miércoles, 30 de diciembre de 2009

Un punto en el Infinito sentimiento que es lo ausente...




Incontable son las veces en las que he caminado por los mismos sitios, entrado a los mismos lugares y sonreído por las mismas cosas.


Ayer tenía una cita con un amigo de la universidad, apurada como siempre, avanzaba por la escalera del metro estación universidad de Chile hasta que, por inersia, miré un punto en la estación antes de salir.




Recordé a mis amigos ahi, esperando y ansiosos porque llevaba conmigo a uno de los que habíamos perdido. Recordé como en un album de fotos lentas, cada escena; los abrazos, las rosas, las caminatas, el cementerio..la comida, los nervios (mis nervios). Había pasado tiempo ¿cuanto? aquello ahora no importaba, solo aquel punto fisico, desapercibido e inútil en aquella estación pero que sin embargo era el guardián de mis recuerdos.


Intenté ignorar y salí hasta la calle esa, tan popular y llena de canturreos sin sentido de gente un poco desesperada de no hacer nada, ahí, estaba mi amigo. Entonces imaginé que aquello solo sería algo que pasaría pronto, caminamos sin sentido alguno hasta que él preguntó ¿a dónde vamos? ¡zaz! que recuerdos a través de esa simple frase...


Y al concluir, caminamos por la plaza constitución a eso de las 21.30, cerca de los árboles y las mismas tontas bancas que me recodaban risas y ... Dios, esa pileta de agua iluminada. ¿No era ese un punto que había olvidado? - Imposible - me recuerdo.


Muchas veces en este año, muchos caminos, lugares mil veces visitados pero ayer 29 parecía estar todo sumergido en el pasado y la luna hechizándome melancolica como siempre...


Yo solo anhelo una cosa; ayer 29 el pasado era algo que podría respirar, hoy 30, la realidad me contorsiona y aprieta hasta dejarme sin aire, aburrida y cansada de todo, pero absolutamente segura de que tengo todo cuanto deseo. Mi anhelo, entonces, no es otra cosa que este proximo 31 este lleno de un aire futuro y sorpresas, de su necesaria presencia y de las ansias que tengo de volver a tener todo cuanto amo a mi lado.


Anhelo mas que otra cosa, recuperar la voluntad de encontrales a todos e imaginar que una, por una vez, hemos triunfado dejando atrás la sensación arraigada de querer olvidar por haberlo perdido todo.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Una vieja costumbre.





Hace unos instantes salí de mi casa en dirección a un restaurant. Inmediatamente, el poner el pie fuera de las misma una avalancha de aromas y sensaciones llego hasta mi.


La noche, din duda, tiene un caracter exótico y penetrante en mi persona. No se si es la hora, la tibieza o frialdad del momento, el hecho de que todos se refugian y yo quiero salir o el simple deseo de caminar y caminar sin detenerme que me ha acompañado desde que tengo uso de razón. No se si es todo aquello o nada, pero la sensación de placer que se desata en mi es única y más, cuando de entre los edificios aparece como dibujada con pincel la luna menguante, tan perfecta, tan iluminada como si de un pedazo del sol se tratase.


Vienen a mi recuerdos, de años atrás, en lo mucho que disfrutaba caminar o respirar el aire de la noche. En que aún no cumplo mi deseo de ver las luces de la ciudad desde el edificio más alto al que pueda acceder o simplemente quedarme en alguna plaza a sentir al suave brisa entre los árboles a la vez que toca mi rostro y me hace suspirar.


Admiro al sol, sí, a las mañanas con sus oportunidades pero sin duda mi amor esta con esa oscura dama que trae a mi mente recuerdos inconclusos o deseos perturbadores, a pasos que no llevan a ningun sitio conocido pero a la vez a la búsqueda infructuosa de lo que somos, o el destino como comúnmente le llaman. Sí, una copa de vino...la suave melodía de la voz de quién amas, la mirada y la noche donde los cuerpos se unen... todo eso, o el simple helado de chocolate que saboreas agarrada del brazo de ese que te ha robado el corazón, toparse con una escena de alguna grabación, o no encontrarse con absolutamente nada y nadie, solo con el uno mismo.


¿Dónde me quedé?. Cuando me pregunto esto viene a mi mente aquella caminata bajo la lluvia, la ropa ceñida al cuerpo por el agua y extrañándole tanto tanto como para dar poco juicio al orgullo y llorar en aquella oportunidad para que otros me vieran. Claro, ¿cuantos seres en este mundo podrían diferenciar una lágrima de una gota de lluvia?

O aquella vez, sí, esa que marcó nuestras vidas, la simple oportunidad y por ello no olvidada, de las risas junto a los amigos en la orilla del teatro Municipal, esas, las bancas color verde que tenian en frente un edificio antiguo y piedras en el suelo en vez del poco agradable cemento.


Cuando regreso a la puerta de mi hogar, me doy cuenta de las tantas cosas que he dejado atrás después de elegir y eso me hace pensar que hay que tener un poco de cuidado con los cambios, a veces sin darnos cuenta, uno dicta al río de de los olvidos se lleve lo malo pero con la fuerza de la determinación llevarse también lo bueno de ciertas contumbres que son extintas y únicas para un ser humano e indispensables para nosotros.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Virus de Empatía.


Hace un par de días veía una pelicula un tanto extraña que trataba sobre el avance de la humanidad respecto a sus relaciones sociales con los de su propia especie, dónde con un análisis de ADN se comprobaba si eran compatibles o no.

En el transcurso de la historia una pareja salía o se rebelaba contra el orden y escapaban juntos; él, un exitoso hombre dedicado a descubrir fraudes en las empresas (dónde conoce a la chica), casado y con hijos y ella, una empleada que falsificaba pases de entrada a la ciudad (vamos, que los que tenian mal ADN vivian como perros y no podía estar en las ciudades) que no tenía familia alguna.

Se ven, se enamoran, ella queda embarazada, le hacen abortar a su hijo e infinitas cosas hasta el punto de hacerla olvidar que conoció a dicho hombre. Sin embargo, aún despues de aquello se vuelven a ver y sienten lo mismo. Deciden irse juntos hasta que los atrapan.

