martes, 26 de junio de 2007

Alone in the Dark


El infierno se puede vivir en vida, no es necesario morir para conocer sus amplios territorios.

No hay peor forma de extrañar a alguien como cuando estas sentado a su lado y sabes que nunca lo podrás tener (Bécker).

Te busqué desde antes de nacer, cuando aún no entendia que hacía en este mundo tu imagen estaba grabada en mis sueños como un anticipo de lo que sabia iba a venir y cuando el corazón maduró te busqué por altas montañas y espesos bosques, desafié al inmenso mar con preguntas y porqués, lloré a solas cada noche esperando las lágrimas de muchas épocas te guiaran hasta mi.

Durante las noches y cada invierno te llamé a través del viento. Tú me liberarias de la prisión del hielo en el hermoso norte donde me condenaron nuestros enemigos; solo a ti confié esta tarea sabiendo que nunca dejarias de buscar...nunca.

Te encontré una tarde bajo la lluvia dónde vi tus ojos y supe que eras tú tan solo al ver esa mirada.

Y te amé, no pude evitarlo. Te amé a pesar de mi y de esta burda existencia, a pesar de todos y en contra de todos mis hermanos que se oponian a ti. Yo nada podia hacer, mi corazón no me pertenecia desde ya hace tantas eras...

¿Y qué más podia sentir en el inmenso corazón? Mi amor nunca te engañó, mi amor fue único para ti y aún lo es.

Sin embargo te perdí en la oscuridad y por más que me he esforzado caminando cada noche por el sendero de los peligros que esconde el enemigo no he podido hallarte.

Pareciera que he vuelto al comienzo de todo, dónde no estás y el dolor me lleva a continuar en esa prision de hielo eterno.

Porque amo a mi tierra; y tú no supiste verlo....

Siempre fui yo, en suaves susurros te conté una historia que solo podria percibir tu corazón...pero no quisite oir. En mi comenzó la historia en este mundo y mi deber es continuarla

Se quien eres más que tú mismo pero mi deber es el silencio hasta que llegue el justo momento y ese momento nos volverá a reunir...

...Más te extraño, porque nada soy sin los mios.

Mi sangre me lleva a continuar a pesar de mi, el orgullo y la fuerza a luchar a pesar del corazón muerto

Pero todo esto no me ayuda a olvidarte y verte como quién ha de caminar a mi derecha, como uno más...

No puedo olvidarte a pesar de mis intentos de huir. Se que solo yo conservo este sentimiento fuerte y único en el corazón; Tú te has perdido, tú caballero me has olvidado...


...Y como cada vez, continuaré porque asi ha sido escrito; no hay mayor felicidad para mi alma que la posibilidad de ver libre a mi amada tierra; por ella vivo, por ella muero.

Sin embargo no he podido olvidarte; ¿comprendes? no he podido deshacerme del corazón por más que lo he intentado.


K de T.

jueves, 21 de junio de 2007

El tipico sueño de una Princesa



Estaba sobre la torre, custodiada por un feroz dragón que no me permitia huir.
Ahí, lloraba y cantaba versos de amor buscando algún caballero valiente de brillante armadura tuviera el interés de salvarme de aquel destino cruel (y muy conocido) al que estaba condenada como una fragil princesa.
Conocía a aquel caballero y éste, rondaba la torre del castillo buscando el mejor momento para salvarme. Él decía que el tiempo era necesario dejarlo pasar y cuando menos yo lo esperaba podría salvarme o el dragón moriría de cansancio.
Esa era yo, una princesa con el sueño de que su valiente caballero la rescatara de las garras del temible dragón.
Oía cantar al caballero melodías en las que hablaba de mi fragilidad y dócil presencia, de mi dulce caminar y de cómo era yo capaz de inquietar a su poderosa armadura.
Y entonces yo suspiraba...
Le veia recoger hermosas flores y suspirar.
Un día, noté que el escribia y le grité
- caballero, por favor, no me dejéis en la terrible duda y decidme que es lo que estáis escribiendo - y el caballero respondió - ¡claro, señorita! os leeré lo que estoy escribiendo -
Y el caballero comenzó a recitar

