas.

No te preocupes, lo sabrás, a su debido tiempo. He preparado todo para que recibas esta carta cuando cumplas 12 años. Entonces muchas cosas te serán dichas.

No dudo que al saber la verdad, sufrirás, y creéme, no me perdono aquello.

Por tu sangre corre nobleza y grandeza.

¿Por qué siento que serás el vivo reflejo de tu padre? Tengo el presentimiento que quizás tú serás todo lo que él perdió. Ruego a los dioses que asi sea.

Ten fuerza, hijo. Valor y fortaleza. Ten corazón, pero no olvides por él a tus ideales. Se equilibrado y no pierdas nunca la fé.

Nuestra tierra necesita caballeros fuertes. Que lo que yo soy o a mi me suceda no sea motivo de tu venganza o una ira desmesurada. Eres hijo de Ethirion, has nacido del árbol de la nobleza y tu legitimo derecho te será revelado por mis caballeros al momento de recibir esta carta. Sin embargo, ser heredero no te hace merecedor. Deberas probar tu valor, enrostrarselo al enemigo pero por sobre todo mostrarselo a tus amigos.

Te heredo responsabilidades y derechos y peor aún, quizás no esté contigo. No puedo mentirte. Al momento de escribir esta carta me han avisado que ya nos han descubiertos y deberé huir lejos aún contigo dentro de mi y para protegerte, en el minuto de tu nacimiento, he de dejarte solo.

Confío que también, algún dia puedas saber de mi. Confio tu seguridad a mis caballeros y si los dioses me acompañan estaré contigo en tus primeros pasos y jamás sabrás de esta terrible, aunque intensa carta.

Los dioses cuiden tu camino, no lo alejen de la luz.

Algún día te rodearé con mis brazos, lo se...pretendo ganarme ese derecho.


Tu madre,

Kitshia de Tharens, señora de Luz

Realeza de Ethirion.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Becker.


Asomaba a sus ojos una lágrima y a mis labios una frase de perdón...
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, él por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: "¿Por que callé aquél día?"
y él dirá. "¿Por qué no lloré yo?"



Dices que tienes corazón,
y solo lo dices porque sientes sus latidos;
eso no es corazón... es una máquina que al compás que se mueve hace ruido.

jueves, 29 de noviembre de 2007

(......)


Que tonta soy, no aprendo a pesar de los años, no comprendo y sostengo ideas, esperanzas y anhelos en la parte viva de mi corazón.

Debo entender que los deseos personales no son posibles, que aquello que los provocaba murió hace algunos años.

Debo aceptar su muerte...

Insisto en creer y sostener la utopía de su regreso, como la princesa que aún espera ser salvada de su prisión por su amado y valiente caballero. Que sueña con el esplendor de su Reino y el amor despertando con ella cada mañana.

Nada de eso es posible, la muerte me lo arrebató ya hace mucho

Pero en cuanto levanto la espada, enfrento mis palabras y desiciones a mis enemigos, nace la victoria, resurge la idea, vuelve la visión final del camino dónde somos libres y fuertes, y ¿por qué no? también felices...

Y esa no es la verdad, no estamos en casa, este mundo y su gente hace tiempo que aceptó a sus opresores y yo, tengo ideas pero no herramientas.

La muerte me sigue arrebatando cosas, con la maldita idea de volver a ese circulo que es mi prisión y aún asi me opongo firmemente a sus deseos. Solo consigo....(...)

No me dejo vencer, pero no aprendo que no existe mi derecho a la felicidad.

Un día, el templo de los cielos dictaminó mi destino al que yo me opongo firmemente y llega la desilusión al ver a los mios aún creyendo en sus dictamenes. Muchos de ellos siguen presos de ideas y recuerdos terribles de las cosas que no sucedieron y no son verdad.

Sin embargo no descansaré hasta enrostrar la verdad y regresarles a mi lado.

Y en medio de esos deseos mios, nacen tambien los propios de felicidad Y no aprendo, no tengo derecho a ser feliz. No debo ni puedo soñar con que regresará...

Te extraño tanto a pesar de eso...necesito tanto tu consejo, tu mirada. Tu risa y valor, tus ojos fieros ante el enemigo...

Aún mi alma te llama a gritos noche tras noche buscando puedas, si estas perdido, regresar...

Y no importa cuanto haga, cuanto venza, cuanta gloria y honor llegue a obtener en esta vida....nada hará que la muerte me regrese lo que me a quitado; el amor de mi alma.


Kitshia de Tharens

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Héroe, Enemigo y Archienemigo.


En todas las culturas, épocas y especies hay alguien excepcional.

Este ser excepcional puede ser alguien común, uno cualquiera nacido entre la gente normal o uno de sangre privilegiadas a través del tiempo por sus antepasados.

