Alma, corazón y Vida.
Han pasado los años, tal vez ha transcurrido demasiado tiempo. Hace tanto que nos conocemos que creo que ya he olvidado cómo y cuándo fue, pero siempre estuviste ahí; presente-ausente.
Me he habituado a tu compañía, a tu presencia, a tu voz, a su tono y acento y ahora te echo de menos. A veces hace falta muy poco para acostumbrarse mucho, diríase que es eso que se llama querencia, porque hay algo invisible e inmaterial que une o conecta a los seres humanos.
Tal vez es que te has convertido en lo contrario de lo que yo deseaba, eres como la dueña de mis sueños y yo el esclavo de tus deseos.
Buscando alma me encontré el corazón y tal vez por ello me he sentido la vida.
A menudo creo que sueño demasiado, este es mi defecto. Hay mucho más que nos separa de lo que nos acerca y sin embargo no hay una fuerza bastante poderosa que me aleje definitivamente de ti.
Es posible que seas un sueño de invierno, ni siquiera de otoño, pero he de confesar que soy feliz en mi sueño, tanto que durante el día experimento una extraña y, a la vez, familiar sensación de pisar sobre algodones, de estar por encima y distante de la realidad que me circunda, sintiendo la tremenda añoranza de tu compañía. Desgrano las horas, paso los minutos soñando que al regresar te encontraré de nuevo.
Tal vez el amor está en el alma y no en el corazón, puede que en el corazón sólo haya sangre, sístoles y diástoles acompasadas que marcan inexorables el ritmo de nuestras vidas y, sobre todo, de tu ausencia.
Buscando alma me encontré el corazón y tal vez por ello me he sentido la vida.
A día de hoy, 22 de los corrientes
Han pasado los años, tal vez ha transcurrido demasiado tiempo. Hace tanto que nos conocemos que creo que ya he olvidado cómo y cuándo fue, pero siempre estuviste ahí; presente-ausente.
Me he habituado a tu compañía, a tu presencia, a tu voz, a su tono y acento y ahora te echo de menos. A veces hace falta muy poco para acostumbrarse mucho, diríase que es eso que se llama querencia, porque hay algo invisible e inmaterial que une o conecta a los seres humanos.
Tal vez es que te has convertido en lo contrario de lo que yo deseaba, eres como la dueña de mis sueños y yo el esclavo de tus deseos.
Buscando alma me encontré el corazón y tal vez por ello me he sentido la vida.
A menudo creo que sueño demasiado, este es mi defecto. Hay mucho más que nos separa de lo que nos acerca y sin embargo no hay una fuerza bastante poderosa que me aleje definitivamente de ti.
Es posible que seas un sueño de invierno, ni siquiera de otoño, pero he de confesar que soy feliz en mi sueño, tanto que durante el día experimento una extraña y, a la vez, familiar sensación de pisar sobre algodones, de estar por encima y distante de la realidad que me circunda, sintiendo la tremenda añoranza de tu compañía. Desgrano las horas, paso los minutos soñando que al regresar te encontraré de nuevo.
Tal vez el amor está en el alma y no en el corazón, puede que en el corazón sólo haya sangre, sístoles y diástoles acompasadas que marcan inexorables el ritmo de nuestras vidas y, sobre todo, de tu ausencia.
Buscando alma me encontré el corazón y tal vez por ello me he sentido la vida.
A día de hoy, 22 de los corrientes
No hay comentarios:
Publicar un comentario