Oh, dulce son tus petalos
tu hermosa y clara cabellera como el sol
que alumbra mis dias y a mi tierra oscura
parece que fueron meses desde que os vi
y tan solo fue ayer...
Mientras maravillada oía jugaba con mi cabellos y, sin darme cuenta, noté que eran oscuros
- Un minuto - me dije - mis cabellos son negros - y ante la duda pregunté al caballero
- Noble y valiente, decidme ¿habláis de mi en vuestros cantos? -
- ¡Claro que no, señora! vos estáis imposibilitada de salir de aquella torre ¿como podria haberos visto ayer? es mas, evidente son vuestros oscuros cabellos y los de ella son como el sol -
Y el caballero siguió cortando flores con su espada, suspirando y esperando el dragón se cansara.
Yo salí de la ventana de la torre, anonadada e impresionada. Un silencio invadió esa pequeña habitación y comencé a ver la verdad
- que estúpida - pensé - y yo, aquí -
Él dijo "dócil" ¿yo, dócil? imposible, soy hija de dragones; "Frágil" ¿que parte de mi lo es? mi corazón tal vez, pero eso solo lo se yo; mi "dulce caminar" pero si todo el mundo se entera donde estoy yo, es imposible que aquello sea dulce; y por último..."inquietar su poderosa armadura", si hay algun problema se la quito a golpes pero saldrá de encima de él, me cueste lo que me cueste.
- Cabellera como la del sol ... ¡pero que tonta! -
Me levanté, guardé lo necesario en una bolsa y me subí a la ventana. El dragón furioso se acercó hasta mi para impedir que yo saliera y de un salto me subi a su lomo, el dragón desesperado, fue a dar hasta tierra y cuando lo hizo bajé corriendo de él, tomé un enorme tronco y le di en la cabeza. Cuando quedó inconciente, le di un puñetazo por haberme atrevido a amenazarme tanto tiempo y luego una patada solo porque sí.
Me fui alejando paulatinamente de la que hasta ahora habia sido mi prisión y en el camino me topé con aquel caballero que no entendía nada; le miré y continué mi camino.
- ¿Y ahora qué? - me pregunté - mi corazón aún late por él -
Y pensé que el camino me diria que hacer y me enseñaría a enfrentar mi destino y sino lo lograba podria pasar cualquier cosa, pero bien sabia que parte de mi destino no era quedarme en aquella torre con el tipico sueño de una princesa, sino, el deber de una con sus responsabilidades.

Por tanto, habia que continuar. Pero enfrentar mi destino aún podia esperar, ahora tenia que llorar como lo hacen todas aquellas princesas a las que se les ha roto el corazón.


K de T... en el papel de la "princesa tonta"

lunes, 18 de junio de 2007

Mi soledad

La veo tan presente, tan cercana...invadiéndome y cubriendome de noche oscura.
Cuanta tortura es tener el corazón medio vivo para quién ama y no es amado.
Si tan solo una frase o palabra dedicada supiera es para mi, quizás sentiria que el mundo me percibe.
Más ¡torpe! me lleno de ilusiones vagas y absurdas, ilusiones pequeñas y humillantes para alguien como yo.
Ni eso merezco...
Cuando recuerdo su mirada, sus recientes palabras logro saber, logro entender y sonrio, sonrio en una dulce melodia y todo, todo, parece brillar otra vez.
Pero hace un tiempo alguien clavó en mi costado la espina de la duda, ¡habil enemigo!, esa herida me mata de a poco, me apaga y deja caer mis pétalos donde el viento los lleva a perderse en el tiempo.
Porque nada puede vencerme cuando tengo el corazón lleno y mi amada Orhius es la imagen de mi alma...
Nada puede vencerme, ni él que no lo sabe; pero mi tiempo cada vez es mas corto, aqui ya no me queda nada...

jueves, 14 de junio de 2007

Dama de Dragones


Un profundo orgullo siento de lo que soy, lealtad corre por mi sangre y justicia para mi tierra es lo que busca mi alma.

Dama de Dragones, princesa oscura; esa es la verdad. De todas aquellas cosas que haré, quienes han cometido osadía de destruir lo que para mi es sagrado lo sabrán cuando la espada de mis caballeros clamen de mi voz justicia. No amenazo ni advierto; ejecuto. Tampoco existe el perdón ni antes, ni ahora y nunca.Apareceré las veces que sean necesarias hasta restaurar la gloria y santidad de mi amada tierra de dragones.

