miércoles, 28 de febrero de 2007

Valor para la batalla





Un soldado iba caminado junto a sus tropas en dirección a la batalla, estaba orgulloso y algo nervioso, se había enlistado en las fuerzas por convicción; sabía que no había nacido para sembrar la tierra como lo hacía su padre y su mayor sueño era llegar a pertenecer a la Elitê de la guardia real. Observaba a su alrevedor, los estandartes, su uniforme el cuál consideraba hermoso. Se preguntaba si tendria el valor suficiente para enfrentarlo, al final, nunca había matado a nadie y le preocupaba fallar a su Reino en el momento que más se le necesitaba.

Un grupo de soldados de mas rango hablaban entre ellos y se decidió a oír algo de esa conversación:

- Dícen que son bestias enormes

- Eso he oído

- Bueno, los Dioses dragones nos protegeran

Negó con la cabeza y no quiso oir mas - ¿bestias enormes? - pensó y inevitablemente comenzó a temblar. Uno de sus capitanes que iba a su lado a caballo le preguntó - ¿algún problema, soldado? - y él avergonzado respondió - No!! bueno, sí!!... - y bajó la cabeza. El capitán rió y luego le pregunto - ¿que necesitas saber? - y el jóven soldado llenandose de una extraña confianza le preguntó - ¿dónde y cómo se aprende el valor para enfrentar la batalla? -.

El capitán le miró largo rato y bajando de su caballo le respondió:

No hay forma. No hay lugar, ni libro u hombre que pueda decirte como obtener el valor necesario para enfrentar una batalla. El valor es algo que viene con nosotros, el valor esta presente en cada uno de los actos diarios de nuestras vidas, está, como por ejemplo en el hecho que hayas decidido hacerme una pregunta y has necesitado valor para ello. Si necesitas en verdad saber de dónde puedes sacar ese valor, aun yo diciendote que el valor está en ti y en tus actos diarios te diré algo; Observa el escudo que portas, el estandarte que flamea altivo, la tierra que pisas y los hermosos lugares que conoces; recuerda a tu gente, las fiestas y la risa...tus sueños y esperanzas. Recuerda todo esto justo antes de comenzar la batalla, y entonces, solo entonces sabrás si tienes el valor para enfrentarla. No serás el primero y último en arrepentirte al no conseguir sacar lo mejor de sí mismo cuando se le necesite...

Después de esto el capitán subió nuevamente a su caballo al oir las trompetas de avanzada dando cuenta que ya era la hora. El soldado quedó sin palabras y solo se decidió a mirar de frente.

La batalla comenzó y tal como había aconsejado el capitán, aquel soldado recordó a su padre y el campo, a las fiestas por la cosecha, a su pequeña hermana, sus sueños de ser de la guardia y el hermoso castillo en la ciudad...pensó en todo esto y en la primera fila de avanzada no oía otra cosa que sus propios pensamientos, hasta que unas palabras, un grito le despertó de aquel exraño trance.

- No importa cuantos sean, ni lo que deseean. No pasarán, no lo harán. ¡Por nuestra tierra, por lo que juramos proteger, por honor! ¡valorrrr, honor!, ¡a la batalla! -

Todos en conjunto, unidos en un solo fin desenvainaron sus espadas y se enfrentaron al enemigo.

Aquel soldado, al terminar el día comprendió al fin las palabras de su capitán. El valor radica en cada hombre, en su corazón y en el amor que tenga hacia las cosas que ha decidido le son importantes.

El valor para la batalla está la convicción y en los motivos que te han llevado a enfrentarla.



K. de T.

lunes, 26 de febrero de 2007

Condena.



Esta noche, despues de tantas otras en calma, ha dejado de ser perfecta.

He visto las cosas de lo que es, de lo que será y mi alma se ha retorcido en el infierno. YO, que pensaba que nada me haría ser frágil he terminado de rodillas ante su imagen débil, disuelta, sola...y desangrada.

Necesito morir de verdad; Necesito olvidar la luz que me atormenta...que no me deja entrar en la más perfecta oscuridad para encontrar a ese enemigo que me amenaza, me atormenta con las cosas que son y serán.

Mi armadura tiene demasiados golpes y por alguna de las hendiduras, si miras bien, puedes verme sangrando.

Y ahi estabas, como siempre al final de las cosas, y como siempre yo; destrozada. En llanto y mesura, en odio y dolor, en venganza...

¿Por qué tú? porque no otro, tengo a muchos hermanos a los cuales protego como a ti y sin embargo es tu imagen destruida y agonizante la que me derrota sin contemplaciones.