Todo mundo, sea cual sea, tiene a un Héroe, enemigo y sus Archienemigos.

Los enemigos son seres opuestos, volubles, capaces e incapaces. Al enemigo, lo puedes volver amigo si tu inteligencia y conocimiento en el arte de la guerra es el suficiente. El enemigo siempre existirá y es a quién no se debe jamás temer.

¿Pero, alguien sabe que es un archienemigo?

Es alguien de quien deben cuidarse, es aquel que está a tu lado por mucho tiempo, a veces en silencio, otras tantas sonriendo y comiendo de tu mesa. Que conoce tus alegrias y tristezas, tus enojos y desventuras. A aquel que has confesado los secretos inconfesables de tu alma.

Ese archienemigo a veces puede ser tu mejor amigo disfrazado, aquel que llegado el momento justo te golpea donde más duele... El archienemigo es un ser excepcionalmente inteligente, que no atacará tu fisico con una espada, sino a tu corazón.

Un buen líder, tiene amigos a su lado, personas en quien confiar. Sabe dónde estan y quienes son sus enemigos y los tiene cerca.

¿Sus archienemigos? Un buen líder no los tiene. ¿Por qué?... simple, todo buen lider que ha pasado a la historia a caido en las redes de sus archienemigos y ha sido derrotado.

Lo que lo hace diferente, fuerte e inalcanzable a ese lider es, despues de aquella derrota, haberse levantado y aprendido que el poder se obtiene y se conserva a base de inteligencia emocional.



K de T

sábado, 17 de noviembre de 2007

La Razón (Hoobastank)

No soy una persona perfecta
hay demasiadas cosas que desearia no haber hecho
pero sigo aprendiendo
nunca quise hacerte esas cosas
y hay algo que tengo que decir antes de que me vaya…

Solo queria hacerte saber
que encontre una razon para mi
para cambiar quien solia ser
una razon para empezar de nuevo…y esa razon eres tu

estoy arrepetido de herirte
es algo con lo que debo vivir cada dia
y en todo el dolor que puse en ti
desearia poder lanzarlo lejos
y ser el unico que capture todas tus lagrimas
es por lo que quiero escuches:

Que he encontrado una razon para mi
para cambiar quien solia ser
una razon para empezar de nuevo
y esa razon eres tu

He encontrado una razon para mostrar
una parte de mi que tu no conociste
una razon para todo lo que hago
y esa razon eres tu.

domingo, 4 de noviembre de 2007

A la luz de la Noche


"Todos los días amanece otra vez y regresa la luz del sol"
Para todos, el sol siempre está ahí aunque lo ignoremos o creamos ausente su luz en nuestras vidas.
Quízás es lo que sucede conmigo y con lo que soy; El día comienza, el sol aparece y mi sonrisa mostrando mi alma.
Sin embargo para mi el día comienza en el ocaso, en el minuto preciso en que la sangre parece arder en mis venas y aparece mi amado: El cielo oscuro.
No hay nada más hermoso que las estrellas en ese infinito campo de tierra negra, las luces por doquier, tan pequeñas e insignificantes, pero que en conjunto logran hacer escapar de mi pecho un aliento de jubilo y emoción.
Hace algunos años atrás estuve muy cerca de tocarlas, me refiero a las estrellas.
Eran tan claras ante mis ojos y es la primera vez que me arrepiento de no haber llorado, Lo he hecho por cosas y personas que no lo merecen y eso, ese momento único e irrepetible lo merecía. Solo ahora, aquí, en el jardín de mi casa y mientras escribo ésto logro ver que aquella noche, desde ese balcón en medio de las montañas me sentí única, libre y desatada como las más antigua de las bestias, como un dragón deleitándose de si misma y jactándose de su espiritu fuerte, admirando esa noche como sabiendose en su lugar de origen.
Desde entonces han habido otras tantas noches, algunas felices, otras solitarias, las más desagradables eran aquellas en que, sentada en el mismo lugar, era incapaz de mirar la noche con su brillo ensordecedor, obstinadamente decidida a declarar que yo no podia aceptar algunas cosas que eran tan evidentes como el hecho de que, muy a pesar de mi, amaneceria otra vez. Tambien existieron aquellas noches de sentimiento profundo, dónde miraba al cielo y en medio de mi exilio personal llamaba a los mios a través de las estrellas. Muchas e infinitas noches las he dedicado a mi deber.
Estoy suspirando, mientras escribo, me tomo una pausa para darme cuenta que hasta ahora solo he escrito sobre las cosas que siento, vivo, pienso y respiro, pero no he dedicado ninguna palabra a mis errores.
Si bien hay personas a las que he hecho felices y reir, a otras tantas las he hecho llorar.
A algunas sin quererlo, a otras por mis errores. A veces el corazón (que yo normalmente creo absolutamente bajo control) se ordena a si mismo y escapa a través de una mirada o de un susurro. Principalmente hablo de él, quien tanto me preocupa. He cometido demasiados errores, algunos tan graves que cuando los recuerdo y medito comprendo que realmente he sido alguien que juré nunca ser. Y sucedió que me he equivocado porque de alguna forma no queria decepcionarlo, pero gracias a ello solo he cometido error tras error, he dicho una y otra cosa solo para darme cuenta que no podria cumplirlas luego porque soy una persona que confia en sus ideales, en lo correcto y más aún, en lo que siente.
Hay una estrella brillante ahora sobre mi, los niños ven generalmenteven en las nubes numerosas formas e imágenes, yo las veo en las estrellas y esta es grande, por lo menos más que las otras y quisiera que esa estrella fuera ese ser a quien he decepcionado, perder el miedo, adquirir el valor suficiente y decirle:

Lamento haberte decepcionado.

Siento tanto no haber sido sensata desde el principio y haberte mostrado quien soy en verdad. Siento haber madurado tarde, muy tarde, para darme cuenta de que todos los miedos que uno siente estan ahi para superarlos y adquirir el valor necesario.

Ahora no puedo hacer mucho más que disculparme y prometer que nunca más me esconderé y que tomaré mi sitio en este destino nuestro aunque esto jamás puedas perdonarlo.

Sin duda aqui soy feliz, la oscuridad, la brisa fresca, las luces en las calles y mi hermoso campo de tierra sembrado de luz de cielo.
Para aquellos que son aún capaces de ver más allá podrian percibir que soy luz en medio de la oscuridad y que es aqui donde pertenzco, donde más brillo tengo y ser ese destello que cierto caballero un día descubrió, cuando el sonido de mi nombre despertaba ante su llamado.
Me encanta estar ante la noche y ser su luz.


Kitshia de Tharens.

martes, 30 de octubre de 2007

Soledad


Escribo mi propia historia
Y sólo vivo al paso del infierno en el que he decidido estar.
Y todas las voces que escucho
Son sólo ecos de mi deseo
Ecos de justicia que me propongo ejecutar
Impotente enfrento a mi soledad
E infranqueable le doy la cara.
Desintegrada en miles de pétalos
el viento me lleva en una sola dirección
Y no sostengo tu mano lo suficientemente firme
En falsos sueños me han mantenido
guiando el sendero que no deseo caminar
He buscado la gloria de estar contigo
La fuerza de tu compañía para enfrentar la verdad
Y sigo aguardando en el camino,
porque solo encontré la ridícula soledad



K de T.

sábado, 27 de octubre de 2007

Bendita Ignorancia.


Ella lavaba la Ropa, su rostro sonriente observa con total presicion si el enjuague había sido en indicado o deberia realizar dicha acción otra vez. La seguí observando hasta que abandonó el lugar, llena de curiosidad, metí las manos al agua para hacer lo que ella hacía; el agua estaba fría y muy lejos de lograr un rostro feliz me molestó este hecho el cual consederaba una pérdida de tiempo. Esto solo logró que mi curiosidad aumentara.

Conforme pasaba el día, la muchacha seguía en sus quehaceres, tendió la ropa, limpió la casa y barria en antejardín aunque esta vez, lo hacía musitando una melodía que parecía de su agrado. Una vez más cuando ella terminaba su labor, trataba yo de realizar lo mismo siendo en vano mi intento por lograr comprender por qué razón hallaba en su tan común trabajo tanta felicidad y aceptación.

Luego de esto fue hasta el amplio campo que estaba detrás de su hogar, dónde el sol implacable caía sobre la tierra y ayudó un tiempo a su esposo en la tarea de siembra.

Cansada, considerando que solo había hecho lo mínimo en mi afán de comprensión, esperé hasta que el día acabara y cuando la vi por primera vez sentada ordenando algunas cosas de su extraño canasto, avancé hasta ella y le pregunté:

- Señora, durante todo el día he tratado de comprender de donde proviene su felicidad. Cómo es posible que, casi siendo usted esclava de sus quehaceres diarios e hijos, comprobando que no ha tenido un solo momento de descanso sea usted tan feliz.

La mujer, que por un momento me observó sorprendida, respondió a mi pregunta con otra y me dijo:


- ¿Acaso no es usted feliz con su vida?


Ahora yo era la sorprendida. - sí, claro.- le contesté - pero aún no me responde.


- Mi señora - dijo con voz suave y cansada - Cada mujer y hombre, puede elegir como vivir. Yo he elegido vivir por mi familia y eso me hace feliz, estoy conforme con la vida que los Dioses me han dado y hasta ahora no me han dado razón para pensar lo contrario. Cuando veo a mi señor esposo feliz de verme luego de un arduo día de trabajo, a mis hijos abrazarme despues de volver de la escuela y hallar un hogar confortable, tengo mi recompensa.