Mi alma única y absoluta
pertenece a mi origen y nacimiento,
Orhius amada mía
de tus cenizas renacerá la victoria
lo juro.

Conozco el dolor del silencio, oculta por voluntad he permanecido hasta llegado el momento justo. El momento justo de decir quién soy y lo que siento.

Dragón negro, primer caballero
leal a mi y a tu corazón muerto.
Esto es lo que solo a vos entrego:
Os quiero desde siempre y hasta nunca
de principio a fin, hasta el último de mis alientos
no hay culpa en el amor, solo error en las acciones guidas sin conocimiento.

Es lo que os tengo que decir, aunque se la mirada ya tuvo su encuentro. Tengo aún mucha fuerza y más por venir. El círculo primero se ha cerrado, ahora vendrán desde las más oscuras partes de cielo aquellos que aún no he llamado. Orhius está vivo y no se ha rendido.
Es lo último que leeran de mí.

Kitshia de Tharens
Dama de Dragones

miércoles, 13 de junio de 2007

Lluvia

Desde siempre, desde antes y hasta el último de los minutos que respiro la lluvia ha sido lo que más se acerca a mi.
Ha estado presente en los sucesos más importantes de mi vida, de alegrías y profundas tristezas.
Y ahora, mientras la observo desde mi preferido lugar pienso que es una ilusión inexistente y que todas las cosas que he vivido y soñado junto a ella son falsas.
Tengo la urgente necesidad en creer que los milagros si existen y que el amor todo lo vence
¿puedo ser amada?¿puedo permitir ese lujo a mi alma?
Voces me susurran al oído que nunca volverás y que la realidad es tan fria como el invierno, ¡ah! pero la parte viva de mi corazón late y siente, vive y grita de alegria como un perro vagabundo frente a la comida; asi es como mi orgullo cae rendido y triste veo mi amor chocar contra una pared de piedra.

El ángel de luz


Las rosas que he sembrado en el infierno están más hermosas que nunca, son tan perfectas, tan rojas, tan únicas que me es imposible no dejar de mirarlas por un largo tiempo.

Me siento sobre la colina de Mereth (así la he llamado yo en recuerdo de mi tierra oscura) y desde ahí las observo.

El cansancio casi ya no lo siento, ni el dolor de la herida que llevo al costado del cuerpo o la espina que parece sentir satisfaccion moviéndose dentro de mi para recordarme que aún aquí tengo que seguir viva. ¿Estará muriendo mi alma?, tal vez sí ¿qué alma soportaría tanta tristeza y pena?.

Puse mis manos sujetando el yelmo que me cubre, he debido hacer algun esfuerzo pues no ha querido salir aunque eso lo esperaba. Demasiado tiempo sin querer ser vista o descubierta, demasiado tiempo ocultando quien soy en verdad.

Al salir lo dejé a un lado y pude tocar mi cabello y rostro solo para darme cuenta que parte de mi armadura habia roto mis carnes dejando que estas sangraran, pero, no importa. Yo ya no siento nada...

Asi que limpié mis rostro y la sangre que quedó en mis manos la dejé caer sobre mi campo de rosas. Cuando ésta cayó sobre una de ellas su color cambió, sorprendida, fui a verla de cerca y noté que una suave brisa movia el campo sembrado - ¿brisa? - pensé y al buscar su origen noté que el cielo no ardia en llamas - por lo que veo, ciertos ángeles han perdido una batalla. Que importa, esa batalla entre el cielo y el infierno me es indiferente - dije mientras me sentaba a observar que color tomaría aquella rosa.

- Es importante - respondió una voz suave

- Lo dudo, si todos mueren nada cambiará - respondí sin siquiera sentir preocupación de quién me hablaba.

- Hermoso campo de flores, es algo que jamás pensé ver aqui. Bueno, hay un par de cosas que no pensé encontrar aquí, por ejemplo, a alguien como usted-

- Nada sabe y nada importa, seais quién seais, mucho menos el hecho de por qué estoy aquí. Más deberiais preocuparos por vos. Ahora, déjadme en paz. Deseo ver a mi nueva rosa a solas -

- ¿No habéis estado ya lo suficientemente sola, princesa? -

- ¿Princesa?, creo que os equivocais, de aquello hace demasiadas vidas - respondí levantando la mirada para buscar a quién me hablaba.