...Y ahi estabas, entre mis brazos, perdiendo la existencia. Y tu sangre en mi, y tú que vistes mi negra armadura del tibio rojo que en escencia llena mis sentidos. Y la lágrima, ESA lágrima que creí escondida emergió de quién sabe dónde (pues no tengo corazón) para cubrir tu rostro, para dejarme ver tus ojos...para pedirte no me protejas más.

No escuchas y sonries, dices que ahora vives y te sujeto fuerte, emito palabras sin sentido tratando de retenerte...beso tus labios buscando dar calor...dar vida.

Y todo concluye como siempre, a pesar del tiempo que ha pasado seguimos pisando el mismo camino; nada ha cambiado y el enemigo me muestra el dolor de la verdad ¿o mentira?

Una y otra vez la imágen, tú en mi lugar...tú y esa estúpida idea machista de protegerme ¿para qué? no es necesario! no lo era.

Las cosas no cambian, nada cambia...y el destino irreparablemente se hará presente otra vez para llevarnos al pricipio del círculo, de ese a veces a mada y odiado círculo.


K. de T.

viernes, 23 de febrero de 2007

Fuego


Has venido, soledad.
A quitarme todo, sí, no merecía tener más.
Llegaste al momento suicida del sol.

El infierno, dulce amapola de fuego y mi jardín; mi jardín de Rosas.
Se quemó en tu boca, y solo quedarán las cenizas de la roja Roja...
Mi jardín de rosas desapareció, solo quedan unas cuantas; soldados de una prisión,
prisión llamada corazón.
Dame flores, un regalo de color; Hoy, que es mañana...
... y el mañana que será un hoy,
En el infierno los muertos viven...
Dame un regalo de silencios para sembrar de nuevo mi jardín de color...

(...Los ángeles caídos siempre cuidamos de los muertos, pues más muerto está aquel ángel que sueña con estar vivo...)

miércoles, 21 de febrero de 2007

Belleza Roja.

Soy, lo que ves.
Más allá de mi, en lo que es mi interior
está mi deseo.
Sí, cómo te deseo...
Deseo tus ojos y locura, tu boca húmeda de mirarme
Tu risa escondida, tus manos acariciando mi piel
siento...
presiento el tacto de tus más íntimos deseos,
los míos, en mi...adentro.
¡Ah!, Felicidad!
Tracicionera y maldita
esquiva y peligrosa
¡cómo te deleitas con mis lágrimas!
Mi cuerpo, que estaba tan cálidamente desnudo
se vistió de espinas rojas...
Soy yo, la que desea. La que te ama, la que percevera
la que guía a tus ojos en la oscuridad y sabe enredarte en sangre
en deseo...en el alma mía.
Mis labios repasan los tuyos, los besan, los intimidan
y no lo notas,
mis manos que te recorren y toman el sudor de lo que no dices
y lo guardan en mi memoria para los sueños
donde te siento en mi, sobre mi; para ti.
¡Ahhhh! soy el consuelo de las horas, la belleza roja...
El amor impregnado en la piel que huele a rosas,
solo, y solo cuando nos tocamos
las rosas vuelven a ser rojas...
mi cuerpo, mi vida, es hermosa.
Toca mis espinas, son el amor
esto soy yo, la pasión....
el consuelo de la vida que nos queda...la belleza roja.
Kitshia

Las espinas de la Rosa.


El día de ayer, pasé una hermosas cuatro horas en compañia del señor Z. Cuando hablábamos por teléfono pasó algo muy extraño y se lo hice saber; hablaba más que nunca (o como nunca) con el señor Z. Es algo confuso de explicar, pero cuando sabes que has vivido ya varias veces la misma exsistencia con los mismos recuerdos sabes de que hablo...

Bien, el punto es que al oírlo me quedé en silencio, pues su voz era cálida y lograba calmar cualquier angustia que mi corazón pudiera tener..¡ah! es que él me conoce tan bien como nadie. Sabe exactamente cuando he soñado algo terrible, cuando estoy preocupada o simplemente cansada y ayer si que lo estaba. Él apareció cuando necesitaba esa llamada que escondia un fuerte abrazo, me dijo, que había leído todo mi blog; Yo me sorprendí, pensé que no estaba atento a las cosas que me sucedían pero me equivoqué, sus palabras fueron un espejo de lo que antes era, cuando aún era una rosa sin espinas. Él en ese minuto era la luz en medio de la oscuridad, porque yo no olvido que me he radicado en el infierno.

Y entonces cada una de sus palabras fue el aliento, el recuerdo, el presente...un futuro...

