Mentiras

Mentiras, mentiras...

Las mentiras que ayudan a continuar. Muchas veces la realidad se proyecta de manera dificil y violenta e incluyen las más terribles verdades que no nos dejan dormir. Es así, como cada noche nos mentimos. Decimos, como por ejemplo, que él será feliz o qué es feliz; que soy feliz con lo que tengo; Que podré cambiar mañana mi forma de ser y así todas las cosas irán bien; Que hago mal en su vida y que si mañana le demuestro una frialdad absoluta, aquella persona decidirá por mi que no debe estar conmigo, hará lo que yo no soy capaz de hacer; Dirá que lo que hace es lo mejor para todos, menos para sí mismo. Que mil penas y sacrificios valen por su futura felicidad; Imaginamos que mañana podremos vivir sin él, que no necesitamos sus caricias y besos o la simple compañia.

Mentimos con la esperanza de que al día siguiente esas mentiras sean lo mejor para nuestra existencia y la de los que nos importan; el día siguiente será brillante y todo estará muy bien.

Pero la verdad, tarde o temprano sale a la luz y es absoluta. Entonces, aquello que era lo mejor se vuelve una equivocación y el arrepentimiento o la cura termina siendo peor que la enfermedad.

Y la verdad es:

Él no era feliz y me necesitaba; No soy feliz...;No cambiaré porque me gusta como soy y así soy; Era lo mejor que había pasado en su vida y que fue terrible la frialdad que le demostré cuando lo único que deseaba era darle el poco calor que nos quedaba y que, al final, esa persona se ha quedado muy sola y triste porque no me supe apreciar y comprender que era, tal y cual, lo que esa persona quería; Lo que hacemos mejor para todos y mal para uno mismo no era lo correcto, pues si estamos nosotros bien...lo demás estaria perfecto;No, necesito de su compañia...es lo que me hace feliz...

Seguimos esperando que lo que nos hace bien a nosotros sea asi para los que amamos, pero tarde o temprano ese egoismo, esa mentira transformada en verdad absoluta y reconfortante para nuestros pensamientos termina por quitarnos todo e inclusive, nos lleva a perder lo verdadero en nuestra vidas.

K de T