Una vez más, me quedé sin palabras. Me pregunté si esta mujer, que me había recibido en su hogar aquel día de lluvia, cuando me hallaba cansada y fatigada sabria quién era yo o lo que significaba para los mios. En ese minuto hice caso omiso a mi natural comprensión de las cosas y molesta, le dije.


- Pero como es posible, eso es egoismo. Hay una guerra allá, lejos, muchos hombres y mujeres valientes mueren por mantener esta tierra libre de peligros, para que usted pueda disfrutar de sus días y canciones. No puedo entenderlo, simplemente lo creo terrible.


La mujer me observó un minuto, quizás no muy segura de que luego iba a decir. Suspiró y me dijo:


- Es usted una mujer jóven, yo he nacido y vivido en estas tierras. Mi esposo cultiva la tierra para la Familia Real y los caballeros, para nosotros y el pueblo. Él siempre díce que cada hombre tiene un papel que cumplir, yo ignoro que pasa, creo que si lo supiera moriria de pena y no se...entonces si eso pasara ¿quién sembraría la tierra? . Usted, mi señora, no debería preocuparse por mi y descansar mucho. Siempre he oído, cuando voy al pueblo, que tenemos nuestra paz porque hay quienes luchan por ello, imagino que a esas grandes personas les hace feliz su trabajo de protegernos.


Mi boca se cerró y me limité a sonreír en una mezcla de verguenza y asomo de disculpas. Me sorprendió saber cuan hermosa puede llegar a ser la ignorancia y que suerte tenía yo que existiera alguien como esa mujer, quién me dió cobijo para descansar y sembraba la tierra, contruibuyendo de una forma casi invisible en la guerra que mis caballeros libraban. Ambas, ella y yo, de una manera muy distinta y que solo los dioses pueden comprender luchabamos por la misma causa y dependia solo de nosotras como cumplíamos mejor con esa vida que nos había tocado.
Nunca olvidaré a esa mujer tan sabia como para comprender la lógica de su existencia y su importancia y a la vez tan ignorante de los males que asolaban su tierra.

¿Cómo podría? si ella fue quién me recordó cuan feliz me hace ser quién soy.

K de T

martes, 23 de octubre de 2007

Rosa Blanca


¿Como te atreves a nacer, amada y encantada?

Yo no te recordaba...

estabas en algún sitio de mi alma,

y por ti, he llorado otra vez la desesperanza.


Esa era yo, y eras tú,

era la inocencia de una mañana, el matiz

de mis infinitas prosas en tu nombre.

Amor, sí, amor...


Eso era la rosa Blanca.


Pero el infierno que maldigo

como el acto de tus labios en desidia

rencor y odio,

Han vuelto mis rosas en amargas.


Ahora, soy Rosa...simplemente Rosa.


Te veo radiante en el campo de espinas

esas, que son ahora lo único que crece en mi

infinita alma.

Una reina de corazones olvidada.


Noche, idolatrada en mi tierra desencantada.


Rosa blanca, que las lágrimas visten

de sangre inocente y derramada.

Como te atreves a sembrar en el vacio de mi pecho

el principio elevado de la esperanza.



K de T



sábado, 29 de septiembre de 2007

Venganza.