Quiso acercarse más a mi, aún sabiendo que estaba yo en el infierno y que era una Rosa con muchas espinas...Pero el Lobo es un terco, y avanzó y avanzó, sangraba por las heridas que le producían mis espinas y no dejaba de mirarme, no me dejaba y mientras seguía sufriendo esas heridas me preguntaba por qué estabamos lejos; más de mi no emanaba respuesta alguna y seguia preguntando cosas, como por ejemplo el por qué al León le gustaba sufrir tanto y seguía haciendo lo mismo de antes, no admitiendo las cosas que eran evidentes; ¡ah! la suerte del León...la suerte del León; decía mientras avanzaba ya casi llegando a mi.

Se puede morir si se intenta llegar a mis cofres en el infierno... y a él no le importó.

¿Qué deseas? - Preguntó al llegar a mi; y no pude hablar ni decir nada. Al otro lado del teléfono sentía su presencia tan fuerte, como en antaño...y algunas cosas ya no importaron, ya no. Solo importaba que estaba ahí, y era como un sueño, pero estaba herido, sangraba y ya no quise sentir más y él lo supo; más volvió a ser el mismo hombre que tanto he admirado a pesar de todos los errores que pudo haber cometido y abrió sus brazos para recibirme, en silencio...sin preguntar más.

Así me quedé horas, soñando...

Caminé por la cuidad sonriendo; llegué a casa y me dormí; hoy desperte y abrí mis pétalos para recibir el rocío de la mañana; hay que continuar.


Kitshia de Tharens

martes, 20 de febrero de 2007

La vida desde una cama



Hace un tiempo no muy lejano estuve "viviendo" podría decirse, en un hospital. Hubieron momentos en los que debí estar en una de sus camas y mientras lo estaba, vi la vida de formas que nunca antes había conocido.

Es difícil escribir sobre lo que te duele y asusta, pero ayuda.

Mi amiga, doña I, me decía que esto pasaría pronto, sin embargo mentía, lo veía en sus ojos así mismo como el día que trató de disimular que mis resultados habían salido correctamente. No puedo condenarla por intentar mentir, ella sabía lo que sufriria por ello.

Comenzaron los exámenes, medicamento por la noche, tres por el día...dos pinchazos por semana y asedio constante a los latidos de mi corazón. Sí, mi corazón...pareciera a veces que deseara dejar de latir y me asusta, pues yo deseo tanto continuar...

La enfermera que me atendía todos los días por lo menos era amable, tomaba mi presión arterial y yo rezaba porque estuviera normal. ¿Qué pasó?...que casi nunca tenemos lo que deseamos, pero soñar es gratis. Así, día tras día y hora tras hora preguntándome que me esperaba, pensaba, que no podría luchar con mis amigos a su lado, que sería una carga más. Así que traté de alejarme de ellos, solo I se mantenía a mi lado, pues como sabía la verdad y me conoce tan bien no me dejó sola ni un solo instante, su llamada diaria era la que no hacia nadie de mi familia (la cuál por cierto negaba rotundamente mi enfermedad y de alguna forma me aislaban de sus vidas. Si supieran cuanto les necesité, como necesité al hombre que decía amarme y que, al dejarle yo, me dejó él a mi cuando más le necesitaba). Doña I fue fundamental en la estabilización de mi salud, pues no me he curado, nunca me curaré. Solo puedo aspirar a estar bien y continuar de la mejor forma posible, ya no por mi... sino por ella. Estando pues, así, meditando sobre todas estar cosas en la camilla del hospital llegué a la conclusión que las personas se les conoce en los momentos díficiles, bien, iba a casarme y mi mal estado de salud me hizo negarme a todo plan de vida futura. Yo espera que él, soñaba que él iba a actuar de otra forma, que iba a ser diferente a todas las personas importantes en mi vida (y en mi corazón) y que se negaría a mi acto de soledad y vendría, y se quedaría y me abrazaría...pero solo llegó ese hermoso abrazo de doña I, y sus llamadas diciendome que tuviera fuerzas y que me queria mucho. Ahora vuelve ¿de que sirve?...recuerdo esta misma escena, hace algunos años...cuando don J quería volver despues de haber destruido todo lo que puedo en su huida.

¿Se puede soñar en un hospital? La gente a mi alrevedor moría, o estaba más enferma que yo. Más que soñar, quizás se tiene más esperanzas que nunca. Yo estaba demasiado triste como para pensar en todo lo que me dolía que no estuvieran ahí don A, doña A o Don S, pero tampoco les había dicho la verdad. Hasta que un día, doña A me acompañó (ella siempre tan caprichosa) al hospital, suponiendo que yo planeaba "cosas" de las cuales ella deseaba enterarse.

Estabamos en el sexto piso del hospital, en el balcón y doña I me gritó que debía descansar y que mi salud estaba delicada y fue que doña A se enteró de todo; y palideció. "Tu no te mueres y te cuidas o te mató yo" típico de ella, me encanta que sea así.

