
Un soldado iba caminado junto a sus tropas en dirección a la batalla, estaba orgulloso y algo nervioso, se había enlistado en las fuerzas por convicción; sabía que no había nacido para sembrar la tierra como lo hacía su padre y su mayor sueño era llegar a pertenecer a la Elitê de la guardia real. Observaba a su alrevedor, los estandartes, su uniforme el cuál consideraba hermoso. Se preguntaba si tendria el valor suficiente para enfrentarlo, al final, nunca había matado a nadie y le preocupaba fallar a su Reino en el momento que más se le necesitaba.
Un grupo de soldados de mas rango hablaban entre ellos y se decidió a oír algo de esa conversación:
- Dícen que son bestias enormes
- Eso he oído
- Bueno, los Dioses dragones nos protegeran
Negó con la cabeza y no quiso oir mas - ¿bestias enormes? - pensó y inevitablemente comenzó a temblar. Uno de sus capitanes que iba a su lado a caballo le preguntó - ¿algún problema, soldado? - y él avergonzado respondió - No!! bueno, sí!!... - y bajó la cabeza. El capitán rió y luego le pregunto - ¿que necesitas saber? - y el jóven soldado llenandose de una extraña confianza le preguntó - ¿dónde y cómo se aprende el valor para enfrentar la batalla? -.
El capitán le miró largo rato y bajando de su caballo le respondió:
No hay forma. No hay lugar, ni libro u hombre que pueda decirte como obtener el valor necesario para enfrentar una batalla. El valor es algo que viene con nosotros, el valor esta presente en cada uno de los actos diarios de nuestras vidas, está, como por ejemplo en el hecho que hayas decidido hacerme una pregunta y has necesitado valor para ello. Si necesitas en verdad saber de dónde puedes sacar ese valor, aun yo diciendote que el valor está en ti y en tus actos diarios te diré algo; Observa el escudo que portas, el estandarte que flamea altivo, la tierra que pisas y los hermosos lugares que conoces; recuerda a tu gente, las fiestas y la risa...tus sueños y esperanzas. Recuerda todo esto justo antes de comenzar la batalla, y entonces, solo entonces sabrás si tienes el valor para enfrentarla. No serás el primero y último en arrepentirte al no conseguir sacar lo mejor de sí mismo cuando se le necesite...
Después de esto el capitán subió nuevamente a su caballo al oir las trompetas de avanzada dando cuenta que ya era la hora. El soldado quedó sin palabras y solo se decidió a mirar de frente.
La batalla comenzó y tal como había aconsejado el capitán, aquel soldado recordó a su padre y el campo, a las fiestas por la cosecha, a su pequeña hermana, sus sueños de ser de la guardia y el hermoso castillo en la ciudad...pensó en todo esto y en la primera fila de avanzada no oía otra cosa que sus propios pensamientos, hasta que unas palabras, un grito le despertó de aquel exraño trance.
- No importa cuantos sean, ni lo que deseean. No pasarán, no lo harán. ¡Por nuestra tierra, por lo que juramos proteger, por honor! ¡valorrrr, honor!, ¡a la batalla! -
Todos en conjunto, unidos en un solo fin desenvainaron sus espadas y se enfrentaron al enemigo.
Aquel soldado, al terminar el día comprendió al fin las palabras de su capitán. El valor radica en cada hombre, en su corazón y en el amor que tenga hacia las cosas que ha decidido le son importantes.
El valor para la batalla está la convicción y en los motivos que te han llevado a enfrentarla.
K. de T.