Desde lo más profundo de la torre, la mirada del caballero se encontraba con la desolación. Y esa mirada por tanto tiempo abandonada a su suerte tras la derrota de los dragones.
- El más valiente de todos, ¿dónde está? -
Repetía innumerables veces. La última vez, durante el estacionamiento de una batalla le vió salir raudo en dirección desconocida, con la mirada perdida hacia un camino que ni él ni algún otro de los soldados que le acompañaban lograba comprender.
- Pero eso ya no importa -
Decía siempre, al ver que las horas designadas al escaso sol acababan. Pero era en ese minuto donde los peores sentimientos sembrados en el corazón del Dragón avecinaban como una enfermedad terrible y avasalladora. Sí, eran sentimientos desconocidos para cualquiera de lo que alguna vez formaron tan respetable escuadrón de bestias aladas. En otros tiempos, se le habria castigado, en aquellos tiempos él feliz habría aceptado cualquier tortura con la más extensa sonrisa, pues no había deseo más ferviente en su corazón que el volver a ver la grandeza de la tierra oscura.
Entre los escombros de aquel lugar podía observar las odiadas luces azules, las detestaba. Rodeaban las ruinas del castillo negro y desde ahí podía observar el eterno arder de las torres sagradas que en tiempos remotos eran lugar de residencia de los caballeros negros.
- Malditos...mil veces por la eternidad. No conformes con destruir condenan a la eterna visión de dolor como nunca, nunca dejarán de arder. No nos dejan olvidar la terrible derrota y el abandono. -
La condena de la visión, del estar vivo... de haber sobrevivido. El caballero odiaba y reía, cantaba canciones de tiempos antiguos llenos de honor y fuerza, enloquecía entre sus harapos y lo que quedaba de una fuerte armadura.
- ¿En que me he convertido? - Decía despues de desatar sus terribles emociones en contra de las desechas paredes que había sufrido por largo tiempo los golpes de sus puños siendo la sangre fiel testigo de aquellos arrebatos de dolor.
Volvía entonces a lugar por donde podía observar las llamas que todo lo quemaban y la prisión de su amor. Aquel caballero no era otro que uno de los tantos que lloraba en silencio y sus lágrimas clamavan batalla a través de la lluvia que, sin obtener su cometido, caía sobre el fuego de los magos intentando poner resistencia a semejante poder.
Como en una historia contada desde el infierno, el dolor no consigue pasar...aumenta conforme pasan las horas, y es que no era lo peor, venian las voces...las voces a lo lejos que solo un dragón podía oir, el gemido constante de las bestias aladas, de los amados dragones caer bajo las espadas y cadenas del enemigo, el paso lento de los condenados a ser esclavos de las equivocaciones de otros y su eterno clamor por justicia.
Y él, que podia oir cada una de ellas se preguntaba - ¿cuándo moriré?- y despues de decir esto se odiaba a si mismo, pues era un deshonor esperar a que la muerte viniera por él. No es lo que el primer caballero les había enseñado, ningun dragón podia tener mejor muerte que en batalla defendiendo a la tierra amada.
Miró entonces por largo tiempo sus manos golpeadas inutilmente contra algo muerto y sin vida, desperdiciadas a través de los años por la soledad y el odio sin un cometido, sin una razón.
- Al final, todo se ha perdido. Ella se ha ido, él no ha regresado con nosotros. Todos han muerto en manos del fuego azul, luchando por un sueño, luchando aún...la espada en alto, el orgullo en el corazón y la esperanza de poder llegar a ver otra vez el hogar de donde habia sido expulsado como un vil ladrón. No, para esto no hemos nacido.-
Puso el caballero sobre sí lo que quedaba de su armadura y marchó.
No volvió a llorar...
No volvió a odiar...
No volvió a golpear a un muerto...
Cerró los ojos mientras dejaba que la lluvia cayera sobre él, así estuvo por un día y entonces concentró todo aquello que él era en una idea; Una.
Un sentimiento, una emoción, un respiro...
...La venganza...
- No más corazón ni lamento, eso no levanta a una espada. Un dragón negro, un caballero de tierras oscuras al servicio de la fuerza. No más espera, no hay más camino que seguir ni duda que aceptar. Somos todos los caballeros uno por ella, princesa, por Orhius. -
El caballero sin corazón caminó sosteniendo su espada por todo el tiempo que duró su trevesía hasta el fuego azul que aprisionaba el castillo, ahí, frente a él mientras los soldados que guardaban aquellas tierras venían hasta él, el tiempo se detuvo y pudo abrir los ojos para ver una vez más el glorioso y magnifico volar de los dragones por sobre su tierra.
Cuando ya casi era alcanzado levantó en alto su espada y con un grito lleno de fuerza, de una fuerza única nacida de la suma de los sentimientos llamó a la venganza y se avalanzó contra el fuego azul.
Ese fue el fin de aquel caballero, la lluvia seguia cayendo sin cesar pero ahora, con más fuerza y desición, con más vida que muerte.
Eso es justicia por Venganza.
Es lo que he visto en mis sueños, el dolor que siento, la fuerza que obtengo, el valor enaltecido,el rezo constante sobre mi espada para y por ellos, mis caballeros que siguen luchando en nuestra ausencia...


K de T.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Palabras....



" Si personas como tú se rinden, realmente estamos perdidos..."




Se agradecen estas palabras.


Saludos.


K de T.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Cuento de Amor por olvido.



La cabeza y corazón, en constante batalla.

Pero, un día ocurrido el milagro del amor, fueron uno solo.
Y tiempo después, la razón triste y desfallecida al ver al corazón medio muerto intento lo imposible.
Y buscó eliminar la memoria, y dijo, que habían cosas que jamás sucedieron.