Meses después recibi algunas noticias, más fatídicas pero con un poco de esperanza. Aquel día exacto fui a recibir los resultados sola, pero al salir me esperaba una cita con don A, la verdad era que le dije que debía decirles cosas (que al final no le dije) pero como no sabia los resultados que iban a darme sabía que no iba a ser lo suficientemente fuerte para no llorar o ser una frágil mujer; no me gustaba la idea de mostrar mi fragilidad a don A, pero necesitaba tanto verle aquel día. El resultado; Mi enfermedad es de toda la vida, reduce la calidad de mi corazón (propensa a ataques y esas cosas desagradables), afecta a mi cerebro (también cosas desagradables) y a mis órganos vitales (entiendase riñones e Hígado) todo esto por una algo que mi cuerpo simplemente no produce. Ah, y algo más terrible aún; no podría tener más hijos. Creo que fue lo que más me dolió y ¿por qué? si yo no deseaba tener más hijos, bueno la verdad es que sí los deseaba y ahora sabía que el tenerlos arriegaba mi vida y la de mi hijo. Dicho todo lo malo, mi matasanos personal me advirtió que tendría que vivir con ello, con malestares constantes y cansancio. Que un día tendría que operarme, que era algo peligroso, que la medicación aumentaría y que así sería mi vida. Me llamó A, le dije que tardaria unos minutos más en llegar a la cita, tenía que secar mis lágrimas, tenía que alegrarme de alguna forma por lo que oí.

La parte buena es que esto se estabiliza con una pastilla diaria, todos los dias de mi vida; Sin falta. Esa es la noticia buena de toda esta historia (que viva siempre el laboratorio que las fabrica)
Y así fue, los resultados fueron los buenos y, a pesar de los días en que no puedo siquiera levantarme, estoy bien. Admito eso sí, que no he tomado mi tratamiento para la presión arterial, me llevaría otra vez al hospital (más de lo que ya voy) , a otra pastilla diaria de por vida y la verdad, no voy a hacerlo.

Tratando de resumir algo que es poco probable resumir, la vida desde una cama puede ser de diferentes formas, desde la más placentera a la más terrible. No doy a nadie esos días, a nadie y a pesar de que en mi vida es una amenaza constante el enfermar de gravedad, el día que me levanté de esa cama del hospital juré que no me iba a vencer, aunque admito, que en días como hoy en los que me siento tan cansada no tengo deseo alguno de luchar, si quizás, de un beso o una llamada entonando una escondida caricia, de un amigo o quién sea.



Yo.

lunes, 19 de febrero de 2007

Cielo Oscuro


Por las noches salía desde la guardia que llevaba en el castillo y acostumbraba a subir al acantilado que daba hacia el mar, más allá del bosque del silencio. Ahí, en ese lugar podía observar las estrellas.

Eran tan hermosas, algunos decían que el dragón de Plata, guardián de Akros, dejaba esas luces en el cielo oscuro para recordarnos que eramos fuertes y que no estabamos solos.

Eran leyendas, no recuerdo haber visto nunca a tan noble dragón. Solo conocí al al dios de los Cielos Orsha, que era mi padre...¡ ahhhhh ! cuénta nostalgia por mi hogar...

Mi hogar, ese, que era hermoso en las noches como la luna y por el día lleno de luz y felicidad...Mi hogar, ese, que aún se quema entre las llamas dónde el grito de dolor de mi pueblo me habla constantemente en sueños, veo sus plegarias llenas de esperanza, les oigo llorar por los hijos perdidos, escucho mi nombre en sus labios en una mezcla de rabia y angustia preguntándose ¿dónde está?

Las estrellas en el cielo oscuro son tan hermosas y a la vez me muestran, al recordar mi hogar, que debo encontrar a mis caballeros de Luz y cumplir mi palabra.



Kitshia de Tharens

jueves, 15 de febrero de 2007

Deseo de cosas Imposibles.



Hubo un tiempo en el que amé, y mucho. Pero ese amor se fue alejando gradualmente de mi, fue cruel, ya que es como agonizar siempre.

Despues de eso, apareció en mi vida alguien maravilloso, sigue siendo alguien maravilloso que ha cautivado, de alguna manera, mi corazón.

Pero mis sentidos, aromas, sensaciones y alma continuan observando desde ese bello acantilado de mis sueños, esperando quizás, un milagro.

¿Cómo es entonces que continuas?

Puedes matar al corazón y no sentir ya más nada, o sentir y dividirte en dos.

Yo maté a mi corazón, pues no podía vivir con ese amor tan hermoso inundándome las venas y el alma, y sin embargo se niega a morir...aparece de pronto como un brote verde en tierra árida, junto con la luz que creí haber perdido, bah! somos unos animales tontos por despreciar así algo tan hermoso, nos llevamos por convencionalismos, miedos y no somos capaces de ver la verdad...