A él le hacen olvidar y vive con su familia como si nada; ama a su esposa y recuerda a su hijo con ella; la mujer es castigada y echada fuera de la ciudad con todos sus recuerdos.

Mientras ella solo piensa en él y con un "te extraño demasiado" concluye su participación, él hace el amor con su esposa sin haber retenido sentimiento alguno.

La conclusión del gobierno fue que un virus de empatía le había hecho volverse loco por ella y por eso le perdonaron, sí, virus, además de todo los humanos habian inventado virus de todo tipos que les ayudaba a sentir consas en especial y aquel hombre había tomado aquel virus de empatia para interrogar a la gente...


Porque relato esta pelicula, simple, por la sensación simple y profunda que me ha dejado.

¿Es acaso que el amor se reduce a un estado febril de enfermedad, el enamoramiento a un error considerado locura, a los afectos irreales y perecederos?

Ella le ama y jamás olvida; él la olvida y hace el amor con su esposa...qué situación más sórdida e inentendible pero absolutamente real.

¿Es acaso que los amores intensos están destinados al fracaso? ¿es realmente el amor un virus del cual nos podemos recuperar?

Tantas preguntas despues de una pelicula que quizás nadie más que yo vió, pero que sin embargo me causó infinitas preguntas de las que aún no tengo respuesta...

martes, 17 de noviembre de 2009

Quisiera...




Quisiera que la vida fuera un mundo de colores, dónde cada pintor junto a sus cinceles rayara en la alegría de cada día, un mundo, dónde el amor siempre fuese posible (estoy muy segura de que si todos pudiesemos amar y ser amados el mundo sería otro) Ese mundo dónde todos y cada uno de los sueños se cumpliesen solo por el hecho de hacer feliz a uno. Uno, donde nadie quisiera el mal de nadie, dónde si fallas no importa, dónde ser simple es fácil y sencillo es simbolo de belleza, sí, aquel mundo en dónde te caes y siempre habrá una mano amiga para ayudarte.Yo quisiera tantas cosas efímeras y fantásticas provenientes de una imaginación pasada de moda, de un mundo que vive solo en mi corazón, de deseos en las nubes y que de un salto se convierten en estrellas.

Quisiera que todo eso que quiero fuera la palabra necesaria o el sueño inimaginable para aquellos que viven penas. Pero soy quien soy y el mundo es quien es, soy un punto dentro del universo y el mundo doblemente más grande que yo, a cada día emprendo una tarea nueva que dada las circunstancias podría llamarse batalla y al final de éste, caigo rendida en mi lecho de plumas generalmente herida, constantemente agotada.Y quisiera que estuvieras ahí, como en antaño (o como allá) con la voz suave dándome calma, con el agua tibia que has traido de las montañas aliviando mis heridas, con la calidez con que has nacido y borrando con un solo beso tuyo en mi mente todo cuanto ha acontecido durante la cruenta batalla.

Quisiera que tras de ti estuvieran ellos, esos, líderes de estoicas intenciones, hombres y mujeres fenomenales que honran su destinos y su estírpe compartiendo a mi lado (siempre a mi lado, no trás de mi) la intención y las heridas, el final del día junto al ocaso, la sonrisa... siempre la sonrisa a pesar de no tener nada y ser un todo. Entonces me dormiría y despertaría lista, afilaría el acero, mojaría la pluma en tinta y rompería con más de alguna frustración...Y quisiera... yo quisiera ser más sencilla (o quizás más especial, no logro saberlo) para tener el doble de fuerzas...Pero no estás, ellos se han ido y perdido, las tardes duelen y las plumas ya no vuelan en mi lecho convirtiéndose en en piedras y frío suelo. Ya nadie cree, mi espada se agota y las fuerzas también, las constantes ideas realistas me rompen la cabeza y no consigo dormir.

A veces sueño, a veces veo a mi hijo que siempre fue esperanza...supongo, él me hace vivir, aún ahora.Quisiera que el mundo no me esté ganando todas las batallas, pero lo hace, me hallo tras de mi linea flanqueada, rodeada, herida y firme, resistiendo hasta el final pues supongo así caeré, asi deberá de ser. Quisiera que este mundo fuera otro o que en él estuviesen a quienes necesito. Quisiera que hubiese otro como yo aún, y me buscara. Quisiera una vez ser salvada...sí, eso quisiera.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Latiendo sangre viva.




¿He hecho bien en entregarme asi otra vez?...
Mi corazón late fuerte y vivo, ama, rie, canta...pero tambien llora y últimamente demasiado.

A veces porque siente que debió callar y dejar a la estrella del norte brillar a su manera (¿por que no aprendo a callarme, por qué?)otras, porque el sur le desata heridas que luego sana, pero las heridas sangran y el rojo carmesi cae al suelo dejando una huella imperecedera de su presencia...

Tuve un sueño en el que me hallaba en medio de un abismo sobre una piedra y dos mundos donde elegir; mi cabello hondeaba al viento y tenia paz...

Al despertar comprendi que sigo, de alguna forma fisica, sola...

Siento que me desvanezco en medio de latidos fuertes, es tonto hablar asi despues de decir que halle la paz, es tonto y absurdo sentir pena y llanto, miedo y desanimo; es una campaña heroica conectarse con cada uno de los sentimientos para disculpar...pero lo hago, otra vez.

¿Está permitido para nosotros ser feliz?
Llueve por dentro, llueve por dentro...
Que salga el sol, que se queme la sangre y el recuerdo...

...Siempre serás mi amor....

