Me gustan las aves, ha de ser porque son libres y son las únicas que están realmente cerca del cielo...
Cuando leí el libro "El señor de los anillos, las dos torres" me encontré con un personaje con el que de alguna manera relaciono mucho lo que me sucede por estos días, hablo de la dama de Rohan. Ella tenía miedo a las jaulas y a la resignación, a vivir una vida opacada por los años y no hacer lo que pedía su corazón a gritos.
Hoy, cuando hablaba con don An. le mencioné que me sentía como un ave enjaulada. Cada día que pasa veo aparecer más de algun barrote a mi alrevedor y eso me desespera, el tiempo, las circustancias y las personas que amo me hacen ver la vida más dificil de lo que parece.
Se que si un día, por resignación acepto dicha condición, me secaré y moriré sin haber cumplido cometido alguno para el cuál nací.
Y, hablando de anterioridades... hace unos días don An. me proponía pensara aquello de casarme y tener hijos comentando que sería bonito ver algun romance consumado en su totalidad, entonces recuerdo haberme molestado mucho pues pensé que don An. me conocía. Supongo que aquello que díce de estar muerto es cierto, ya que cuando hace algunos años le conocí era capaz de saber de que era yo capaz o no, de saber que queria en la vida, de sentir cual era mi cometido. No era ni es nada de complicado, es solo cuestión de valor para mirarme a los ojos y cualquier cosa que se crea secreta se sabrá. Puedo agregar adicionalmente que cada día me pesa más en el corazón su muerte, le extraño demasiado. Volviendo al caso es que don An. debería saber que para mi la libertad representa más en mi vida de lo que puede imaginar y que es preponderante a la hora de tomar desiciones, o quizás la equivocada soy yo y él no debería saber nada.
Esos barrotes me atemorizan y más aún ver que no puedo luchar contra ellos no porque la fuerza me falte o el valor no lo tenga conmigo, sino porque demasiadas cosas se conjugan en mi contra. Se quién soy, para qué estoy aquí y qué debo hacer y alguien o algo se encarga siempre de tratar de encerrarme en esa jaula, quizás es la única forma real de vencerme.
Espero como la dama de Rohan tener un día la oportunidad de extender mis alas libres para hacer las cosas excepcionales para las cuales he nacido, así, al final del camino dejar de ser la luz pálida y fría y volver a ser tan cálida como lo soy en escencia.
Kitshia de Tharens.
PD. También si es posible que me toque el mismo final de ella con el caballero valiente...jejejeje.
1 comentario:
Muy bonito...
Espero que nunca te oscurezcan la vida esos barrotes, pero también recuerda que se puede engañar a las aves con jaulas de ro que parecen ser el sol... esas son de más cuidado...
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