En medio del campo de rosas, sentado, se hallaba un hombre de túnicas blancas y cabello largo quién tomaba a mis rosas entre sus manos y las volvía blancas. Me levanté y dirijí hasta él.

- Veo que mis rosas no os hacen nada - le dije, observándole de pie frente a él.

- ¿deberían? -

- ¿Quién sois? -

- Es una pregunta interesante, aunque innecesaria. Usted me conoce, o por lo menos a los de mi especie -

- Solo conozco a uno, y no tengo intención de conocer a otro más -

- Mi hermana la muerte es algo traviesa pero no actúa sin un motivo -

- Lo que haga no es de mi interés, trabajo para ella y el infierno. No puedo morir, no puedo vivir a causa del corazón dividido...si es que en verdad tengo aquello -

- Estas rosas tan hermosas no podrían vivir aquí sino fuera por vos, princesa. -

- Que iluso, ellas viven de aquellos a quienes venzo en batalla por órden de la muerte. En fin, da igual ¿como es que un ángel del cielo puede estar aquí? -

- ¡Ahhh! veo que me habéis descubierto, pensé que no lo notariais - y se levantó extendiendo sus alas blancas

- ¿te burlas de mi? -

- Oh no, de eso no hay necesidad. Nunca había estado en los dominios de infierno y encontrarme con esta visión hermosa es algo inesperado. Te lo agradezco princesa -

- Dejad de una buena vez de llamarme así -

- ¿Por qué? si es tan evidente lo que sois, todos lo vemos en el cielo y aquí te han permitido sembrar amor y dolor, pasión y valor en los campos de la desdicha. Este es el infierno, no vuestro hogar -

- Es lo que me queda, es el camino que he de recorrer eternamente, es la unica batalla que he perdido -

- Amar con esa fuerza y entrega es digno de admirar. Entiendo porque mi hermana os ha tomado a su lado -

- Ángel de luz, este campo que ahora véis es lo que queda de una mujer que ya no recuerdo, mis cofres, lo que había de vivo en mi alma. Cuando él murió yo... - y sin decir más, di la vuelta para ir en busca del yelmo que se hallaba en la colina. La herida de mi costado atravesaba mis carnes por dentro, me di cuenta que aún sentia dolor y que solo habia sido una ilusion pensar que ya no sabría de él. Cai de rodillas llevando la mano a mi costado en medio del campo de rosas.

Y entonces, ante mi, estaba aquella rosa que había tomado de mi sangre. Cuando la vi, la parte viva de mi corazón latia rapido y estruendosamente, mientras la muerta parecia incrustarse en el pecho, causando más dolor.

-Azul, es azul como sus ojos. No puedo olvidarlos, los recuerdo ¿por qué? ¿es ésta mi condena, su recuerdo tan presente como si el tiempo no existiera? - dije levantando mi mano, buscando destruir aquello que era la visión más hermosa que tenia desde hace mucho tiempo, pero la mano de aquel ángel sostuvo a la mia y acercándose rozó mi mejilla.

- Vuestro tiempo aquí terminará un día pues a este lugar no pertenecéis. Su destino es otro, princesa oscura y he venido a traer un mensaje para vos de alguien que como usted busca encontrarse para volver a vuestro lado un día - y puso sobre mis manos una rosa de acero y cristal. Luego dijo - Vuestro pecado no es contra del mundo, sino, contra algo muy hermoso que debeis descubrir. Cuando dejeis de destruir, podréis crear y entonces seréis libre de las ataduras de la muerte. No solo de la justicia viven las rosas, la brisa son plegarias de muchos que sufren por vuestra ausencia ¿nunca lo habéis pensado, cierto? -

- Seguis sin entender - le dije levantandome aun sintiendo el dolor de las heridas - cargo con el eterno dolor de su muerte, con el recuerdo, con tantas cosas... -

- Habéis batallado contra la muerte y ella no os supo vencer ¿pensáis que sois la única en vuestra especie sagrada que puede lograrlo?

El cielo comenzó a quebrarse y llamas aparecian entre las grietas. En ángel miró aquello y dijo - Es hora. Ha sido muy provechoso, buscaba a la dama de armadura oscura y hallé a la princesa. Mis respetos, estoy seguro de que nuestro entrelazado destino un día nos llevara a encontrarnos otra vez y esa vez, podré ver aquella sonrisa que tanto extraña el cielo de vos -

Extendió sus alas y escapó a través del cielo.