....(cuan desprovisto de calidad es todo cuanto escribo ahora, esta noche. Cuanto he tardado en hacerlo ¿1 hora?...cuantas lagrimas borraron la tinta sobre el papel. Muchas frases sin sentido que no son capaces de expresar que extraño, que siento vacio, que siento paz que no puedo retener...y que a pesar de todo sigo amando con fuerza...)




martes, 27 de octubre de 2009

Noche v/s noche

Estás a punto de partir, son las 21.30 y me parece que nada hubiese sucedido y a la vez todo.
Aquella noche llegamos de la mano, la casa es pequeña, sí; pero a ti te emociona. Hay un par de fotografìas que inmortalizan aquel momento, tú apoyado contra la puerta y yo, sentada en esa comoda cama con cobertores de color marrón.
Nos detuvimos a imaginar y en medio de aquello el amor se hizo presente entre nosotros; aquel momento también fue inmortalizado, pero en mi corazón
41 días fueron...
Y esta noche debes irte; sí, estudios... si, trabajo...si, destino. Jamás imaginé fueras aquel que conoci en aquella vida y en aquella muerte. Fuimos capaces de confesar lo que eramos en una noche de lluvia y tu tenías miedo, aún lo tienes...
El dolor que ahora me parte el corazón se enfrenta a la alegría de aquella noche. Es un azar del destino, es lo que nos ha tocado...sin embargo me has prometido venir por mi ¿puedo soñar con que será asi, caballero del sur? ¿podrás regresar otra vez a mi?
Sabes que siento, se lo que sientes... y hoy en mi pecho el recuerdo sigue enfrentando a todo lo vivido. Regresa a mi pronto, eres, recuerda, la paz que permanece en el camino y que necesito.
Con todo de mi, siempre.

domingo, 11 de octubre de 2009

¿Por qué los sueños no desaparecen?

Lo que simplemente quiero preguntar es... ¿Por qué y para qué?

¿Que quieres decirme, caballero de Orhius?

viernes, 17 de julio de 2009

30... (Y llegó el día)

Bueno, serás pocas letras.
¿Qué pasa al llegar a los 30? pues simple: Nada.
Si, los diez años pasados son un libro de interminables hojas que podrían leerse y los post en este blog serían interminables.
Siendo así entonces y más que seguir hablando sobre lo pasado (de lo cuál me encargaré en un buen par de citas) hablaré como he comenzado este futuro y de ello rescato dos frases de un par de personas muy importantes para mi.
Frase o disposición primera (amigo 1)
¿Estás dispuesta a quitar tu armadura y decir lo que debemos?
Frase o deseo segundo (amigo 2)
Te invito a vivir ¿quieres?
¡Bienvenidos los próximos 10 años de aventura!

lunes, 6 de julio de 2009

30 ... (¿y que pasó con todos?)

Hace un dia (la verdad que es mejor decir "fue ayer") pensaba en mis incansables compañeros de fiesta, no hacer nada, planear todo y anhelantes de una vida perdida en el tiempo.
Al día de hoy, puedo decir que no tengo contacto con ninguno. Un día dije "ya no llamaré más", deje de hacerlo y todo acabó ¿será que, despues de todo, el León tenia razón y era yo la que mantenía unido aquello que era inunible?
Puedo decir que sé que hace doña A, también que se de que padece doña I, he oido un buen par de veces, despues de un plato de papas fritas y un cigarro, a Don C hablar sobre sus aventuras amorosas y de su constante falta de tiempo, pero por sobre todo, nunca se que hace, dice o siente don A.
Ni hablar de seres como el lobo, quién despues de ser padre, ha muerto o del mago. Por cierto, anoche soñé con él y le veía felizmente casado...
¿Y qué pasó con todos?
Diez años atrás, nos veíamos al menos una vez por semana. Cinco años atrás discutiamos, nos uniamos o desuniamos pero seguíamos juntos de alguna forma. Dos años atrás me cansé y desilusioné y ya casi no nos vemos.
Es un acto de egocentrismo de mi parte pensar que todo esto ha pasado por que yo dejé que asi fuera, quizás cuando nos reunamos todos descubra la verdad pero lo que menos me gustaria pensar es que don A tiene razón y que ya no existe el motivo para estar unidos.
Si ese motivo dejó de existir, quiere decir que parte de todos nosotros se ha perdido o muerto.
¿Es la vida, los hijos, el trabajo, esta absurda vida esclava de las circunstancias personales o simplemente derrota?
Que pena.
No puedo simplemente olvidar aquellos momentos, todos ellos, de peligro, alegria, misterio o simplemente de no hacer nada y reir de todo. No puedo olvidar que eráis un grupo de familias perdidas reunidas por una razón que ninguno aún llega a comprender.
Lo que si debo comenzar a olvidar, ahora, es la posibilidad de que todo sea como debe ser o que todos comprendan lo que deben hacer sin perderse con ello en el tiempo.
Debo comenzar a acostumbrarme a la pérdida de cada uno... aunque la duda que me asalta ahora más que en cualquier momento es ¿les haré falta yo?
Que paradoja es escribir sobre lo que se siente y al final darse cuenta de la única posibilidad con la que no se a contado es aquella en la que no somos protagonistas o simplemente somos antagonistas de la vida de otros.
Quizás no me doy cuenta y es a mi a quien se ha olvidado.
La vida sigue después de los 30... con antiguas ausencias.

jueves, 2 de julio de 2009

30

Bien, es un momento especial.
A 15 días de un nuevo ciclo, uno importante.

Han pasado tantas cosas en estos últimos 10 años, algunas que hubiese querido jamás vivir y otras por las cuales vivo sabiendo quién soy.

Mi corazón y espíritu son un mundo en constante batalla, una carrera para evitar sentirme parte del entorno, el ideal de no querer ser más de lo que ya soy.
¿Recuerdas, mi amigo, aquellos fríos días bajo la lluvia dónde éramos nosotros mismos y nada nos unía a esta realidad?
Aquellos días definen quién soy, porque para mi la lluvia siempre ha sido simpleza, fuerza escondida, vida y muerte, lo sagrado e inmaculado, mi única conexión con este mundo.
¿Dónde estoy y qué soy ahora?
A veces temo responder a esa pregunta.
Quería luchar, aún anhelo tanto hacerlo y mi espíritu agarrotado de espera no consigue cumplir con aquel tan profundo deseo porque las raíces me han impedido volar tan lejos como siempre he debido.
Quería ser yo misma más que cualquier otra cosa en este mundo, lo logré, pero a raíz de ello me quedé sola.
Quería regresar a casa… ¡ese sí era un sueño!
¿Has visto alguna vez una flor en una fría mañana?
Sino es así, deberías verlo para saber con quién vives y a quién tratas.

