martes, 4 de octubre de 2011

Noche

Mi amor, mi dulce amor,
en este instante que me desconsuela,
hay una llama que arde en deseo
de contar con tu presencia.

He estado sumergida entre sombras,
las siluetas oscuras bailan en un
estado de encanto que mi constancia,
fría, no encuentra.

Ansío todo el tiempo los ocasos de tu boca
y el vacío que provoca cuando se aleja.
Quisiera siempre estuvieras en este instante
que siempre constante, me consuela.

martes, 27 de septiembre de 2011

Pensamiento.

En medio de las tantas cosas oscuras que da la vida,
la luz que emites al mover los labios
ocasiona el caos de la desesperanza.
Eres como aquello que no se olvida,
un murmullo constante en el tiempo,
la brisa que azota la sonrisa e impulsa la templanza.
Es, amor mío, adoración y añoranza,
la melancolía rozando el imposible pues tu presencia,
inevitable y constante, invade cual primavera.
Me es imposible mentir,
¿acaso engaña el cielo?
No, el maravillo temblor del firmamento
encara la provocación de tus ojos,
y siento, siento, siento...
Imploro, agonizo. Me rindo a lo apacible de tus dedos,
pregonando la locura y el amor,
la magnífica emoción que implica
un roce, el siempre roce de tu encanto.

viernes, 24 de junio de 2011

Metro.

No tengo más conocido pensamiento,
que la amarga locura de esa noche.
Tampoco tengo deseos escondidos,
para sentir que de alguna forma existo.
Hay frío por dónde estoy,
está el todo desmenuzado, absorto y solo,
tan complejo como el firmamento.
Aquella espada sin filo que blandí,
era en honor a tu nombre.
Porque frío era el lugar dónde viví
aquella noche de amarga locura
en la que te sumergí.

lunes, 16 de mayo de 2011

Trazos.


Añejas de juventud, así son.
Tienen esas curvas que obsesionan
y trazos de vida que emocionan.

Son oscuras, con marcas de aquella
que también has amado
y que no olvidarás nunca.

Sostienen con fuerza lo que quieren,
se mueven por mi rostro como burbujas
y lo dejan temblando para tu boca.

Así son, con dedos que se mueven
como piruetas en el aire,
y una fiereza inigualable.

Así son, íntimamente responsables
de sonrisas, risas
felicidad.

Fiera.

¡Ay de quién ame a una fiera!
heridas, rojas heridas,
tan grandes como el mar
y tan saladas las gotas
que recorren su mirar.

¡Ay de quién las ame!
porque yo se, desde mis adentros
al que la quiera no sentir le costará.
Valiente sí, el que se atreva,
su corazón a la fiera entregar.

Pobre de aquel que no entienda
que amor más grande no habrá.
Tras la fiereza está la belleza
de un amor incondicional.

¡Ay del que por temor no ame a una fiera!
¡Ay!

miércoles, 11 de mayo de 2011

Compañero


Por favor entiende, hombre,
lejos de ti hay desiertos,
murmullos, silencios,
anarquía por la falta de sentimiento.
Largos senderos de desidia
que recorrería con desilusión.
Sin ti la vida acaba, no hay fruto
no hay promesa,
ni risa, más sí llanto.
Cuando vas a entender, mi hombre,
calles vacías, manos frías,
ojos hundidos y mente dispersa.
Me volvería locura, tortura
de por vida,
ansiaría, con lo último del recuerdo
llenar de vida la agonía
Entiende ¿si?
lejos de tí no hay latido, ni sonrisa.

martes, 26 de abril de 2011

Dormido

¡Tamaña belleza!
yo afirmo, no se ha visto.
Increible el fuego ardiendo,
incontenible pues el aliento
en suspiro convertido,
como suave brisa aviva, si,
aviva esta llama que arde por dentro.
Oh, criatura piadosa,
quieta, suave, de color canela
la belleza que te han dado me perturba.
Estás sumergido en mis envidias,
yo anhelo, más que a la vida
estar pegada tras tus párpados
y ser solo cuanto veas.
Oh tú, belleza
tanto me enloqueces
que las palabras se esfuman ahora de mi cabeza...

A falta

Si extraviara mi voz,
por Dios, si la extraviara,
besos mudos te ahogarían
la piel de palabras.

Si perdiera, por casualidad
la luz de mis ojos que por ventura,
Dios sabe, te encantan,
en la oscuridad tu imagen grabaría.

Perder el oído sería locura,
no sentir tus palabras fluyendo aquí dentro,
Dios mío, si aún así fuera,
las cantaría hacía dentro para levantar al cuerpo.

Más, yo se, podría perder todos los sentidos
pero la piel no la perdería,
Dios es sabio, mi amor,
cuestión sería me tocaras.

Porque cuando aquello ocurriese,
Voces gritarían por mi, Ruidos
y miradas convergerían solo
y únicamente solo,
por ver amor saliendo de los poros de mi alma.

sábado, 26 de marzo de 2011

......Mi......




Mi amor.

Mi amor fue creciendo como un niño, mi amor era el más leal de todos y cuando nació, me hallo desnuda bajo el firmamento.