De alguna forma, hemos perdido la capacidad de ver a los ojos del otro y saber que a pesar de cualquier cosa es posible, que todo es posible.

El titulo de esta pequeña "narracion de cosas que no siento ni admito" se llama deseo de cosas imposibles.

Yo tengo un ferviente deseo, fuerte e intenso, tan hermoso como la luna y más importante que lo correcto; ese deseo es amar.

Pero eso es imposible, el ángel de la muerte se interpone en mi camino y solo una mirada, una! me daría la espada necesaria para vencerlo.


Deseos de cosas imposibles, con un secreto deseo de fe bien escondido.


Kitshia de Tharens

Escape

El amor es el mas grande de los sentimientos humanos.
Es una entrega total del corazón
Una entrega del cuerpo, del alma y una preocupación constante por la vida y el bienestar del ser amado.

Si alguna vez quieres algo especial,
agotaré mis esfuerzos por conseguirlo.
Si sientes tristeza o soledad,
jamás te faltará mi compañia
y podrás desahogar en mi tu angustiado corazón.

Y si alguna vez tus deseos son especialmente intimos,
compartiré tu almohada en la intimidad de tus sueños
y me quedaré contigo hasta sentir como late tu corazón junto al mío...

Todo esto será posible con la entrega...
...de mi amor hacia tí.



Kitshia de Tharens (Rosa)

miércoles, 14 de febrero de 2007

Esperanza


Hoy, quiero ser una mujer más...

Hoy, iré y compraré flores porque me siento bien despues de tantos meses de sufrimiento y cansancio...

Hoy, no seré guerrera ni princesa...simplemente seré yo, una Dama...

Hoy, aunque habrán muchos que no se acercarán ni dirán lo que sienten, abriré mi corazón para oir sus palabras, esas, que vienen de lo profundo de su alma y guardarlas como un bello recuerdo para los días amargos...

Hoy, en un día como cualquier otro pero que llama al amor, tengo más esperanzas que nunca inclusive, que mañana.

Kitshia


lunes, 12 de febrero de 2007

Rosa negra, Rosa roja




Tengo un campo de flores en el infierno; sí, lo se, pero ¿cuántas cosas que parecían imposibles terminaron siendo lo contrario?

Hoy caminé mucho, más allá de los límites conocidos, supongo que mi alma buscaba algunas cosas que supuestamente estaban aquí, respuesta a las dudas ancestrales de si misma; Pobre, yo a veces me lamento de verla así, suponiendo ser amada por el pasado, queriendo y necesitando.



Yo solo la observo y callo, le pido que no sueñe, la llevo por los mares de fuego y ceniza más grandes para que recuerde en dónde está y por qué lucha aquí. Luego ella se convence con todos mis notables argumentos y se queda tranquila.



Mi alma, que a veces sale de mi y deja escapar sentimientos que están muertos como nuestros enemigos...¡Ay, alma! me haces ser tan oscura, tan dificil, tan extraña. Se que piensas que ya no siento, y en verdad, no siento nada...solo tu voluntad que mi guía en el sendero del valor y la libertad, dónde la luz que emanaba de mi ya casi ha desaparecido.




El campo de flores cuenta con una infinidad de "siempre vivas" y en cada extremo una rosa; negra y roja, estas marcan mi territorio en el infierno y de alguna forma definen y comprenden a mi alma.




No quisiera seguir en el infierno o en la batallas que hay en la tierra, pero es importante, es necesario para que mi alma siga viva, aunque ella no lo sepa.




Kitshia de Tharens


El alma es una, el corazón varias mitades

Existe un terrible acantilado en el cuento que es mi existencia.
Dos extremos que son imposibles de unir, por más que lo he querido e intentado...siguen siendo como el cielo y la tierra.
En medio de ese acantilado estoy parada, dispuse mis alas extendidas a volar al cielo, lo recuerdo tan bien...y es que el cielo es hermoso, lleno de paz y el amor que siempre he esperado sentir.
Cuando avanzaba la voz de mi hermana me detuvo y me hizo mirar al otro extremo; la tierra.
Y vi entonces guerra, dolor, angustía, necesidad y obligación a ser yo misma. Quise darme vuelta, llenarme de esa hermosura que es el cielo, pero fue imposible pues ya llevaba mi acostumbrada armadura negra y cinto de color rojo, mi alma estaba dispuesta y presta a encontrarse con su destino.
Sin embargo las lágrimas humedecian mi larga cabellera negra, algunas otras el viento las llevó al cielo y éste, como triste y a la vez enfurecido, llenaba una cólera de tormentas tras de mi y entonces supe que el cielo sufria, sufria por que ya habia decidido hacia donde ir.
Mis hermanos... a los que tanto amo y que viven en la tierra.
El cielo, que tanto me espera y necesita...
Es importante tomar desiciones, aunque últimamente parece no ser una opción y dejar que las cosas sigan su curso...aunque al final ambos extremos tengan una parte de mi y el alma de Kitshia de Tharens termine en lo profundo de ese acantilado.
Kit.