Cuantas cosas más deseé y tengo que decirlo; a ti te deseé como nada en este mundo. Y resultó que no eras para mí. Algún día, mi amigo, te diré que cuando estaba en tu compañía en aquel café que duraba horas regresaba inevitablemente a ese que era nuestro verdadero hogar.
Me he convencido gracias a él de que mis ojos brillan con una luz especial. Jamás lo creí, pero es así y eso significa que soy más de lo que quiero llegar a entender.
Quise escribir mil cuentos y no he terminado el primero. Una de las razones para creer que la muerte no ha de venir pronto es querer dejar algo de nosotros aquí, sí, tengo 10 años más para hacerlo.
Quería olvidarte, dejarte de lado como tú a mí, quería ser siempre esa gata en el tejado...
Aún quiero hacer todo aquello y lo lograré…

Pensé que mi vida sería más solitaria de lo normal al ser yo misma, pero, en un mundo de constantes batallas apareció él, quién se convirtió en espera y descanso, en un lugar dónde descansar las heridas, un momento dónde no me retienen más de lo necesario y me dejan volar libre anhelando mi regreso. Él es paz, así lo defino, un ser heroico que soporta mi presencia extraña y ambigua, que logra saber quién soy y no se asusta por ello.
Un “… De ja vù…”

¿Dónde estoy y qué soy ahora?
Estoy dónde debo estar y soy yo misma, con el alto precio que pagué y pagaré aún por ello.
(continuará...)

martes, 12 de mayo de 2009

Su muerte. ¿Cuál es tu nombre, caballero?


Los pasos no podian ser más rapidos. Me duelen las manos de tanto empuñarlas, no siento el corazón y mi mente solo tiene un objetivo en medio de la espesa niebla y las enormes rocas por donde me movía apresurada; llegar al río.

La visión era caótica, el cielo ardía y no se diferenciaba de la tierra, quise regresar, me giré sobre mis pasos pero la misma visión se presentaba donde mirase. Ya no había niebla ni rocas, solo pequeñas casas humeantes a lo lejos, campo traviesa, maquinas de guerra destruidas y en medio de la espesa nube de humo en el cielo podía verse la luna.

Avancé ahora con lentitud, aquello que me apresuraba habia desaparecido siendo reemplazado por la sensación de sorpresa y angustia, el sentimiento de impotencia e incomprensión llenaban el pecho haciendo posible sentir y oir, ahora, los latidos del corazón.

Por alguna razón de lo más peculiar hombres batallaban contra el fuego, caballeros de armaduras destrozaban con sus imponentes espadas imágenes petrificadas de otros hombres, la mayoria con aspecto de horror en sus facciones. Cada uno de ellos dejaba de hacer, a mi paso, y caminaban tras de mi.

Sin voltear tomé una espada que se hallaba clavada a la tierra en mi paso, la sostuve fuerte y mi atención solo era en los pasos que sentia tras de mi, los cuales de pronto cesaron. Se habian quedado lejos, observando, algunos caían al suelo, otros simplemente se quedan firmes y de pie con la mirada perdida hacia mi o hacia algo que yo aún no lograba ver. Cuando quise seguir sus mirada noté el ávido color rojo que cubria mis botas, pronto y asustada retrocedí tratando de salir de aquel campo de sangre y pude ver, frente a mi, el rio que poco a poco dejaba su cauce y se manchaba con la sangre de los muchos caidos. Yo no los habia visto pero ahi estaban y llevé mi mano al pecho y luego a la boca.

En medio de todo ese horror volvió una angustia desconocida al pecho por hallar a alguien, comprendiendo de alguna forma el motivo que me habia guiado y el que habia olvidado cuando dejé de correr; el río, debia llegar al río. Tomé carrera nuevamente en medio de esa horripilante escena donde a veces no lograba ver nada y todo se volvia oscuridad, lograba sentir en mis pies el débil torrente que no sobrepasaba mis tobillos, miraba aquellos rostros hasta que, débilmente, desde muy lejos oí una voz... esa voz que no olvido, esa voz que recuerdo tal y cual era y que podria reconocer donde fuera. Me acerqué lo más rapido posible hasta el lugar de donde provenia esa voz y cuando la hallé me detuve en seco para observar.

Su mano aún sostenia parte de su rota espada, su armadura partida en dos a la altura del pecho donde podia verse una profunda herida, su yelmo muy lejos de él y un enemigo, bocabajo, cerca de sus pies. Así le vi y así el me vió, sonriente trato de incorporarse sosteniendose del pomo de su espada y parte de la hoja rota que clavo a la tierra del casi acabado río

- Viniste, ángel, llegaste en el momento justo, el más importante para un caballero de estas tierras. Me siento afortunado, regresaste de tu sueño solo para ayudarme a regresar al mio. Nunca le hubiese hecho daño ¿me creerás, señora? -

Yo no lo conocia, pero si le sentia, lo que desconocia en mi mente en mi corazón era razón de una tristeza infinita que me ahogo la boca. Y lloraba y no pude dejar de llorar mientras intentaba acercarme a él. Su mano se extendia hacia mi y cuando logré sostenerla aún mantenia una calidez y suavidad, impartia una seguridad conocida para mi y me hizo sonreir. Su cabello negro en medio del agua, sus ojos llenos de una mirada profunda y agónica intentando buscar algo dentro de mi y yo, tan solo guiada por el instinto, cubri con mis manos su herida y me recosté apoyada sobre él diciendo lo único que sentia podía decir: - Lo se, yo se... no puedes irte aún ... tu nombre, quiero recordar tu nombre... -

Cerré los ojos un instante intentando recordar y cuando los volví a abrir, vi el agua clara del río, la niebla y las rocas.

sábado, 25 de abril de 2009

^^

Te amo
Te amo de una manera inexplicable.
De una forma inconfesable.
De un modo contradictorio.
Te amo
Con mis estados de ánimo que son muchos,
y cambian de humor continuamente.
Por lo que ya sabes,
El tiempo.
La vida.
La muerte.