Este amor que conozco y a veces me parece inmenso, se abalanza sobre mi como una ráfaga de viento, como las hojas bruscas del invierno y las gotas de agua dulce que caen por el rostro descubierto.Este que es mi amor, se desliza entre mis dedos como la suave seda, como plumas de un ave en vuelo, tan suave como la delicada piel tibia, tímida y llena de sentimiento.

Mi amor a veces enloquece y se retuerce en distancias que parecen insignificantes, que nadie comprende, mucho menos el entendimiento, pero que le hace tosco, malhumorado, frío y en retroceso. Se carcome en ideas, se esconde en refugios de malos cuentos, en pensamiento que yo jamás quisiera se volvieran colores posibles y me llenen de desconsuelo.

Porque este amor, has de saber, que es muy mío porque yo lo crié desde pequeño, tenía timidez en las venas, inseguridad en los pies y un poderoso brillo en los ojos con los cuales observo, este amor que no podría haber sido tan mío sin el tuyo sembrando rayos de sol en aquel frío día de invierno. Porque cálidas fueron las palabras, rauda la emoción e increíble la contención para no haberme llevado contigo en aquel momento.

Arrebato, así te llamó este amor mío, valentía te nombró cuando la fuerza de tus pies le llevaban por el sendero, constancia te enseñó en aquellos oscuros tiempos y promesa te juró un día, sí, aquel día en que este mi amor salió pecho y se anidó en tu dedo.

Mi amor, que era propio, creció tanto un día que al fin decidió. Se levantó de mi alma dejando en mi su eterna aura y presencia para refugiarse en ti dónde hoy se es tan grande que no cabe en tu pecho. 

Ese es nuestro amor.

sábado, 26 de febrero de 2011

Memorias.


(Era)
Mi mundo era una caja pequeña de enormes dimensiones, desconocidos parajes y oscuros pasillos. Eran muros altos y elevados por sobre el cielo, ardientes y misteriosos los sonidos, tanto, que eran tan impredecibles como la lluvia en invierno.

El mundo al cuál yo pertenecía tenía colores tan vivos que a veces parecían reales, eran componentes primarios de los sueños y las firmes creencias que hay algo por sobre todo aquello que creemos real. Mi mundo era una tormenta la cuál yo admiraba y le era fiel, como la Reina, la bella e inocente Reina, que reinaba sobre el suelo de las mentiras y la deslealtad.  

Todo cuanto yo conocía eran las alturas, el frío cristal donde esperaba impaciente el reflejo del amor que se presentaba, a veces sí, a veces no, que era cruel, despiadado y constante amante de la idea de una soledad que bien yo sabía no merecía.

Y en aquellos tiempos que no habían sido más que minutos en la piel y eternos siglos en la memoria, la madurez calaba firme sobre la conciencia y el espíritu, que había sido forjado como el hierro en las manos de Efestos. Entonces, en dichas alturas, el largo cabello que había crecido como la hierba, siempre tristemente bañado por la suave lluvia de las lágrimas que jamás pude controlar, enseñaba al mundo cuánto había vivido.

Años y siglos, observando y esperando. Simple, de ojos grandes y profundos, de lengua dulcemente afilada, de garras quebradizas, de piel suave, de incontrolable ánimo y mucha palabra. Todo aquello sumado en mí, mas todas aquellas contables cosas que sentía sobre qué no era y que sí debía ser.

Con mis manos, esas de dedos medianos y algo deformes, aquellos que predecían a un artista malogrado con un talento para la prosa, con amor a las mariposas y a todo aquello que podía volar lejos hasta el fondo, bien abajo, dónde estaba la vida... (Por que el lo alto, solo hay un sólo), escribí mi historia y en ella, aún no había esa llama que se mantenía sola, sin necesidad de esfuerzo o de consumir aquello que ya no tenía.

Todo eso, aritmética básica, geometría avanzada y cálculo impredecible hasta el sin fin.

"... y tembló la luna, que de miedo lloró. Sus lágrimas, brillantes estrellas que sembraron el firmamento, temieron por la huida de mi atención. Porque mis ojos se fijaron el aquel, que de curioso, un día llego hasta aquí. Y se paseó con su sonrisa y ofreció el mundo desconocido de la simpleza, extendió la mano un tan largo instante que el temor lleno de inocencia mi corazón. Y el sol, celoso sí... le cegó para que huyera de mi, herido y cansado. Pero olvidé el pudor de mi condición y el secreto se reveló. Se dobla el corazón, recorre la sensación del tacto su boca y estremecí al contacto del amor..."


(Es)
Mi mundo es una canción, un paseo por montes de piel oscura entre risas y somñolientas figuras. Es de tierra y aire, pies sucios por la ladera del río de la constancia y manchas en el vestido de fresa y limón. Es dulce y amargo, es un contacto constante con todo cuanto es verde y vivo, con sus comparaciones de mis facetas complejas y altaneras, mi aclaración de coronas y cadenas.

Es la melodía de amor eterno que me regala, el libro con páginas blancas para que no olvide lo que fui y cuente lo que seré. Es la semilla que habita constante en mi vientre esperanzada de un día germinar por la suave y frágil lluvia de las lágrimas que nacieron para celebrar.

Reina de Espadas.