... Jamás había leído sus letras.
... Nunca había sonado el teléfono transportando su voz.
... Nunca compartió esa mirada que lograba que el tiempo desapareciera.
... Aquellos viajes jamás se concretaron.
... Fueron sueños, dulces sueños, cuendo sentió el amor através del tacto de sus dedos acariciando la piel, sus besos, sus pocos pero largos e intensos besos eran el ferviente deseo del inconciente.
... La risa que oyó, la alegría y felicidad que me transmitia al estar ahí eran una broma de la razón de la cuál ahora mismo se disculpaba.
... No hubieron abrazos, momentos de compañia y comprensión, ni silencios.
... No, insiste la razón, jamás hubieron esos silencios que eran el libro de esa historia, escrito, día con día y palabra a palabra.
... Ni hubieron lágrimas, ¡cómo!... las lágrimas son el grito suave y dócil del alma. Y eso, decía la razón, no existe. No existe el amor de alma por alma.

Luego, la razón que borró todo recuerdo de amor, dulzura y pasión recorrió en la memoria aquellos momentos tristes que, como concecuencia de lo anterior, también debían ser borrados.

Y entonces la razón hizo que desaparecieron del recuerdo diciéndole al corazón:

... Que no había ausencia
... No hubieron penas
... Las constantes preguntas del ¿Por qué?
... ¡Nunca! existieron las palabras crueles...
... No hubo esa extensa espera de su llegada para comprender que el miedo de lastimar al ser amado nos lleva a hacer cosas que no deseamos y los alejamos de nosotros..
... La decepción no existió...nunca.

Al final, la razón cumplió su cometido; No había recuerdo alguno sobre aquel amor, más sin embargo el corazón seguía llorando y ésta al preguntar el por qué no obtuvo más que una respuesta del corazón:

"No se por qué lloro, es algo que no recuerdo y se que no existe; más sin embargo es más fuerte que yo, lo siento, lo percibo y duele"

La razón, conmovida, no lograba en su extenso poder de lógica hallar solucion ¿qué más hacer?

Parecía que habían cosas inolvidables, fuera de su alcance. En su busqueda halló una solucion que no era la deseada.

Entonces, el corazón recurrió a un abrazo de la razón y asi se quedó, silencioso, frágil...

- Esa es la respuesta -
Y deshizo lo hecho; regreso el recuerdo al corazón y éste hallo motivo para el llanto.

Y lloró junto a la razón, que pacientemente, esperó a que aquello pasara pues como ella bien sabía, aquello era inevitable.

Pacientemente espero a su querido corazón para enseñarle a recordar que tambien existe el amor para con uno mismo y que, también, existe el olvido para el alma.

K de T.





jueves, 13 de septiembre de 2007

¿Ahora quién?



¿A quién van a engañar ahora tus brazos?
¿A quién van a mentirle ahora tus labios?
¿A quién vas a decirle ahora "te amo"?
Y luego en el silencio le darás tu cuerpo
Detendrás el tiempo sobre la almohada
Pasarán mil horas en tu mirada
Sólo existirá la vida amándote
¿Ahora quién?
¿Y quién te escribirá poemas y cartas?
¿Y quién te contará sus miedos y faltas?
¿A quién le dejarás dormirse en tu espalda?
Y luego en el silencio le dirás "te quiero"
Detendrás su aliento sobre tu cara
Perderá su rumbo en tu mirada
Y se le olvidará la vida amándote
¿Ahora quién?
¿A quién le dejarás tu aroma en la cama?
¿A quién le quedará el recuerdo mañana?
¿A quién le pasarán las horas con calma?
Y luego en el silencio deseará tu cuerpo
Se detendrá el tiempo sobre su cara
Pasará mil horas en la ventana
Se le acabará la voz llamándote
¿Ahora quién?
¿Ahora quién?
Ahora quién si no soy yo
Me miro y lloro en el espejo y me siento estúpida
Ilógica, y luego te imagino todo regalando el olor de tu piel
Tus besos, tu sonrisa eterna y hasta el alma en un beso
En un beso va el alma
En mi alma está el beso que pudo ser.



M.A...(Sonando en mis oidos y alma)

lunes, 10 de septiembre de 2007

Extranjeros.


Los veo caminar y vivir, destruir y aniquilar. Olvidar los sentimientos con la firme creencia que son aquellos los que los hace más débiles.

Corren no reconociendo su entorno ni admirando la belleza de lo que esta tierra les ha regalado, conforme avanzan en su vida terminan por detestar su existencia en este mundo.

La sabiduría es olvidada; ancianos y niños son el paso inútil en la sociedad, el estorbo que pronto debe acabar o crecer.

Entre ellos, en el tumulto de gente que va y viene olvidándose de si misma, estoy yo y algunos como yo.

Ni de unos ni de otros, buscando respuestas en una tierra árida de conocimiento y valores. Extrañando nuestro hogar el cuál perdimos, extranjeros en la tierra maldita de la ignorancia y el poder.

A veces, me siento a observar. Otras tantas me rio, pero más de alguna vez siento pena por ellos.