Wish You Were Here

Wish You Were Here (Ojalá estuvieses aquí).


Así que, así que crees que puedes distinguir el paraíso del infierno, cielos azules del dolor

¿Puedes distinguir un campo verde de un frío raíl de acero?

Una sonrisa de un cumplido, ¿Crees que puedes distinguir?

Y ¿Consiguieron transformar tus héroes por fantasmas?

¿Cenizas calientes por árboles?

¿Aire caliente por brisa refrescante?

¿Confort frío por cambio?

¿Y canjeaste participar en parte de la guerra por un papel principal en una jaula?

Como desearía, Como desearía que estuvieses aquí.

Somos solo dos almas perdidas, nadando en una pecera, año tras año Corriendo sobre el mismo viejo suelo.

¿Qué hemos encontrado? Los mismos viejos miedos

...Ojalá estuvieses aquí

De M para C

I. Alma hermana.
Alma gemela, alma hermana, alma que me descubrió y conoció casi en el instante antes de mi existencia, alma que me ha presentido, que se me ha anticipado, alma que me has conocido para llorarme, para perdonarme, para amarme... Alma que me llevas siempre en tu pensamiento y en tu corazón, alma amiga, alma hermana, alma gemela que entiende y comprende las miserias y heridas de la mía, haz tuya mi voluntad, dame luz en mi camino, dale sentido a mis sentidos y, sobre todo, lléname como sólo tú eres capaz de hacerlo. Te imploro que te fundas con mi alma, que te hagas una conmigo, que nuestra comunión sea total. ¡Oh, alma hermana, fúndeme en tu crisol!

II. Cuerpo.
Cuerpo enhiesto y erguido; cuerpo bien formado; cuerpo tantas veces caldeado; cuerpo sudoroso; cuerpo aterido de frío; cuerpo anhelante de amor; cuerpo que ha sentido la agonía al contemplar la tardanza de mi respuesta. Cuerpo cuyos ojos han llorado alguna vez por mí; cuyos labios han pronunciado amorosamente mi nombre; cuyas manos prodigan las caricias más sensuales y dulces; cuyos brazos me han sostenido en mis flaquezas, en mis dudas, que me han levantado en mis caídas... Cuerpo anhelado, añorado y deseado, únete al mío para que seamos uno como nuestras almas son hermanas gemelas; cuerpo trémulo, enrédate en el mío en un abrazo continuo y sin final.

III. Sangre.
Sangre inmaculada; sangre roja; sangre limpia; sangre y humores que te dan vida recorriendo tu interior e inundando tus pulmones; sangre que lleva oxígeno a ese cuerpo que tanto añoro. Sangre que infunde fortaleza a mi debilidad, que fertiliza nuestro amor, que purifica mi deseo y que te hierve cuando sientes deseo. Yo quiero que tu sangre, al hervir por causa de ese deseo me encienda, me abrase y me embriague. ¡Oh sangre de hembra embriágame!

IV. Agua.
El agua brota de tu cuerpo de diversas formas: en lágrimas; en saliva; en sudor... Tu agua es cristalina, inmaculada, fuente de vida. Tu agua me refrigera; mitiga mi sed del placer que me devora; pero tu agua me consume; agua que apaga el volcán de mis infinitas pasiones por ti; pero también tu agua me abrasa como si fueran los ardores del sol; y, finalmente, tu agua me hiere cuando la viertes en lágrimas dolientes. Por todo ello quiero que tu agua me lave, que riegues con ella mis sentidos, que con tu agua borres todas las huellas que otras mujeres dejaron en mí, para que así, limpio y purificado sea alma, cuerpo y sangre tuyo.

V. Pasión.
Tu pasión y la fuerza de tu pasión son capaces de hacer que la tierra se conmueva. Con tu pasión eres capaz de abrir el camino seguro que conduce a una región de placeres y dichas infinitas, camino que has alfombrado con tu alma y con tu cuerpo, que lo has regado con tu sangre y con tu agua. Tu pasión es de silencios, de confidencias, de caricias, de dolor y, sobre todo, es pasión de amor. Yo que soy débil, inconstante, cobarde, yo que dudo, te pido y digo: ¡oh, pasión de mujer, confórtame!

