jueves, 22 de marzo de 2007

Hablar con el pasado

Quiero hablarte, pasado:
Desde hace algunos años que tú y yo no nos hemos visto, pensé que te había olvidado.
Quiero contarte que maté a mi corazón; sí, hablo en serio, aunque debo confesarte que has tenido parte de culpa. Y solo me refiero a una parte, aunque fue una de tus palabras la daga que dió el toque final. ¿recuerdas cuando le has dicho al viento que no me querias?
Aún la sensación de esas malditas lágrimas con su sabor amargo y vacío parecen permanecer constante...y ahora, cuando te veo a los ojos recuerdo aquello.
Sí, te amé tanto pasado mío...te amé como no lo haré jamás, te amé por encima de mis intereses, por sobre todo. Te acepté tal y cual eres, aceptando también que es parte de nuestro destino, o que simplemente no era nuestro tiempo...
No valió de nada, pues para ti soy el vago recuerdo de una debilidad absoluta de la cuál la única misión es salir ileso. ¿Tan mala soy?¿Tan terribles fueron mis besos y palabras de un amor tan profundo e imperecedero?
Que tristeza, sí, es imperecedero a pesar de mi.
Lo que piensas fue lo mejor, pasado mio, solo ha sido miedo, miedo a no tenerte cerca cuando más te necesitaba.
Eso ya no importa, en verdad lo olvidé. Ya no siento nada por ti, pasado mio, nada...
Pues al morir mi corazón se llevó con él todo...todo. (vagas mentiras)
De ti, nada espero; de ti, nada quiero ... solo espero llevar a un final correcto nuestros caminos, nuestro deber.
Pero, no soy alguien que miente, lo sabes ver en mis ojos ¿cierto?...
Ya no te miro con aquella dulzura, el mirarte ya no causa en mi una sonrisa...
Supongo que dejaste de ser un pasado sincero...un pasado, a pesar de todo verdadero.
Ahora, eres como ese recuerdo vago que prefiero no buscar; eres común, como cualquier otro momento.
Lamentablemente, pasado mio, una parte de mi aún está viva; quizás ahora solo sea tiempo de pensar en otras cosas, lo sabes, hay tanto que afrontar. Mas se, que cuando deseo felicidad, no es tu mirada la que busco...pues el pensar en tu mirada, me trae la peor de las angustias...la de saber que nunca me dirá su verdad mirandome a los ojos; dejando salir las palabras de lo que siente. ¿cómo es que pude equivocarme tanto? nunca entendiste que no era lo que podias darme lo que me importaba, sino, que estuvieras y sientieras.
Ahora eres mi amigo y no, se que no podré recuperarme de tantas cosas que me son inmanejables sino estás para recordarme quién soy y por qué continuo.
Mantengo mi promesa, a pesar del destino y el mundo, de esperarte. Así, si un día muero sabrá que mis últimas palabras y alientos serán en su nombre y en reafirmar aquella promesa. Eso ha decidio mi alma.
Gracias por oirme y seguir firme a mi lado; gracias por el valor mostrado...
Gracias, pasado mío, por aparecer otra vez.
Dama de Dragones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo más probable es que nunca llegue a entender siquiera el dolor que sientes al recordar esto, sin embargo espero compartir contigo el tiempo suficiente para al menos lograr acompañarte en los momentos que me necesites.

Ciel dijo...

El pasado contagia, verdad, amiga mia?