Te amo
con el mundo que no entiendo.
Con la gente que no comprende.
Con la ambivalencia de mi alma.
Con la incoherencia de mis actos,
Con la fatalidad del destino.
Con la conspiración del deseo.
Con la ambigüedad de los hechos.

Te amo.
Sin reflexionar, inconscientemente,
irresponsablemente,
espontáneamente,
involuntariamente,
por instinto,
por impulso,
irracionalmente.
En efecto no tengo argumentos lógicos,
ni siquiera improvisados
para fundamentar este amor que siento por ti,
que surgió misteriosamente de la nada,
que no ha resuelto mágicamente nada,
y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada
ha mejorado lo peor de mi.

Te amo.
Te amo con un cuerpo que no piensa,
con un corazón que no razona,
con una cabeza que no coordina.
Te amo
incomprensiblemente.
Sin preguntarme, por qué te amo.
Sin importarme por qué te amo.
Sin cuestionarme por qué te amo.
Te amo
sencillamente porque te amo.
Yo mismo no se por qué te amo

Gian Franco Pagliaro

lunes, 13 de abril de 2009

Un minuto después...

Te rodeé con mis brazos, todo fue como si hubiese sido siempre. Tomé de tu mano y caminé contigo por esas calles que eran desdeñadas pero que tú convertias en anhelantes.
Recuerdo muy bien que me sentí amada por el simple hecho de acariciabas tu mano con la mia y sonreir cuando confesabas que sabías yo no era para ti pero no te rendías al milagro.
Y sí, te besé en medio de la oscuridad no sin antes rozar la piel morena de tu rostro... El amor es así, tus ojos son así, el deseo es asi...
Y rodamos con la piel, y miramos eternidades cuando deseamos cosas imposibles. Yo lo sentí, - te siento - respondí ...
Y el mundo no era mundo y yo estaba feliz ¡feliz!... feliz...
Yo era de alguien, mentía a Dios escandalósamente, me reía del destino y él, él que solo sabía decir cuanto me amaba.
Un minuto después te despedia viendote partir lejos otra vez y me tragaba la pena mientras sonreía, un minuto despues la soledad volvió a sostener mi mano y el sonoro aroma de la ciudad de Santiago me besaba por el cuello avisándome que era hora de despertar.
Yo me quedé de pie en el borde del andén, agitaba la mano y te sonreía mientras, por dentro, me desesperaba tratando de acostumbrarme de nuevo a la soldedad e intentando regresar un minuto antes, donde tu eras presente y no pasado.

miércoles, 8 de abril de 2009

Inicio (un reencuentro inesperado)

Era un día como cualquier otro. Día ocupado, trabajo, sonrisas, la mala comida del almuerzo, ensoñación...Hasta las carreras para tomar un bus que me llevara hasta la universidad, el profesor (Dios de las habilidades humanas), lo que entendí y no entendí durante la clase, el escapar raudamente hasta el casino cuando dieron las 20.20 y pedir mi querido chocolate caliente y tomar el asensor para ir hasta la entrada principal.
Todo, igual que siempre, como se desea y se anhela sea, todo, hasta el momento en que la puerta se abrió de par en par cuando el asensor llegó al primer piso.
Ahi estaba, aquello que sin duda habia olvidado. Su rostro, su voz que entro por mis oidos y su imagen por los ojos impactando al cerebro y trayendo a mi memoria quién era ese hombre, que era, que significaba y como es que tantas veces en aquellos dias dificiles trataba de recordar cada detalle importante para reconocer a los que se atrevieron a desafiarnos.
Él se silenció, yo también; el mundo desapareció mientras yo terminaba de saber a quien estaba viendo despues de 5 años y él con una impresión en la faz de haber visto a quien no debía o a quién se suponia ya no debia existir. Todo un mundo se conjugó entre el pequeño espacio creado por nuestro fugaz encuentro y mientras mis pies por inercia proseguian por su camino la voz de él volvia a comunicarse con quienes le acompañaban pero aún la mirada fija en mi.
Llevé mi mano al pecho. Aquel día olvidé llevar mi piedra roja.
"No importa cuanto te esfuerces en vivir, comer, dormir y amar entre ellos. Jamás serás parte y el camino trazado bajo los pies te lleva inevitablemente a la respuesta que dia con día tratamos de evitar, la sulfurante verdad que nos acongoja sobre lo que fuimos, somos y seremos, la utopia elegida buscando la mezquina felicidad. La implacable verdad como enemigo que nos muestra que más temprano que tarde nuestro destino aparece para abofetearnos y hacernos despertar"

domingo, 22 de febrero de 2009

¡Siempre firmes, siempre vencedores!


La noche ardía en gotas de lluvia que sosegaban la pasion de aquellos que, en medio de piedras rotas al corte de espadas, podían observar a través de la poderosa muralla. Todo cuanto se alzaba, piedra sobre piedra, pilar contra pilar era más antiguo que el amanecer mismo.


¡Catapultasssssssssssss! - gritó el de la torre y la tierra comenzó a tronar, el fuego volaba sobre las cabezas y el muro norte tambaleaba.


Los escudos del enemigo tronaban al ser golpeados por espadas, el ruido de los gritos de mujeres dentro del castillo hacian insoportables los embistes mientras arqueros eran armados para soltar sus flechas contra el primer batallón que asediaba la pared frontal. Una piedra perdida golpea una de las torres laterales, las piedras rompen parte de la pared y gran parte de los arqueros caen bajo las piedras - ¡Escaleras! - gritó un soldado


La hija de Dragones que defendía aquel castillo observaba sola paseandose de un lado a otro por la caletera superior sin temor a flechas golpeando a cada oficial que le insinuaba debia ponerse bajo protección.