Volví mi mirada hacia la rosa azul y otra lágrima rodó por la mejilla, era la segunda desde que habia llegado al infierno. Pero ésta la tomé y puse sobre la rosa de acero y la guardé en mi armadura.

Regresé a la colina de Mereth y observé por largo rato a la rosa de acero ¿quién la habrá enviado?
Continuará...






lunes, 11 de junio de 2007

Momentos



Hay cosas que simplemente no puedes evitar.
Cosas, como el sentir. Pero a veces ese sentir se ve enfrentado a la voluntad y el miedo.

La voluntad de continuar y seguir, de cumplir con el cometido de tu existencia y más aún, de conservar firmes tus ideales destrozando a la volubilidad. El miedo hacia lo único que sabes te dañaría profundamente.

La batalla es terríble, las heridas y el dolor estan a la orden del día..."pero, no todo es tan difícil. Estan también esos momentos, esos pequeños momentos en los cuales te dejas ver tal cual eres y lo que sientes se transmite a traves de tu piel, el movimiento de tus manos, la mirada fija conteniendo el océano de sentimientos y la lluvia que cae por dentro. Esos momentos en los cuales la luz de tu sonrisa puede dejar ciego al más hábil guerrero, y entonces, caer vencida es una satisfacción única e incomparable a cualquier cosa que se halla descrito como bella pues no hay nada más hermoso que el amor profeso a través del silencio, del sutil roce entregando el corazón en la palabra musitada. Sí, es más fácil ser directo al sentir pero prefiero el universo de acciones que me provoca la necesidad de expresar con profundidad mi emoción más hermosa dedicada solo a sus ojos y su eterna mirada"...
Entonces, solo entonces vale la pena seguir luchando por el solo hecho de poder vivir aquellos momentos sin perder la esperanza de que un día sean recibidos con agrado y sean devueltos de la misma forma, porque sí, es muy poco lo que pido y mucho lo que anhelo.