He podido sentir lo frágil del cesped bajo mis pies desnudos, ser capaz de sentir la tibieza del sol y el murmullo de los árboles; La paz está entre ellos, pero ignorantes, la cambian por el asfalto frio y su propia decadencia. He observado detenidamente su proceder, tienen miedo, la mayor parte del tiempo sufren por eso.

Quizás es aquello lo que los hace merecedores de esta tierra; el dolor del que son capaces de sentir y al cuál temen en demasia.

Porque pocos reconocen la importancia del miedo, de enfrentar al demonio hostil que se esconde en cada rincón oscuro de las calles mal olientes de esta ciudad; del miedo nace el valor.

Pero los héroes son personajes extintos de épocas remotas, recordados en algún libro que se ha vendido por papel para reciclaje...

Y continúan de esa manera.

Hay días en que no tengo idea hacia dónde ir. Generalmente los días sábados escapo a algún rincón verde de los pocos que quedan en esta terrible cuidad y quito mis zapatos para caminar algunas horas sintiendo algo de nostalgia por mi amada tierra.

El enemigo come, duerme y vive entre ellos, los consume a poco. Su suerte está echada.

Algunos de los mios luchan incanzablemente contra ese terrible enemigo cada día más fuerte, yo solo espero que su lucha no sea inútil.

A pesar de ser extranjeros, nos relacionamos con ellos. Entornos cercanos, amigos, conocidos...

Y eso de alguna manera nos ha hecho pensar en las raíces, que, apesar de yo misma tener fuertes razones para ellos, no consiguen que me sienta parte de este tan patético lugar.

No soy ni pertenezco, es un castigo para mi. No hay día en el que desee pase el tiempo pronto y termine mi ciclo aquí. Alguien me dijo un día que los milagros no existen y que las cosas solo se consiguen siendo consecuentes por lo que más deseas; y me pregunto, si tantas veces he deseado volver a mi hogar y he luchado incanzablemete por ello ¿por qué no ha sucedido?

Creo que esa persona tampoco sería capaz de responder a semejante incognita.

Vuelvo a estar en algun sitio del centro de la cuidad, observando como se autodestruyen y mientras tomo de mi bebida cierro los ojos pensando en mi próximo paseo en el cesped del parque Bustamante, caminando en circulos e imaginando que ya no soy una extrajera entre los hombres y el enemigo, sino, que estoy en casa.



K de T.

lunes, 3 de septiembre de 2007

El beso de una gata.


En medio de las sombras los besos nacen y mueren...

Nacen, por necesidad, otras veces por simple deseo...

Y mueren, porque no tienen vida

Son semillas no destinadas a crecer en el corazón.

Cuando el corazón es tierra infertil donde sembrar.


Sí, es cierto. Las gatas sabemos de aquello...


De la tierra infertil, del atardecer rojo y las noches

con su aire tibio.

Un aire embrujado de sueños y ojos cerrados

dónde nada importa, solo sentir.

Y se siente bien, dulce y agradable.


El beso prestado, el beso robado...


Y no importa cuanto desees retener ese momento

es inevitable; la noche llega, el frio cae y la niebla borra la marca

esa, que queda fragilmente tibia al roce y el abrazo

aquella, que parte en distintas direcciones tratando de olvidar

que el beso, ese intenso beso solo fue un préstamo


El pago inmortal para las felinas de negra noche como yo, que sabemos inalcanzable el beso de amor como la luna...



K de T.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Escucha a la Lluvia




Escucha,
Escucha cada caída de la lluvia (Escucha, Escucha)
Aaah
Susurrando secretos en medio de la lluvia (Escucha, Escucha)
Buscando mágicamente a alguien quien escuchar
La historia es mas de lo que escondese
ira por mucho tiempo cada caída de las gotas de lluvia
Mientras tanto, ¿podremos esperar?
Es muy difícil decir adiós
Escúchala, a la lluvia
Estuve sola en el medio de la tormenta (Escucha, escucha)
Mas tarde, dulcemente digo "no"
No se pueden quedar por ti, pues no tienen mucho tiempo
Abre tus ojos al amor que te rodea
Tu puedes sentir que estas solo
Pero yo me mantengo aquí contigo
Puedes hacer lo que quieras
Pero siempre escuchando a la lluvia
Porque esa lluvia siempre seré yo
Escucha...

(Evanescence)

miércoles, 29 de agosto de 2007

Espejismo.



En un día de agosto, en medio de la nada. En el largo camino que he comenzado hace ya tanto.

A lo lejos puedo ver las enormes puertas que me llevarán a ver el cielo otra vez. Lo extraño tanto, tanto...