VI. Voz y oído.
A veces corremos como locos tras meros espejismos. Otras veces corremos despavoridos y asustados. Algunas veces nos sugestionamos. Estoy tratando de recuperar el silencio pero me hallo en medio del griterío que produce mi pasión, entre las voces de mi pasado que me remuerden, entre las voces del presente que me turban, entre las voces del futuro que me acongojan e inquietan, por todo ello yo deseo, mujer, que escuches mis súplicas, que oigas mis gemidos, que oigas mi llanto y que me dejes acudir a ti que eres la infinita dulzura. Necesito oír tus palabras de amor porque son palabras de vida, necesito decirte mis confidencias porque son mi declaración de amor a ti.

VII. Pliegues, llagas y arrugas.
En cada pliegue de tu piel, en cada cicatriz de tu alma se pueden refugiar las almas de los niños y las de los que sufrimos tentaciones por tu causa, yo deseo que me guardes y escondas en esos pliegues tuyos. Ábreme la puerta de tu amor, a mí que vengo huyendo, sucio, vencido, triste, hambriento... Yo quiero que me abras y me resguardes, que me recibas como tu amante, quiero esconderme para siempre en ti. Vivir en ti, vivir contigo, ser tuyo...

VIII. Hacia ti.
Cuando me encuentre en situación extrema, pálido, sudoroso, fatigado, solo, al borde del abismo infinito quiero que me llames. Tú que sabes mi nombre; tus labios lo han repetido muchas veces, cuando yo estaba lejos, cuando me amabas, cuando te olvidaba; pues así, por mi nombre, con tu voz llena de eses quiero que me llames, que decididamente me mandes ir a ti.
Mi alma al desnudo para ti, contemplando yo la legendaria belleza de tu rostro, en ese momento tú que me has amado, defendido y guardado has de llamarme para que vaya a ti, a tu luz, junto a tu hermosura, a tu amor y a la dicha de tu compañía. Yo quiero oírte llamarme por mi nombre, quiero anegarme en el océano de tu amor, quiero caminar junto a ti y sólo espero tu voz pronunciado mi nombre y mandándome ir a ti. Sin embargo tú no me llamas y me quedo esperando tu mandato para acercarme definitivamente a ti.

XI. En la vida futura.
Aspiro a que tu amor me rescate para pasarme el resto de mi vida alabándote por ello. Quiero que los latidos de mi corazón sean para siempre y por siempre tuyos y para ti. Deseo que todos mis pensamientos te tengan como origen y fin (alfa y omega), que sean un eterno adorno ensalzando tus virtudes desde que salga el sol hasta el ocaso.
Yo sueño en una vida futura, en la que quisiera gozar de tu amor eternamente y que de mi cuerpo brotara, constantemente, la inmensa gratitud por haberte conocido y porque me hayas elegido por compañero.
Así lo deseo, quiero y aspiro que sea, per saecula saeculorum.

X. Resurrección.
Mi vida ha estado plagada de tentaciones, ingratitudes, fatigas, desengaños, desencuentros, debilidades, inconstancias, por eso quiero morir en esa vida y resucitar en una nueva, una nueva vida que sale de pasar la mía por tu crisol. Morir para resucitar, acabar para renacer, extinguirse para brotar de nuevo.
El ayer ya no me vale, deseo gozar del futuro. Ven que yo quiero tu compañía, necesito sentir tu presencia, quiero que habites en mis palabras y mis pensamientos, en mis afectos y en mis esfuerzos, ven a mi lado y yo te amaré entregándote lo mejor que poseo: mi mañana.

Del Hombre que me ama.

Alma, corazón y Vida.

Han pasado los años, tal vez ha transcurrido demasiado tiempo. Hace tanto que nos conocemos que creo que ya he olvidado cómo y cuándo fue, pero siempre estuviste ahí; presente-ausente.

Me he habituado a tu compañía, a tu presencia, a tu voz, a su tono y acento y ahora te echo de menos. A veces hace falta muy poco para acostumbrarse mucho, diríase que es eso que se llama querencia, porque hay algo invisible e inmaterial que une o conecta a los seres humanos.

Tal vez es que te has convertido en lo contrario de lo que yo deseaba, eres como la dueña de mis sueños y yo el esclavo de tus deseos.

Buscando alma me encontré el corazón y tal vez por ello me he sentido la vida.

A menudo creo que sueño demasiado, este es mi defecto. Hay mucho más que nos separa de lo que nos acerca y sin embargo no hay una fuerza bastante poderosa que me aleje definitivamente de ti.

Es posible que seas un sueño de invierno, ni siquiera de otoño, pero he de confesar que soy feliz en mi sueño, tanto que durante el día experimento una extraña y, a la vez, familiar sensación de pisar sobre algodones, de estar por encima y distante de la realidad que me circunda, sintiendo la tremenda añoranza de tu compañía. Desgrano las horas, paso los minutos soñando que al regresar te encontraré de nuevo.