- ¡Desenvainen!... caballeria a proteger las puertas, soldados conmigo!!!!


El oscuro acero forjado por dragones blandia ahora en la mano de una mujer, la cinta roja que hondeaba en la empuñadura recordaba la deuda pendiente que tenia contra sus enemigos y la sangre que habia sido derramada.

Un grupo de cinco logró entrar y violar la defensa. Nadie puedo detenerla, algo se apoderaba de su pecho y su rostro reflejaba un halo de fuerza y convicción


¡No entraran, yo estoy aqui!


El golpe de su hombro desestabilizó al primero mientras la espalda oculta tras su espalda aparecia por su derecha alzandose contra el pecho del enemigo partiendolo en dos, sin descanso el segundo iba por su cabeza mientras su espalda se doblaba hacia atrás y su puño derecho se preparaba contra el rostro. Tropezó contra unas rocas cayendo al vacío y aquellos hombres que le seguían de cerca se encargaban del resto. La pared fue recuperada mientras se quitaba el yelmo y lo lanzaba contra los que aún se atrevian a asaltar subiendo por la escalera. Con su espada rompió el seguro y la destrozó.


Mientras se disponía a regresar a su puesto frente a las puertas el capitán le llamó a ver. Una enorme cabeza con forma de Dragón llameaba fuego y sostenido por soldados iba en contra de la puerta principal - - exclamó


¡Sostengan esa puerta!, arqueros a la muralla, guardias de la torre dejen caer la Brea y quemenlos. Soldados de la Capitania, conmigo


Toda la noche, batallón contra batallón, las murallas resistieron. Las estrellas fueron testigos de los gritos de los cansinos soldados - ¡siempre firmes, siempre vencedores!


Aquella noche, el castillo rojo de Tereldar habia resisitido y sus hombres dado todo de si esperando al alba, tras de ellos, a las magnificas tropas del Reino de luz que venian en su ayuda...


(Continuará...)

martes, 10 de febrero de 2009

Ignorando

¡Ella! principal actriz de esta noche moribunda
La luna brillando.
¿Quién ha visto las lágrimas de aquella?
No importa cuán desesperadamente caigan
esas abandonadas del sentimiento,
no hacen mella en su belleza.
La oscuridad de la calle es intrusa y molesta
Ya nadie recuerda lo que aquella chica lloraba
las lágrimas estorban.
Sigamos engañándonos y diciendo que la luna es hermosa.

viernes, 23 de enero de 2009

En la memoria

Recuerdo, sí, como te mecías
Los pasos en la madera resonante de aquel nido
Que hacía temblar al sentimiento
Eras la cosa única en el mundo
Que vertía sobre mí el rocío
Cultivo rosas; nunca te lo dije.

Tengo poco a que aferrarme, sí
A veces, a la tierra,
Otras tantas, a mi lucidez.
Sin embargo no pasa el recuerdo de tus ojos
Nunca te lo dije:
Era importante tu silencio cuando aún me amabas


Hoy por hoy, solo gritas cosas sin sentido
Huir no es malo, es conservase fijo al piso.
Pero no puedo mentirte; has olvidado el cielo
Y tus ojos solo son un color de múltiples facetas
Que jamás dirán la verdad.
Nunca te lo dije y es premura hacerlo:


Hace un tiempo decidí olvidarte

Y ahora eres parte solo del frágil recuerdo

martes, 20 de enero de 2009

Cihr


Había una historia que hablaba sobre una colina en un bosque perdido, de un cielo gris y sobre una lluvia calida; esa historia también decía que triste destino hallaba aquel que se acercara dónde aquellos cielos tristes reinaban.



Pero toda historia también habla de las cosas hermosas que están más allá del miedo y de los valientes que se enfrentan a ellos por curiosidad y por qué no, por amor...


El joven había oído la historia en sus tierras cada noche, cuando los más viejos se reunían a charlar cerca del hogar.La historia hablaba de la hermosa flor que se hallaba cerca del almendral en la colina de Cihr y como no había dejado de llover desde el día que fue sembrada.




Días aciagos y muchos años habían pasado, porque la historia también relataba que una hermosa dama por amor había pedido a los Dioses le ocultaran de aquel que había traicionado a su propio corazón. Y los viejos hombres hablaban de esperanza y que esa historia que ya era una leyenda, traería a su tierra otra vez el sol y levantaría las piedras rotas del castillo que nunca más tuvo una Reina a la cual honrar. Y ese joven que año tras año oía de la esperanza que se sustentaba en una sola y simple flor, decidió un día partir en busca de aquella leyenda




Cuando se acercó a la colina observó que todo cuanto se decía de ella era cierto. Sus ojos negros, tan negros como la noche sintieron el latir del corazón tan fuerte, tan profundo como si otras tantas veces ya hubieran visto esa imagen que solo marcaba el alma de una profunda tristeza. Seguro de sus intenciones, avanzó, a pesar de que en su mente aún resonaban las advertencias sobre aquellos que se habían aventurado y no habían regresado. La colina aún estaba lejos a pesar que podía verse el enorme árbol a cualquier distancia y el viento arremetía una vez se había puesto pie en el camino.




Las espinas habían tomado sitio en todas las extensiones visibles, rompiendo y rasgando las ropas del joven hombre el cuál sentía cada vez un dolor mas profundo por las heridas causadas. Pero no eran las heridas y la sangre por las espinas que parecían intentar atraparle y no dejarle avanzar más, sino, la suave y delicada lluvia que ya caía sobre él mientras se acercaba más y más.Gotas tibias, suaves, cálidas que penetraban la piel; Gotas que caían por sus mejillas como un profundo llanto que jamás acababa, una tristeza que parecía transmitir el cielo cuando las gotas caían en las enredadas espinas y tocaban el suelo.