En medio de este desierto dónde van los desterrados y viajeros sin tierra es cruel, te hace desear en lo más profundo no dejar que las cosas cambien. Te invita a soñar y descansar, el miserable señor de estas tierras susurra sutilmente a tu oido a través de la arena -sueña y olvida-

Es una voz tan sutil, tan engañadora y que a la vez causa el efecto de incrementar cualquier dolor que puedas cargar contigo en aquella travesía que es imposible resistir.


Y yo, que he caido en esas palabras me dije que la herida que cargo conmigo está sangrando demasiado (¡excusas!) y detengo mi paso.

Cerré los ojos por un momento y de pronto estaba ahi otra vez, el sol entrando suavemente por la ventana de mi habitación y la delicada brisa moviendo mis cabellos.

-¿Estoy en casa? - me pregunté y lentamente salí de aquella que habia sido mi habitación. Caminé por el largo pasillo y miré por la puerta de la habitación que era de mi madre; como siempre la habitación estaba intacta y en perfecto estado. Al llegar a la sala vi a una extraña ave escapar desdeperada desde la cocina siendo perseguida por una jóven mujer

- ¿tú? eres Shertis, cierto? - y se detuvo en su persecusión ante mis palabras.

- ¡Dama!, Veo que ha despertado ya...bueno, ¿me disculpa? se me escapa la cena y su señora madre junto a los invitados no estarán muy feliz si no está listo a tiempo.

-Sí, claro...pero ¿esto es un sueño? - le pregunté y ella, observandome con extraña devoción me respondió:

- No lo se, pero creo que hoy es festivo y usted aún esta un poco dormida-

Y la mujer continúo con su trabajo - ¿es esto posible? ¿he regresado al fin? -y avanzando hasta la biblioteca noté la presencia de alguien. El aroma a tabaco lo cubria todo y el sonido de una copa de vino me lleno de curiosidad por saber quién era. Me acerque hasta el viejo sillón negro que estaba de frente al ventanal dónde podia observarse un enorme árbol que desde niña fue mi favorito. Me perdí en esa imagen profunda, como si de alguna manera hubiese regresado a esa hermosa niñez pero la voz firme de un hombre me sacó de aquella sensación.

- Despierta al fin, señorita. Dudo que usted algún día pueda pertenecer a la Guardia del castillo con estas costumbres de dormir hasta que el sol divide al cielo -

- No es posible... - dije, dando pasos hacia atrás -¿que es esto?¿Es real, estoy en casa? - repetí, observando la habitación favorita de mi madre con sus libros y buen vino. Aquel lugar lleno de conocimiento antiguo traido por mi madre desde el Mismo Orhius.

Sonreí tan ampliamente que aquel hombre me miraba con extrañeza. - Veo que la fiesta ha sido muy buena, Kitshia -

- Has regresado, Senescal. Estás aquí...¡volviste de ese viaje! - Le hablé acercandome a él

- Sí, tengo los mapas de las montañas zherveras, he hallado ahí especies que deben ser más antiguas que nosotros y más, unos caminos que lograrian hacer más corto en viaje entre ambos reinos, claro, si logramos volverlos seguros.-

- Estás vivo...Dhaizarius. Al fin te hallé - y diciendole esto corrí y le abracé de manera fuerte, apoyé mi cabeza en su pecho y mis manos sujetaban su ropa con fuerza -

- Pero...Kitshia ¿que sucede?...yo, esto es algo...-

-Calla, no digas nada. Hace tanto tiempo que no recordaba que era estar tan feliz. Estoy en casa, estás tú...pronto vendrán todos. Y aún, ¡ si ! hay tiempo para arreglar todo, para evitar las mentiras y los errores. Dhai, te extrañé tanto. Yo, te quiero. Nunca lo he dicho por orgullo pero bien saben los Dioses Dragones que arrepentirse por lo no dicho no vale, más en un futuro cruel y gris -

Él solo me observó como deduciendo algo, tomó mis manos entre las suyas un momento y luego acarició mi rostro fijando su mirada en mi.

Fuera de la habitación sentí la voz de mi madre -¡Señora del viento! -dije y corrí a su encuentro, muy feliz. Tan feliz que había convertido ese sueño en realidad.

Pero al abrir la puerta la imagen de mi madre de desvaneció ante mi convirtiendose en arena y mi herida volvió a dolor; Estaba en medio del desierto, mi espada clavada a mi lado con su larga cinta roja que el viento mecia a gusto y mi sonrisa que, conforme terminaba de abrir los ojos desaparecia.

La misma armadura negra, mis largos cabellos y en desorden a causa del camino.

Sin embargo nada, nada se comparaba a la crueldad de mis propios recuerdos...al sentimiento de vacio en el cual ahora me hallaba.

Por un momento, un misero momento no hubo guerra y todo podía haberse evitado. Pero la realidad era otra y volví a mover mis pasos hacia la enorme puerta de salida del infierno...

Kitshia de Tharens.