viernes, 23 de febrero de 2007

Fuego


Has venido, soledad.
A quitarme todo, sí, no merecía tener más.
Llegaste al momento suicida del sol.

El infierno, dulce amapola de fuego y mi jardín; mi jardín de Rosas.
Se quemó en tu boca, y solo quedarán las cenizas de la roja Roja...
Mi jardín de rosas desapareció, solo quedan unas cuantas; soldados de una prisión,
prisión llamada corazón.
Dame flores, un regalo de color; Hoy, que es mañana...
... y el mañana que será un hoy,
En el infierno los muertos viven...
Dame un regalo de silencios para sembrar de nuevo mi jardín de color...

(...Los ángeles caídos siempre cuidamos de los muertos, pues más muerto está aquel ángel que sueña con estar vivo...)

3 comentarios:

Ciel dijo...

Creo que los comentarios ya te los dije a lo largo de nuestra larga charla hoy día... ahora solo deseo que tu jardín vuelva a tener todas sus rosas...

Anónimo dijo...

sin palabras...

Anónimo dijo...

Querida Rosa
No permitas que los arboles te impidan ver el bosque... hay cosas mas importantes por las cuales preocuparse ahora.
Te necesito entera y no distarida en asuntos banales. Necesito tus 6 sentidos puestos en nuestro objetivo par conseguir la victoria.
Solo necesito que tengas muy claro que clase de aliado tienes en esta guerra... no te confundas.
Atte.
Reyvnir. El Léon.