Tal vez el amor está en el alma y no en el corazón, puede que en el corazón sólo haya sangre, sístoles y diástoles acompasadas que marcan inexorables el ritmo de nuestras vidas y, sobre todo, de tu ausencia.

Buscando alma me encontré el corazón y tal vez por ello me he sentido la vida.
A día de hoy, 22 de los corrientes

viernes, 9 de febrero de 2007

A la primera persona




A la primera persona que me ayude a comprender pienso entregarle mi tiempo, pienso entregarle mi fe, yo no pido que las cosas me salgan siempre bien, pero es que ya estoy harta de perderte sin querer (querer).


A la primera persona que me ayude a salir de este infierno en el que yo misma decidí vivir le regalo cualquier tarde pa' los dos, lo que digo es que ahora mismo ya no tengo ni siquiera dónde estar.


El oro pa' quien lo quiera pero si hablamos de ayer: es tanto lo que he bebido y sigo teniendo sed, al menos tú lo sabías, al menos no te decía que las cosas no eran como parecían.

Pero es que a la primera persona que me ayude a sentir otra vez pienso entregarle mi vida, pienso entregarle mi fe, aunque si no eres la persona que soñaba para qué (¿qué voy a hacer? nada).


¿Qué voy a hacer de los sueños?¿qué voy a hacer con aquellos besos?¿qué puedo hacer con todo aquello que soñamos?dime dónde lo metemos.


¿Dónde guardo la mirada que me diste alguna vez?¿dónde guardo las promesas, dónde guardo el ayer?¿dónde guardo, niño, tu manera de tocarme?¿dónde guardo mi fe?


Aunque lo diga la gente yo no lo quiero escuchar, no hay más miedo que el que se siente cuando ya no sientes nada, niño, tú lo ves tan fácil, ¡ay amor! pero es que cuanto más sencillo tú lo ves, más difícil se me hace.


A la primera persona que me ayude a caminar pienso entregarle mi tiempo, pienso entregarle hasta el mar,yo no digo que sea fácil, pero, niño,ahora mismo ya no tengo ni siquiera dónde estar.


A la primera persona que no me quiera juzgar pienso entregarle caricias que yo tenía guardadas, yo no pido que las cosas me salgan siempre bien pero es que ya estoy harta de perderte.


Y a la primera persona que me lleve a la verdad pienso entregarle mi tiempo, no quiero esperar más, yo no te entiendo cuando me hablas ¡qué mala suerte! y tú dices que la vida tiene cosas así de fuertes.


Yo te puedo contar cómo es una llama por dentro, yo puedo decirte cuánto es que pesa su fuego, y es que amar en soledad es como un pozo sin fondo donde no existe ni Dios, donde no existen verdades.


Es todo tan relativo, como que estamos aquí, no sabemos, pero, amor, dame sangre pa' vivir, al menos tú lo sabías, al menos no te decía que las cosas no eran como parecían.

jueves, 8 de febrero de 2007

Sueños




...Hablo, pido, rezo a los Sagrados Dragones por mis sueños...

Sueño con un Reino libre...
Sueño con la risa de los niños cerca del palacio blanco...
Sueño con los campos sembrados de vid ...
Sueño con la justicia...
Sueño con mis hermanos que regresan despues de haber sido enemigos...
Sueño con los dias de primavera...
Sueño con el vuelo alto de los dragones rozando la torre norte, como en antaño...

Nos quitaron todo, pero nunca nos quitarán los sueños y la voluntad que nos mueve, la esperanza de ver lo bello que la tierra nos entrega y de defenderla hasta morir.

Nos pueden haber quitado TODO, pero nunca nuestra fuerza y deseos de LIBERTAD.


Kitshia de Tharens

lunes, 5 de febrero de 2007

Camino de estrellas






...Tomé su mano algo temerosa.


Y entonces le dije que prefería un minuto de su boca, del tacto de sus labios, del roce de su piel a vivir una eternidad sin ello, pues como la luna un día sueña alcanzar al sol y éste, sueña con tomar a la Luna entre sus brazos como el eclipse de las horas, del tiempo y el destino.

Pues eso somos, solo tiempo y espacio, solo un minuto dentro del destino al que hemos jurado obedecer.

No hay peor castigo que el de tu ausencia y muero cada día un poco, respiro menos...ya no puedo florecer....


Le quiero, le espero...le amo.

...Hay tanto por hacer y tanto por vivir, y yo tan lejos...tan lejos, tan sola.


Kitshia de Tharens (Recuerdos inconclusos)