K. de T.

viernes, 8 de junio de 2007

Circo

Los días se hacen eternos; no puedo morir.
Mi armadura es reluciente y por varios días no he quitado el yelmo de mi cabeza. A pesar de ser de una confección especial donde puede verse el rostro completamente junto con algo de mi cabello, he sentido que un extraño velo me permite ver y no ser vista.
Aquí hay muchos lugares donde observarse, la vanidad es el pecado favorito del infierno por tanto así me he dado cuenta que una sombra oscura cubre mi rostro y nadie me puede ver.
En realidad no es importante. Las amplias llanuras y extensos campos de montañas tan afiladas como hierro me inducen a caminar y caminar hasta encontrar quizas algun otro buen lugar donde sembrar rosas - Cuando no hay oponente digno, la batalla pierde valor e interés -
En ese minucioso viaje me encontré con algo que según mis recuerdos era un circo. Alrevedor habian muchos condenados a padecer enfermedades terribles, morir, y revivir para volver a sentirlas. Pase a su lado y vi un enorme estrado donde se hallaba sentado un demonio de estatura pequeña y grotesca que sostenia en su mano un martillo de madera con el cual golpeaba y decía - ¡culpable! - y al instante era seguido por un grito de dolor. Mi mirada se fijó inmediatamente frente al estrado donde me percaté de la existencia de una jaula y cuatro cadenas que sostenian a un cuerpo desde sus extremidades. Las cadenas que sostenían las extremidades superiores provenían de algun lugar en el ardiente cielo y las correpondientes a las extremidades inferiores salian desde la misma roca.
Globos, payasos deformes, música, colores y claro, no podía faltar en esa parodia el público, compuesto por más demonios que no hacían otra cosa que reír por todo.
Aquel que se hallaba en el estrado levantó la mano, payasos y publico se quedaron en silencio
- Caso número 1: veamos....se ha quejado cuando estaba vivo de ser llamado por su familia por un nombre que no le agradaba ni era digno para su belleza física. A causa de esto, un día enfureció y los mató -
- ¿¿¿¿ a todos???? - gritó el público -
- Sí, a todos - respondió el supuesto juez
- Ohhhhh... - exclamó en tono sarcástico el público
- Entonces, ¿los habéis matado a todos? - preguntó el juez al condenado que levantaba con dificultad su cabeza y le observaba -
- Sí, yo sufría por eso. Yo quería un nombre perfecto y ellos insistian en llamarme como a un vulgar siendo que tenia la apariencia de un principe. No entiendo ¿estoy en el infierno? no debería estar aquí, sino en compañia de los bellos ángeles del cielo - respondió el hombre.
- ¿Habéis oido todos? él quiere ir con los hermosos ángeles del cielo - y detrás del juez aparecia un cartel escrito con la palabra "risa" y el publico, hasta yo, reímos sin poder evitarlo.
- Silenciooooooooooooooooo!!! - exclamó luego el juez
- Bien, habéis matado a vuestra familia que no cometió pecado alguno más que amar a vuestra despreciable persona. Habeis de saber que os han enviado una postal desde el cielo en compañia de los hermosos ángeles - y el juez sacó desde su bolsillo un sobre blanco que tenía unas alitas, la cual escapó de su mano y se perdio al emprender el vuelo
- Y entonces ¿que haremos con vos? ¡que decida el público! - gritó golpeando su martillo varias veces contra el estrado haciendo temblar la tierra y que los payasos cayeran al suelo causando una gran conmoción de risas
- ¡¡¡Vanidad!!! ¡¡¡vanidad!!! - gritaban todos
- Que así sea, sereis condenado a una eternidad en el infierno de las vanidades donde podreis hastiaros de vuestra verdadera imagen -
Uno de los payasos tomo un hermoso espejo y lo puso frente al rostro del condenado mientras sus cabellos crecian como una enrredadera sosteniendo el espejo frente a su rostro no permitiendo que no viera nada más que su horrible imagen
- Noooooooooooooo, ese no soy yo ¡no, no es cierto! ¡ayuda! - y bajo los pies del hombre se abrieron unas puertas que encerraban feroces llamas. Las cadenas desaparecieron y calló en ellas dónde aún podia oirse el gemido de dolor de todos aquellos que estaban ahi por la eternidad.
Los payasos volvieron a sus juegos, el público a reir y los globos de colores a moverse por todo el lugar.
Giré, no tenia más intenciones de seguir viendo aquella parodia que a pesar de todo me parecia interesante. Pensar que el hombre cuando se halla bien y feliz, aún asi no es capaz de estar conforme y deja entrar en su corazón este tipo de vanalidades...
Busca dónde no hay, el dolor, mata aún cuando no hay necesidad...
Suspiré y continué mi camino. La voz del juez aún podía oirla publicando el caso numero dos de aquel día, si es que en el infierno existe aquello.

miércoles, 6 de junio de 2007

Oscuridad perfecta

Es tarde, sigo en mi oficina.


El ponerme de pie frente a la ventana con las manos tomadas en mi espalda o dentro de mis bolsillos se ha vuelto una costumbre. Y es que la visión es encantadora, la oscuridad acompañada de esas infinitas luces de diferentes formas y colores nunca ha dejado de ser el lugar en el que mejor me siento. Dejo mi acostumbrada postura y me apoyo contra la pared, descansando, llenandome de esa hermosa visión.


Es tarde, son casi las 20.00 y debería estar haciendo algo más que enamorarme de la solitaria oscuridad. He pensado en llamarle, él es el único que comparte conmigo el gusto por estas cosas que para otros parece tan aburrido y tonto. Pero estoy segura está en sus asuntos o su vida y no deseo interrumpir. Es dificil saber que hay alguien que quizás te comprenda pero no te acompañe.


No me importa, ya da igual y dejo el telefono a un lado. Quizás el seguir hablando de lo indiferente que soy a las cosas que siento me ayude a pensar que puedo ignorarlas y dejar de preocuparme por ellas.


Inevitablemente, siempre, hay un pensamiento en mis días y noches dedicado a esta persona, merezcalo él o no. Entonces ¿cómo podré evitar que ese pensamiento llegue a lugares incluso muertos en mi?


Muchas preguntas que me llevan a la única respuesta que no quiero admitir y tengo miedo, sí, a equivocarme y estar juzgando mal, condicionando estas cosas que siento a una situación de silencios y odio que no me llevaran al camino que debo recorrer. Cada pensamiento, cada recuerdo o palabra es algo que no puedo ni deseo olvidar y me doy cuenta de la verdad, sí ¡la verdad! esa, que niego absolutamente para no admitir la derrota por culpa de mi corazón.