Un llanto tan limpio y puro que entristeció de tan manera al joven, que éste, cayó de rodillas suplicando aplacara el dolor del cielo, no comprendiendo cómo puede ser tan eterna una pena o tan larga una agonía por un amor.Cuando su mirada parecía perdida inevitablemente en las espinas la lluvia dejó de caer, y una suave brisa recorrió cada parte de su piel como una caricia engalanada de deseo y esperanza. Cerró sus ojos y se llenó de esa sensación jamás antes vivida por él, la fuerza regresó a sus piernas apoyándose aún contra las espinas que lastimaban sus manos y abrió los ojos; pero más que eso fueron sus sentidos al tiempo, al alma, a la vida misma y enaltecido por su valor las rosas rindieron pleitesía al valiente joven de ojos negros que afianzó sus pasos hacia la colina. Pero antes, mucho antes o después puedo ver al almendral: Una imagen invadió su mente “tersos trazos de rosas rojas, suaves líneas de una mágica figura por ahí y por allá, en los sueños y en la realidad. El comienzo y el fin de su vida en perfección de su caminar y sus largos cabellos negros al viento”


El mundo se detuvo y sus pensamientos con él, solo los sentidos y el almendral; avanzó más y más para poder tocar una sola vez, para oír de por vida y morir en ese perfecto instante; y del efecto nació la melodía de los labios del almendral, de la imagen vestida de rojo y se conjugó en sus oídos como un réquiem de dulce locura:


De tus ojos luz divina
Yo he perdido la vida
En tu vuelo de grandes hazañas egoístas
Quedó mi espíritu quemándose de heridas
¿Dónde has ido?
¿Por qué me has olvidado?
Corazón hecho de piedra
Corazón rojo de espinas vertidas
El amor, el amor…
¿Qué es el amor?
Y los dioses me han dado olvido
Y los dioses me han escuchado
De tus ojos, luz perdida
¿Dónde has ido?
¿Por qué me has abandonado?


Sus piernas temblaban, el aire se acababa. Los profundos ojos negros como la noche revelaban desconcierto por un alma enclaustrada y perdida, añorante de susurros y perdón - ¿Quién eres? - repitió una vez más – Alma – recibió como respuesta…


Y el almendral era hermoso, grande, firme con una luz tenue protegiendo su copa y a sus faldas un brillo que tocaba cada rincón del pensamiento, entrando en recuerdos desconocidos, en culpas sentidas, en una vida sin vida.


Y por el aire una ráfaga de viento le remeció desde los cimientos y el las hojas de almendral parecían temer y llorar, llorar y suplicar, suplicar y celebrar.En medio de las grises nubes las alas oscuras de algo majestuoso nunca antes visto, algo olvidado por aquellos que ahora vivían en la tierra vigilaba y protegía aquel sitio. En la mente del joven no se conjugo aquello porque en ninguna historia o leyenda se contaba sobre esas alas que parecían romper el cielo. Unos pasos ligeros rompían las espinas, una suave melodía de destrucción bajo los pies de la más bella criatura que él había visto avanzaba con la mirada fija al cielo con un camino de lágrimas marcado en el rostro.


“Es ella, es ella, aquella con la que he soñado. La luz que mis mas profundos pensamientos han predicho, ella, a la que jamás volvimos a ver, la vida, la esperanza ¡es verdad!” Y mientras todo y a la vez nada se agolpaba en su pecho trató de avanzar con la sonrisa abierta al mundo, la ilusión presente, la música que solo nace del hombre cuando ama, cuanto siente deseos de vida.
Pero algo le sujetaba, miró sus pies y vio las raíces que almendral reteniéndole, como si tratara de una forma desesperada evitar algo que no estaba a su alcance manipular. Algo rompió el cielo. Un grito, una bestia que parecía herida. Una majestuosidad a punto de caer, a sus ojos se presentó, el Dragón negro que se precipitaba como una roca de llama ardiente de muerte, con el corazón expuesto, quebrando sus alas al tocar tierra.


Cuando todo pasó el silencio reinó, el viento suave en medio de las hojas del almendral mecía a la vez en cabello negro de aquella vestida de rojo flor acercándose al Dios de los cielos que con sus garras intentaba moverse, aferrándose a la tierra y a la vida, intentando estar cerca de ella, de ella, una vez más. Ella se detuvo, él no pudo moverse más y mientras sus alas se agitaban una nueva melodía se oía desde el almendral, una diferente a la primera, esta parecía no ser arrancada de los labios, sino, del alma:


Imposible es unir mi silencio con tu espina
Amada mía, amada mía…
¿Sabes cuanto te he buscado?
En mundos distantes he luchado
En Batallas sangrientas he vencido
En noches terribles de angustia
El recuerdo de tus ojos me ha salvado
Y la promesa de verte un día el motivo
Para vencer al enemigo que ha asechado
Corazón rojo, corazón dueño de mi destino
¿Por qué te escondes?Sin alas
Sin vida
Muerto para el mundo
Dejado a las replicas del destino
Sin corazón
Castigado por Dios Sin ojos, sin aroma
¿Dónde has estado mi amor?
Jamás te he olvidado
Bastante he pagado preso de su ausencia
¡Mil veces he Rogado por la muerte!
Pero ésta, digna, sólo me deja Solo…


El joven hombre sentía tristeza, una profunda como si de alguna forma toda fuerza y existencia del mundo hubiese nacido de aquel amor profesado entre dos seres desiguales y a la vez únicos. Ellos intentaron tocarse y una profunda niebla comenzó a cubrirlo todo, ellos no pudieron tocarse y la niebla llegó a ellos desapareciendo sus figuras y en su lugar apareció una hermosa rosa roja y la lluvia comenzó a caer.


Y el almendral liberó al joven y le mostró el camino por entre las espinas, pero él se acercó hasta la rosa, él quería tocarla, él sentía y no comprendía ¿Quién era él, quién era ella? - ¿Quién soy? – se preguntó sin respuesta.Se arrodillo ante ella, la flor, la Rosa de espinas que esperaba a ser hallada, la Rosa roja de lágrimas, la reina olvidada de un castillo sin vida, como la esperanza del condenado extendiendo sus manos para llevarla consigo. Pero al momento de tocarla, algo le detuvo y sintió la lluvia rozand, susurrando a su oído palabras inexistentes de que aquello estaba prohibido, de aquel amor solo pertenecía a aquellos que se habían condenado por él.
Y un roce tocó su mejilla, una vez más.