Y entonces, ante esa posibilidad de estar equivocada es que nace algo que yo suponía no tenía o había dejado; Fe y esperanza. (Suspiro) ¿que consigo con negar aquello que sé es tan evidente en mi? - Nada, solo morir cada vez un poco más. - Pero es que al final, también le temo a ese ser con el que me siento una.

Los diamantes son fuertes, capaces de cortar todo...pero cuando caen, se quiebran.

La música que me acompaña ahora es melodiosa y lenta.

El jardín de rosas parece temblar ante el cálido viento que viene desde un lugar desconocido y no se si sentirme feliz, porque ¿sabrá él cuán feliz me hace al estar aquí, con su solo recuerdo e intensa presencia?

No quisiera que mi frágil salud venza a mi fuerte espiritu, por lo menos no sin antes decirle a él muchas cosas...

Pero, (risa), tengo fe y esperanza...sí, pero todavía no creo en el milagro de volver a ver su mirada transparente, mostrandose solo para mi... Eso es un sueño, mi sueño, mi amor inalcanzable.


....Que facil, que seductor, que cercana es la posibilidad de ser feliz hasta con lo más mínimo y que terrible es que no dependa de mi....



Kitshia de Tharens


Enseñame

Recuerdo haber pactado
nada de enamorarnos
pero hoy muero pues ya no te tengo
fue solo un prestamo de tu amor
Y es la trampa que tienen las noches
y ahora como borrare tu nombre de mi

enseñame a vivir sin ti
a olvidarme de este mundo
enseñame a sobrevivir
perdida entre tus olvidos
Porque tu eres la luz
que alumbra mi destino

Esperame, en donde estes
porque sin ti, ya no podre seguir
Por ti moriria
por ti, viviria
y solo yo soy tu destino

Porque tu eres el sol
que alumbra mi camino
y solo yo soy tu destino
Enseñame

lunes, 4 de junio de 2007

Cristal

Había estado demasiado triste, demasiado. Tanto, que mis pensamientos se habian perdido en algun sitio de mi cerebro buscando las escusas exactas para decir que era lo mejor, que no podía ser de otra forma y que, para bien o para mal, ese era mi destino.
Tan perdida estaba, que a mi alrevedor no habia ni aire que respirar ni los movimientos eran percibidos por mis sentidos. Solo podia hablar a mis entrañas mientras mecánicamente realizaba labores de limpieza a mis amados libros.
No lo noté, su presencia frágil y transparente en medio del conocimientos y la frialdad de los pensamientos, en el acto mecanico de mi actual existencia. Sin embargo ahí estaba y sin quererlo lo dejé caer al vacío.
Sin poder reaccionar solo observé el lento caer de un vaso de cristal, el tiempo parecía haberse detenido en esos minutos solo para dedicar mi absoluta atención a presenciar lo que sucedía. Entonces tocó el suelo y pensé se rompería, pero no fue así, se elevo unos centímetros por el efecto de la fuerte caída, volvió a golpearse contra la fria madera por segunda vez sin quebrarse repitiendo el mismo efecto de levantarse para volver a caer y al fin romperse en mi pedazos cortando ese minuto preciso dejando que el tiempo avanzara.
Me arrodillé y miré con tristeza aquel cristal, roto y en mil pedazos que volaron hasta lugares muy reconditos de la casa. Tomé cada pedazo y fui dejandolo sobre la palma de mi mano.
Los pensamientos que mi cerebro buscaba para encontrar excusas se concentraban ahora en observar cada pequeño cristal, pensar, que no habia notado la presencia de algo tan bello hasta que lo hallé roto e irrecuperable. Tan frágil, tan valiente y fuerte como para resistir dos golpes de su inmerecido destino, pero inevitable, un cristal tan transparente y hermoso pero jamas apreciado.
Cuando terminé de tomar cada pedazo de cristal uno de ellos cortó ligeramente la palma de mi mano. De esa herida solo salió una gota de sangre, una.
Despues de eso, no pude evitar comparar a mi corazón con aquel cristal y saber que a pesar de lo hermoso, fuerte y valiente que es ante su destino, inevitablemente acabará roto y muerto.
Pero eso ya lo sabia, el cristal había detenido el tiempo para mostrarme el pasado, justo cuando yo no pensaba y solo sentia en mi decidido corazón.
K de T.