Y el joven comprendió quién era y lloró. Se levantó entonces de su sitio y caminó de regreso a través del camino señalado logrando salir con vida de aquella colina llamada del Cihr. Y mientras regresaba pensó en relatar que el amor existía y era posible, que el amor iba más allá de la muerte y que podía reencarnar su dolor en otros siendo historia, que el amor solo podía ser amor si dos, así, seguían siendo fieles a sus sentimientos, que un amor así podía inspirar a otros y convertirlos en hijos de la esperanza en que un día volverían a ver a su amada Reina y al valiente Dragón volando libre sobre el cielo oscuro y limpio de la tierra que aún les extrañaba y necesitaba.

miércoles, 14 de enero de 2009

Carta

Estas cosas son las que suceden cuando estás y es posible notarlo en los ojos, por ti, a veces, los ojos brillan. Tu hermosura es el amor que no pensé tener en esta vida y ¡Oh, yo! Soy minutos más robados a la soledad.

Y por las noches camino, sí, para liberar el calor del cuerpo y el deseo del alma, y el viento silba (por ti) y las estrellas relucen (gracias a ti) y la luna es magnifica para ayudarme a ver lo que solo se percibe al sentido.

Si la luz tenue que cubre parte de mi cuando descansada estoy sobre mi lecho pudiera hablar, diría que los largos cabellos negros dispersos por doquier, los labios entreabiertos a media sonrisa engalanados de rosa suave, los ojos pequeños y vivaces que miran fijo un punto en el cielo, la cintura indomable y las piernas largas que quisieran guiar los pasos al mundo de los sueños donde tú estás, si entonces tras ver todo aquello realmente la luz pudiera hablar, diría que danzo esperando con locura rompas la paz de aquellos momentos entre el sueño y la realidad.

Si tú te fueras…

¿Cómo sabría de la belleza de las calles, del cielo y las estrellas? Sabría solo de las nubes, del silencio, del cansado ser sin sentido que solo cierra los ojos para dormir, esperanzado, de hallar locura en los sueños. Si no existieras, sería lo mismo que nada, un día atrás u otro, involuntario; igual a todo sin nada que hablara sobre esta posibilidad infinita de estar enamorada, de estar ilusionada, de tener la íntima sensación del placer que tiene la fe.

Eres tú ¿no lo sabías? Quién dio sentido a las palabras, perversión, por las noches largas. Tú, la versión imperfecta del amor.
Tú, la carta de amor escrita y tragada para no olvidarla.
Tú, tú, siempre Tú.

miércoles, 7 de enero de 2009

Tocando a tu puerta

Anhelante, ahogada, fingidamente correcta avanzó en medio de la noche hasta donde él vivía. La noche daba el matís perfecto a un sentimiento que permanecia varado en el silencio y en la locura.
Se detuvo frente a su puerta e imagino el día, la gente que iba y venia en sus infinitos mundos y comenzó a moverse de un lado a otro deteniendo el impulso primitivo de usar la fuerza de sus manos para batallar con aquello que le separaba de quién amaba. El deseo se congeló en medio del frio momento y las palabras brotaron explosivas para salvar a alma del congelamiento
-¡Oh, si pudieras ver mis ojos ahora! si tú, ¡tú! que divides mi alma en dos tansolo al sonreir, a quién admiro en silencio y a quien dedico largas noches de desconsuelo soñando, pidiendo...buscando valor para... -
Pasos firmes la llevaron hasta la puerta, pero un giro inesperado dejó escapar al miedo
- Es a ti ¿no lo sabes? a quién canto... a quién amo. Tú me sostuviste, sí ¿lo recuerdas? cuando mi corazón perdido estaba, tomaste de mi mano antes que mi vida fuera sepultada en el precipicio de la indiferencia. Y vi tus ojos ¡oh, cuanta dulce agonia me has creado! porque desde aquel día no me pertenezco y sigo tus pasos en silencio. Si pudiera, si puediera... darte flores ¡si! darte poesía, amor, pasión ¡Porque nadie te ama como yo!. Yo, que lo guardo en silencio, yo que miro una y otra vez mis manos buscando alcanzar el cielo con ellas, o si fuerse posible, dartelas para que siempre contaras con ellas.
¿Quieres saber entonces que siento? Locura, si ¡Mírame por tu ventana!, aun tiemblo mientras camino de un lado a otro como un animal salvaje que ha sido liberado y no sabe actuar con sus deseos y lo que siente, requiriendo intensamente volver a la jaula porque sabe que, aun asi, podrá gozar y disfrutar con que al menos una vez al dia te detengas ante los barrotes y regales una mesurada sonrisa.
Ven conmigo, te doy el mundo; sal de ese sitio que te aleja de mi ¡oh grandes cosas que manejan el mundo! que algo pase y el sonido de alguna campana perdida te arranque de ese lugar sombrio, que alumbras solo con esa mente tan privilegiada y ese corazón por el cual deliro.
¿Lo ves? es una locura, me condeno y no importa ¿ves? dame solo un murmullo, una cercanía y seré tuya ¡lo juro! día y noche, noche y día viviendo de la hermosura del momento, sabiendo que jamás volveremos a sentir asi y que prometo que las estrellas siempre brillaran para ti.
En mis piernas siento frio y el cuerpo ya no se soporta asi mismo...pero quizas notes en mis palabras un calor que todo lo quema y cubre, que todo lo abarca hasta un infinito que ni el mismo Dios conoce...
oH, Dolor mio...si tan solo estuvieras aquí...si tan solo supieras mi nombre... -
Su mano toco la puerta de madera, golpeandola debilmente extasiada por la emoción. Una luz se acercó a la puerta, el hombre que salía a ver a quien llamaba no vió a nadie solo notó que la nieve no cubria la salida de su casa.